Autocuración

Resiliencia: La Actitud Mesiánica Correcta

«… porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia».

(Proverbios 24:16)

«Cuando caiga (el justo), no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano«.

(Salmo 37:24)

En estas últimas tres lunas del calendario yahvista, el Espíritu de nuestro Abba me instó a animar a los santos en la certeza de que Pesaj, Conteo del Omer y Shavuot, son citas divinas que permiten al alma redimida entrenarse en la formación del carácter mesiánico. Esta capacitación permite el desarrollo de la imagen divina colocada en nosotros por creación y redención, fortaleciendo en nuestra mente una actitud semejante a la que hubo en Yeshúa, desarrollada por la resiliencia.

He enseñado en estos últimos meses que la resiliencia es esa capacidad con la que cuenta nuestra alma para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo.

resiliencia

Cada vez que hablo de esta capacidad mental a mis seguidores, les insisto en que ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. Sabemos muy bien que la muerte de un ser querido, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo, problemas financiero serios, etc., son sucesos que tienen un gran impacto en las personas, produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional. Pero, aún así, los seres humanos han sido diseñado por el Eterno para lograr sobreponerse a esos sucesos y adaptarse bien a lo largo del tiempo.

Las Escrituras Sagradas enseñan en sus lineamientos que el camino que lleva a la resiliencia no es un tramo fácil de recorrer. Por el contrario la revelación de la Instrucción (Torah) asegura que esta peregrinación implica un considerable estrés y malestar emocional, a pesar del cual el alma humana saca la fuerza que les permite seguir con sus vida frente la adversidad o la tragedia. Ahora bien, la pregunta es: ¿cómo logra nuestra alma esto?

La resiliencia no es algo que un ser humano tenga o no tenga, sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier persona puede y debe aprender y desarrollar. Como siempre lo aseguro, es una cuestión de actitud.

Para que podamos analizar si hemos o no desarrollado esta capacidad psíquica, los invito a considerar los siguiente ítems que permitirán una auto-evaluación certera.

Características de los Resilientes.

Los resilientes poseen tres características principales:

saben aceptar la realidad tal y como es;

tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido de propósito;

y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.

Las Habilidades de los Resilientes

Lo que más nos alienta de todo esto es saber que la resiliencia se edifica desde la zona luminosa del ser humano, desde sus fortalezas, asumiendo la potencialidad de cada individuo para desarrollarse. Esa potencialidad tomará como base a las características mencionadas  desarrollará las habilidades propias de los resilientes que detallo a continuación:

  • Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.
  • Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden permanecer centrados en situaciones de crisis.
  • Saben controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.
  • Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen una visión positiva del futuro y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías.
  • Se consideran competentes y confían en sus propias capacidades.
  • Son empáticos. Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas.
  • Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas.

Lo que más hemos valorado en este tiempo de pedagogía celestial es la bendición de saber que la resiliencia es esa capacidad mental que permite a nuestros pensamientos mantener la conciencia de que en medio de toda dificultad, hay una oportunidad divina para que el propósito eterno de su perfecta voluntad sea manifestado.

Por todo esto, me atrevo a compartirte una exhortación profética que Abba inspiró en mi mente y corazón para despertar a sus hijos:

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AUTOESTIMA: Tu Espejo y el Espejo de los Otros

«Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos».
Salmo 119:73

Hablaba con una especialista en salud psíquica y me comentaba que uno de los problemas sicológicos más importantes en el mundo es la gran cantidad de personas con baja autoestima, situación que provoca padecer inseguridad, nerviosismo, torpeza o preocupaciones exageradas. Entonces me agregó el dato que las estadísticas de esto la engrosan las mujeres y su autoestima.

En mis servicio de coaching a los largo de estos últimos veinte años he comprendido que para una mujer, vivir una etapa de baja autoestima no es nada sencillo. Por ello es que siempre le recomiendo a mis discípulas que deben fomentar la actitud positiva llenas de promesas divinas, para poder salir de sus problemas y cumplir sus metas plenamente.
En medio de mis reflexiones respecto a este tema me encontré con el VIDEO que comparto aquí y considero oportuno para despertar conciencia en cada una de las mujeres que se acerca diariamente a esta región de la web.
En el VIDEO verán a un hombre que dibuja   a algunas mujeres a partir de las descripciones que ellas mismas le dan sobre su cuerpo. Luego, él vuelve a dibujar pero con las descripciones que le da otra persona que conversó con alguna de ellas mientras esperaba.
Notarán que cuando  se describen a sí mismas son muy duras y críticas, pero cuando las describen las personas con las que estuvieron conversando por un rato todo cambia.

De todo esto solamente me queda decirte que cuando aprendas a aceptarte, valorarte y respetarte como te lo mereces, vas a empezar a amarte.

Cómo lidiar contra las pesadillas

Por P.A. David Nesher

Si Ud. o alguien de sus contactos está teniendo dificultades con sueños hostigadores que probablemente están produciendo frutos de temor, ansiedad y terror, es probable que esos sueños no sean del Eterno Dios, sino más bien estén inspirados por el cuerpo o por demonios.
Primeramente, debemos definir ¿qué son los sueños? Los especialistas explican que se trata de una combinación de información que tenemos en el cerebro y emociones, y al configurarse, esta información se mezcla de forma errónea.
Cuando estamos despiertos el cerebro capta información y emociones por nuestros cinco sentidos y la va guardando hasta que la necesita, ya que llegado el momento, la recopila, junta adecuadamente y explica.
Sin embargo, mientras dormimos, la información que se ha guardado corre una suerte distinta a cuando estamos en vigilia. Al configurarse el sueño, esta se combina de forma aleatoria y aúna cosas del pasado, del presente y del futuro, pensadas, imaginadas y vividas sin coherencia ni explicación.
Normalmente, durante la noche, entramos en dos estados distintos de sueño. El primer estado es conocido como «SWS» (sueño con ondas lentas) y, después de unos 90 minutos, normalmente entramos en la segunda fase llamada REM (sueño con movimientos rápidos de los ojos). Durante el resto de la noche, alternamos entre estos dos estados
Los episodios de pesadillas aparecen en la segunda mitad de la noche. Entre sus principales características, destaca que el niño se despierta y siente miedo porque puede recordar el contenido del sueño, mientras se producen no suele haber “movimientos ni verbalizaciones.

¿Cómo se producen las pesadillas y los terrores nocturnos?

 
Se suelen definir las pesadillas como cualquier sueño molesto que lleva directamente a despertarse. Suelen estar asociadas a fuertes emociones, que desearíamos evitar. Solo un 4% de pesadillas ocurren durante la fase SWS y son conocidas como «terrores nocturnos».
Las pesadillas son un fenómeno frecuente en los niños, calculándose una prevalencia entre el 10% y el 50% en edades comprendidas entre los 3 y los 6 años. A pesar de ser más frecuentes en la infancia también pueden presentarse en la edad adulta. Las situaciones de estrés y los episodios traumáticos, aumentan su frecuencia y severidad.
Las pesadillas son descritas como sueños de contenido terrorífico, que ocurren generalmente durante el sueño REM, en la segunda mitad de la noche principalmente, y que acaban por despertar al paciente. El despertar se produce con rapidez, no presentándose el estado de confusión mental típico de los terrores nocturnos. La agitación (palpitaciones, aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración, etc.) es menos marcada en las pesadillas.
Tener una pesadilla de vez en cuando puede ser bastante corriente. Los estudios que se han hecho indican que entre un 4% y un 8% de la población en general tienen un problema cotidiano con las pesadillas.
Las personas no suelen recordar el contenido de estas pesadillas. Tal vez se despiertan sudando o gritando, y sin embargo son incapaces de saber qué es lo que han soñado.
Si las pesadillas son intensas y se repiten con frecuencia pueden llegar a tener un efecto negativo en el día a día del paciente.
Se ha comprobado que los intentos de evitar las pesadillas provocan conductas que alejan a la persona de la higiene del sueño necesaria para dormir adecuadamente, lo que puede llevar a causar un problema a la persona que es necesario tratar.
Las pesadillas, sobre todo las que son recurrentes, pueden generar una gran molestia porque distorsionan nuestro descanso y nos generan ansiedad sin que tengamos mucho control sobre ellas.
Aspectos escondidos de nuestro subconsciente, cosas que leemos, vemos u oímos, estados de ansiedad o temor pueden producir sueños aterradores. Muchas pesadillas pueden tener una llave que abrirá aspectos que necesitan liberación emocional o sanidad interior, por lo cual hay que examinarlos a la Luz del Espíritu Sanador de Dios. Otras pesadillas son producidas por ataques de espíritus diabólicos que hostigan, atormentan y arrebatan a las personas su paz y gozo interno, este tipo de pesadillas pueden causar confusión emocional donde las personas pueden llegar a tener miedo de dormirse por las noches.

¿Cuáles son las fuentes de las pesadillas?

Al considerar el origen de este mal del sueño humano tenemos que tener en cuenta los siguientes puntos:
a)La atmósfera espiritual que rodea el lugar, la casa o la habitación.  Esto influye de una manera muy fuerte en la mente de las personas mientras duermen, provocando perturbaciones, ansiedad, dolores de cabeza, opresión, el no poder dormir o cuando se duerme tener pesadillas o sueños perturbadores, cuando una persona duerme, el espíritu maligno es libre de entrar y salir del cuerpo de la persona a su antojo (Mateo 12:43). Algunas veces se siente una presencia inquietante en la habitación. Un ejemplo bíblico fue cuando el rey Saúl era atormentado por un espíritu maligno y David tocaba el arpa y este espíritu salía de Saúl (1ª Samuel 16:23 y 18:10-11).

b)Los espíritus que gobiernan un territorio o región.  Muchas veces uno se siente inquieto sin conciliar el sueño, con sueños perturbadores y la gente se despierta cansada debido a espíritus ocultos en el área, se puede relacionar la atmósfera en las grandes ciudades con el tipo de pecados, iniquidades y placeres carnales que dominan o controlan aquellos quienes viven en esas zonas en particular. El pecado tiene que ver con pensamientos carnales que llevan acciones que alteran la personalidad y a la vez alteran la atmósfera espiritual. Cuando muchos creyentes influyen en la moral y las leyes de una comunidad, se sentirá un espíritu de paz y tranquilidad a lo largo de la región (Leer Proverbios 29:2).

c)Señales y sonidos atrapados en la mente. Esta tercera razón tiene que ver con lo que la persona ve y escucha antes de ir a dormir. Es bueno no permitir ninguna actividad visual o verbal relacionada con el ocultismo, lo demoníaco o lo sexual, ya que se plantan semillas en la mente, y tal semilla puede abrir puerta a un espíritu atormentador u opresivo. El miedo por lo que se ve nos puede volver vulnerables a un ataque físico. Muchas veces el ver pornografía ya sea por internet o por otro medio, las personas se van a la cama con su mente enraizada con una aventura emocional con imágenes de mujeres extrañas, dando lugar a un sueño sucio. Debemos cuidar que dejamos entrar a nuestras mentes o corazones por lo que captan nuestros cinco sentidos fisicos por eso la Biblia dice en Proverbios 4:23: «Sobre  toda cosa guardada, Guarda el corazón, porque de él mana la vida.»

d)Los problemas con las preocupaciones o ansiedades. La Biblia nos menciona en Eclesiastes 5:3 » Quien mucho se preocupa tiene pesadillas, y quien mucho habla dice tonterías«. Según los expertos tienen pesadillas las personas con una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo. La investigación ha demostrado que la mayoría de la gente que tiene pesadillas regulares ha tenido una historia familiar con problemas psiquiátricos, experiencias con drogas, personas que han contemplado el suicidio, y/o han pasado relaciones tormentosas. Las pesadillas son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una manera en que nuestro subconsciente da un aviso. «¡Presta atención!»

¿Cómo podemos detener tales pesadillas o sueños sucios?

Si Ud. percibe que se le está revelando algún aspecto de su alma, debe anotar con mucho cuidado estos sueños y pedir la dirección y guía del Espíritu Santo respecto a la interpretación y aplicación de estos sueños. Si es necesario, su mentor espiritual mesiánico tal vez sea capaz de ayudarlo a determinar la mejor manera de lidiar con lo que descubra.
Al lidiar con pensamientos producidos por un espíritu de temor o algún otro espíritu demoníaco, Ud. debe saber que la Instrucción (Torah) del Eterno le ha dado autoridad espiritual sobre tales cosas:
«… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,…»
(2 Corintios 10: 4-5)
Conviene que Ud. practique estos tres consejos para evitar este tipo de ataque nocturno:
  1. Establezca una atmósfera positiva en su habitación: Es bueno orar al despertarse y antes de dormir, se puede tocar música de alabaza para purgar la atmósfera, también es bueno declarar la Palabra de Dios y ungir con aceite las paredes de la habitación, si no tiene alabanza cristiana alabe personalmente al Señor antes de dormir.
  2. Limpie su mente mediante la renovación del espíritu: En 2ª Corintios 4:16 y Colosenses 3:10 la palabra griega “renovar” que se utiliza en estos pasajes  significa hacer diferente de nuevo. Es un proceso de continua renovación y de ayudarse a pensar diferente. La renovación de la mente es un proceso diario, debemos limpiar nuestra mente mediante el “lavamiento de agua por la Palabra” (Efesios 5:26) después de leer y meditar en las escrituras su mente se limpiará  y su espíritu se inspirará.
  3. Declare palabras de descanso: Antes de dormir declare en voz alta la palabra de Dios, puede declarar las promesas del Salmo 4:8 y Proverbios 3:24. Es bueno que los padres que están criando a sus hijos aprovechen el momento en la noche antes que sus hijos se vayan a dormir de imponerles manos y pidan al Padre Celestial que tengan un sueño grato, puede declarar la promesa de Isaías 26:3 ya que la palabra paz en hebreo es “Shalom” que significa estar completo y lleno de bienestar y paz.

 

Sepa que si Ud. realiza estos tres pasos y se somete por completo a la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios, el diablo huirá de toda área de su vida:

«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros».
(Santiago 4:7)
 
Tenga bien en cuenta que la oración diligente y el uso de la espada del Espíritu, la Palabra de Dios (Efesios 6:17), le asegurará libertad del tormento. Busque también respaldo en oración de otros que puedan luchar junto a Ud. contra tales ataques.
Recuerde que los discípulos del Mesías no tienen por qué sufrir tormento innecesario de su propia alma o a manos del adversario (HaSatán).
Yeshúa proveyó nuestra sanidad y liberación de tal hostigamiento cuando derramó su sangre en la cruz del Gólgota y nos dio poder sobre todas las obras de las tinieblas (Lucas 10:19). Por lo tanto, debemos apropiarnos de la plena provisión que Él hizo para nuestra libertad espiritual y andar libres de temor, ¡incluso cuando dormimos!

Las 15 señales de una Persona Introvertida… ¿Coinciden contigo?

Enseño una y otras vez que muchos son los que piensan que las personas introvertidas son tímidas. Pero eso no es así, lo que sucede es que los introvertidos se “recargan de energía“ al estar solos o conversar únicamente con un algunas personas, mientras que una persona extrovertida se ”recarga» cuando comparte su tiempo interactuando con muchas personas. Por la confusión entre estos dos términos (timidez e introversión), muchos seres humanos, (algunos están ahora leyendo esta bitácora) no se dan por enteradas que son introvertidos.

Me encontré con que la periodista Maggie Heath publicó 15 señales que pueden indicar que eres un introvertido sin saberlo. A continuación te las comparto esperando que puedan servirte para que analizándote los más objetivamente que puedas, detectes cuál es tu verdadera personalidad:
1. Las multitudes te generan estrés.
Claramente, una multitud no es el lugar favorito de un introvertido. Conciertos, congresos, conferencias y eventos deportivos son un lugar perfecto para hacer sentir incomodo a un introvertido.

2. No te emociona demasiado la idea de conocer a nuevas personas.
Eso no quiere decir que te sea dificil hacer amigos, lo que sucede es que para relacionarte con personas nuevas debes gastar mucha más energía que la normal. Cuando esto ocurre te embarga una sensación de vacío aún después de la conversación más vanal.

3. Eres muy bueno para hablar en público pero no para lo que sigue después del evento.
El hecho de ser introvertido no significa que no puedas dirigirte a un público con propiedad. Sencillamente para ti es más facil ir y hablar ante una multitud que quedarte charlando con alguien después de eso. Puedes, por ejemplo, hacer un brindis fantástico en una fiesta de bodas pero lo más probable es que el resto de la noche no te destaques demasiado ni seas la estrella.
4. Eres amigo de personas extrovertidas
Los opuestos se atraen ¿verdad? Muchos introvertidos son muy buenos amigos de personas extrovertidas porque entre ellos existe un balance entre los dos tipos de carácter. A veces es indispensable para los introvertidos que alguien los saque al menos por un rato de su cascarón, e igualmente los extrovertidos necesitan de vez en cuando disfrutar de una cena tranquila con pocos amigos en casa.
5. No te gustan mucho las conversaciones (al principio)
Las conversaciones no son uno de los puntos en la lista de las actividades favoritas de una persona introvertida, aún así puede desenvolverse muy bien en ellas si lo quiere. Al principio te sientes un poco nervioso pero cuando has podido conocer al menos un poco más a tu interlocutor eres capaz de impresionarlo para bien.
6. Eres un amigo fiel
Las personas introvertidas por lo general son leales y sinceros. Eso ocurre porque su energía depende de factores internos y no de otras personas, por eso les queda más facil ser francos y abiertos con sus amigos.
7. A veces te gusta no hacer nada
Las personas extrovertidas siempre están en movimiento, de una cosa a la otra; en cambio para los introvertidos es importante tomarse un tiempo para estar consigo mismo. Para ti, si eres introvertido, el no hacer nada es la manera perfecta para relajarte y recuperar la fuerza perdida.
8. No respondes inmediatamente a los mensajes de texto
No estás todo el tiempo pegado a tu telefono; si ves que ha llegado un mensaje de texto de un amigo, lo lees y envías la respuesta sólo cuando te sientes preparado a hacerlo. Al fin de cuentas, estás acostumbrado a hacerlo todo a tu propio rítmo.
9. Hay que ganarse tu confianza
Para una persona introvertida puede ser dificil encontrar un amigo que respete su personalidad, por eso cuando la amistad nace necesitas más tiempo para empezar a confiar en esa persona. Por otra parte eso significa que no te herirán tan seguido como a las personas extrovertidas y tus amigos serán personas con las que en realidad se puede contar.
10. Escribes
Muchas personas introvertidas son escritores, su profesión está relacionada de un modo u otro con la escritura, o les gusta escribir en su tiempo libre sólo por el placer de hacerlo. Es una forma de hablar con el propio “yo“ interno, de cierta manera es como una recarga para el ánimo.
11. Eres cortés
Es común que una persona introvertida sea muy cuidadosa a la hora de interactuar con los demás, eso hace que de visita o en su propia casa las personas se sientan bien en su presencia.
12. Prefieres planearlo todo
Así como una persona extrovertida puede sencillamente irse con la corriente sin proponerse nada especifico para el futuro, un introvertido no puede hacer tal cosa. Lo más probable es que tu quieras planear con anticipación cualquier evento o situación para que todo salga como lo esperas; sin importar si se trata de un paseo con amigos o el cumplir con el trabajo que te ha sido asignado: planearlo todo es algo muy importante para ti, si eres introvertido.
13.  Te dicen que eres sabio
Es muy común que las personas introvertidas sean más sabios que lo que ”deberían» de acuerdo a su edad, y su comportamiento podría ser definido como maduro. ¿y quién no quiere mostrarse maduro y sabio?.
14. Sabes lo que te gusta
Las personas introvertidas casi siempre saben lo que quieren y eso les da ventajas tangentes como el estar abierto a lo nuevo pero saber rechazar a tiempo lo innecesario.
15. Mantener el equilibrio
Las personas introvertidas tienen una particular facilidad para mantener el equilibrio entre el tiempo que pasan a solas y el que comparten con otras personas. Los introvertidos procuran recibir el máximo de energía sin sacrificar la vida social. Este balance es algo muy bueno porque permite divertirse y trabajar sin llegar a extremos.

¡Las Siete Cosas que la Instrucción del Eterno te aconseja dejar de hacer ya mismo!

 Diariamente, y desde lo más profundo del corazón, redimidos de todas las naciones me consultan acerca de cómo deben hacer para vivir una vida acorde a la intención del Eterno Dios. Considerando esas sinceras inquietudes, he dedicado un tiempo especial para responder por escrito lo que aquellos me demandan y, a la vez, servir a todos los que están en este momento conectados con estas líneas pastorales.
1.- Debes dejar las malas amistades.
«No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter».
(1 Corintios 15:33)
Debemos escoger nuestros amigos de acuerdo con los principios bíblicos, porque de otra manera corremos riesgos graves. En todas las sendas de la vida deberíamos recordar la advertencia del Espíritu por medio de Pablo:
«No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso» 
(2 Corintios 6:14-18)
Separarse por causa de la verdad no es aislarse. Significa asociarse con las personas adecuadas para fines correctos y en el momento apropiado. De lo contrario cosecharemos los frutos de la advertencia que por medio de Santiago nos hace Dios:
    «¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios» 
(Santiago 4:4).
2.- Debes dejar de No enfrentar tus problemas.
Recuerda que el propósito eterno de Dios es perfecto y Él hará que sí o sí se cumpla en ti.
Primeramente, confía en que todo está bajo el control de la maravillosa soberanía del Eterno y Su maravillosa Providencia. El Eterno sabe lo que es mejor para ti y en su corazón tiene presente tus mejores intereses. Él le dijo a Jeremías: «los planes que tengo para ti son planes para prosperarte y no para dañarte, planes para darte esperanza y un futuro» (Jeremías 29:11). José entendió esta verdad cuando les dijo a sus hermanos que lo habían vendido como esclavo: «Ustedes pensaron dañarme, pero Dios lo pensó para bien» (Génesis 50:20). El rey Ezequías se hizo eco del mismo sentimiento al referirse a su enfermedad mortal: «Fue por mi propio bien que yo pasé ese tiempo tan difícil» (Isaías 38:17).
Siempre que Yahvéh te diga no a tu pedido de alivio, recuerda: «Dios está haciendo lo mejor para nosotros, entrenándonos para vivir para Él de la mejor y más sana manera» (Hebreos 12:10).
Si estás enfrentando un problema ahora mismo, no preguntes «¿Por qué a mí Dios?» Pregunta en cambio: «¿Qué quieres Señor que aprenda?«. Después confía en el Eterno Dios y sigue haciendo lo que es correcto.
«Ustedes necesitan tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir así lo que él ha prometido».
(Hebreos 10:36)
3.- Debes dejar de mentirte.
«Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos».
(Santiago 1:22)
¿Engañarse a uno mismo? Quizás esta idea nos parezca poco probable o incluso imposible. Pero es obvio que si el Eterno Dios nos advierte es por algo. Vale la pena, por lo tanto, que examinemos cómo podríamos caer en el auto-engaño y cuáles son algunas formas equivocadas de razonar que podrían llevarnos a ello.
¿Cómo podemos evitar que echen raíces en nuestra mente razonamientos erróneos que nos conduzcan al auto-engaño? Esforzándonos en todo momento por tener claro cuál es “la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios” (Rom. 12:2).
Uno de los mejores medios para lograrlo es estudar la Biblia a diario. De este modo, también conseguiremos que se fortalezca nuestra convicción de que el Eterno siempre interviene en el momento designado (Hab. 2:3).
4.- Tienes que dejar de complacer a las demás personas.
 “Si tienes miedo de la gente, tú mismo te tiendes una trampa;
pero si confías en Dios estarás fuera de peligro.”
(Proverbios 29:25 TLA)

Cuando nos preocupamos de lo que piensen los demás, dejamos que nos controlen. Perdemos mucho tiempo y energía tratando de averiguar lo que otros quieren que seamos y luego tratar de llegar a ser como ellos quieren.
Preocuparse por lo que otras personas piensan es peligroso, porque somos más propensos a ceder a la crítica. Esto significa que no siempre hacemos lo correcto, sino que hacemos lo que todo el mundo quiere que hagamos.
Y estamos en peligro de perder lo mejor del Eterno Dios, porque estamos tan preocupados por lo que los demás quieren que hagamos que no podemos dejar de pensar en lo que Yahvéh quiere que hagamos.
Te pido que tengas en cuenta estos tres hechos:
    Hecho # 1: No se puede complacer a todo el mundo. Ni siquiera Dios puede complacer a todos. Una persona ora para que llueva, otra ora para que sea soleado. ¿A quién Dios va a contestar? Dios no puede complacer a todo el mundo. Sólo un tonto trataría de hacer lo que ni siquiera Dios puede hacer.
    Hecho # 2: No es necesario complacer a todo el mundo. Hay un mito que dice que debes ser amado y aprobado por todo el mundo con el fin de ser feliz. Eso no es cierto. No tienes que complacer a todos con el fin de ser feliz en la vida.
    Hecho # 3: El rechazo no arruina tu vida. Duele, claro. No es divertido. Es incómodo. Pero el rechazo no arruina tu vida a menos que se lo permitas.
¡Deja de tratar de complacer a todo el mundo! Recuerda que nadie puede hacerte sentir inferior a menos que le des permiso.
5.- Tienes que dejar de aferrarte al pasado.
 
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios
en Cristo Jesús».
(Filipenses 3:13,14)

 

En este pasaje, el apóstol Pablo dice que una de las cosas que se esforzó por hacer fue “olvidar lo que queda atrás”. Seguramente Pablo trató de arreglar errores que había cometido antes y descubrió lo complicado e imposible que era. Sólo hay una cosa que podemos hacer con el pasado y es ¡dárselo al Eterno!

Cuando permitimos que Yahvéh tome control de nuestros desórdenes y los torne en milagros, el Padre tiene la habilidad de usar los errores que cometemos para nuestro bien, si sólo confiamos en Él.

Es importante dejar de pensar en el pasado para poder ver el diseño del Eterno Dios para hoy. No debes aferrarme al pasado por que entonces tu vida no podrá ver con claridad el hoy y no debes tampoco habitar con tu mente sólo en el futuro porque yo no sabes que es lo que el Eterno Dios ha preparado para ti.
¡Deja ya el pasado atrás! ¡Suéltalo!… ¡Deja que se vaya!… ¡Atrévete a decirle adiós!
6.- Deja de actuar como si todo estuviese bien. Si sientes la necesidad de llorar y desahogarte, hazlo.
 
«Bienaventurados los que lloran porque serán consolados …»
(Mateo 5:4)
Cuando los hombres de este sistema de cosas escuchan esta frase su reacción es decir, “¡qué tontería!» El llorar es algo que ellos intentan evitar. La filosofía de este mundo es: “olvídate de tus problemas. Alégrate”. El sistema de cosas está organizado para ayudar a la gente a alejarse del lloro. El entretenimiento es una de las grandes industrias. La televisión y la radio ofrecen una dieta amplia de risa. Al contrario, la Biblia dice “bienaventurados los que lloran”.
El lado opuesto de esto se encuentra en Lucas 6:25. Allá dice, “¡Ay de vosotros, los que ahora ríes! Porque lamentaréis y lloraréis”. Es una condenación de la indiferencia del mundo hacia a lo que es de suma importancia.
El Mesías Yeshúa habla de «llorar» como se llora la muerte de un ser querido. Significa llo­rar intensamente. No se refiere al «llorar» por ambiciones fallidas, ni por haber perdido riquezas, ni por haber sido avergonzado, ni por haber sido castigado por alguna maldad. No hay bendiciones para los que lloran por estas causas, a menos que se arrepienta. Tampoco promete bendición para aquellas almas pesimistas que viven lloriqueando por su mala suerte, diciendo que todo el mundo está en contra suya. Esta bendición se pronuncia sobre los que lloran:
(1) por los pecados propios,
(2) por los pecados de otros, y
(3) por el sufrimiento y la tristeza que hay en el mundo.
El llorar no es en sí una bendición, pero si produce arrepentimiento (teshuvá) y obediencia, trae bendición.
7.- Deja de quejarte y se agradecido.
“Aconteció que el pueblo se quejó a oídos del Señor… y ardió su ira. [y] consumió uno de los extremos del campamento” 
(Números 11:1)
Quejarse es una manera habitual hoy día en nuestras vidas de poder conseguir cosas o de poder creer que nos faltan cosas. Mentalmente nuestra sociedad el que no se queja no tiene.
¿A quien dañas realmente cuando te quejas?:
(a) A ti mismo. La queja conduce al enfado, a la amargura, y hasta a la depresión. El Señor te ama, y no desea que te dañes a ti mismo;
(b) A tu relación con el Eterno Dios. La queja cuestiona su carácter; de hecho es como si dijéramos: “Señor, lo has estropeado; tuviste la oportunidad de complacerme, pero al final lo has echado a perder”;
(c) A otros. Nadie disfruta siendo “miembro de la Brigada de los quejumbrosos”. Tus pensamientos negativos afectan a los que te rodean.
¿Alguna vez te has parado a pensar por qué el quejarse es tan popular, cuando en realidad no produce ningún cambio? ¡Porque ello satisface nuestra naturaleza egoísta!
Cada uno de nosotros tiene algo en su vida, acerca de lo cual ¡Dios no quiere escuchar ni una sola queja!
Es duro vivir con la adversidad, pero debes comprender esto: cuando te quejas, pierdes el derecho a la gracia divina que te permitirá sobrellevarla. La fortaleza y el gozo necesarios para experimentar la victoria están a nuestro alcance, pero si elegimos quejarnos o aferrarnos al “ídolo de una vida perfecta”, la perdemos.
En la epístola a los Hebreos, capítulo 13, versículo 17, dice que la queja no trae provecho, no trae satisfacción. En Santiago, capítulo 5, versículo 9, dice que la queja trae condenación. El murmurar, el quejarnos delante del Señor trae condenación. ¿No crees que es una actitud que deberíamos cambiar?
Hay muchas personas que darían cualquier cosa para estar en tu situación, mira a tu alrededor y aprecia y valora lo que tienes. Por lo tanto, en vez de quejarte sé agradecido. Ser agradecido es lo que moverá al Eterno Dios para impartirte fuerza.
Dice 1 Tesalonicenses 5:18 (PDT): «Den gracias a Dios siempre, esto es lo que él quiere para ustedes en Cristo Jesús.«
Dar gracias es la voluntad del Eterno Dios para nosotros. Esto es muy importante, según lo que expresa la primera carta a los tesalonicenses, Dios está esperando que nosotros como creyentes seamos agradecidos en todo momento. Entiéndelo cuando eres agradecido, estás cumpliendo con Su voluntad.
Más que nunca debemos comprender que el agradecimiento es clave para la multiplicación. El agradecimiento es clave para la extensión en nuestras vidas.
¡Los agradecidos serán los próximos líderes, prósperos, multiplicadores! … ¡De los agradecidos será todo lo prometido por el Eterno Dios!
¡Anhelo que estos tips de fe te permitan conectarte en plenitud con la Intención bendita del Eterno Dios!
¡Shalom!

Me iluminó con la inmensidad

Cierra los ojos,
 Sumérgete en la inmensidad
que hay en ti.
Permanece simplemente en ti.
Déjate llevar por tu anhelo,
abandónate a él por completo.
Él te conduce a la profundidad,
a tu profundidad,
tu propia inmensidad.
Percibe cómo tu anhelo
te conduce cada vez más hondo.
Admítelo,
abandónate a él,
abandónate a la profundidad,
abandónate a la inmensidad.
Gusta la tranquilidad y el abandono,
la profunda paz que produce,
Báñate en ella,
deja que ella te toque y te atraviese,
déjate atravesar e iluminar
por lo inmenso
a lo que estás conectado.

Giuseppe Ungaretti
Poeta italiano

10 Actitudes para acumular AMIGOS

Por P.A. David Nesher

«El hombre de muchos amigos se arruina, pero hay amigo más unido que un hermano».
Proverbios 18:24

Debo reconocer que este proverbio de Salomón identifica mi vida en esta área. A lo largo de mis años no he cosechado muchos amigos como tantos otros gozan en jactarse, pero, a decir verdad, no me arrepiento ya que he sido testigo de como muchos seres humanos arruinaron sus proyectos de vidas por ufanarse de contar con innumerables «amigos» que a la hora de ser necesarios brillaron por sus ausencias.

No viene mal compartirles la siguiente frase acerca de este pasatiempo maravilloso que la vida ofrece:

“En la vida, un amigo es mucho; dos,
muchísimo, y tres, casi imposible.”

—Henry Brooks Adams.
Este pensamiento indica que escasean los amigos de verdad. Mucha gente se siente sola y anhela conseguir tales compañeros, por lo que hace comentarios como: “No tengo a quién acudir”, “No puedo confiar en nadie” o “mi perro es mi mejor amigo”.
Reconozco a esta altura de mis años que nuestra calidad de vida depende a buen grado de la calidad de las amistades que obtengamos en nuestra existencia. Puedo asegurarles que los egocéntricos no son felices, pues no tienen amigos con quienes compartir lo que poseen o lo que piensan. Esta actitud es la que bien dijo Jesucristo que debe existir en el ser humano: “hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35). De forma análoga, el poeta inglés George Byron escribió: “Quien quiera acrecentar su gozo, compártalo”.
Las Escrituras exhortan al hombre mesiánico a ‘ensanchar’ sus afectos (2 Corintios 6:13). Sí, es sabio, y convenientemente saludable, brindarnos a los demás. En Eclesiastés 11:1, 2 leemos: “Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado. Comparte lo que tienes con siete y hasta ocho amigos, pues no sabes si mañana el país estará en problemas”. ¿Qué tiene que ver este principio con las amistades? Respuesta sencilla: si entablamos muchos amigos, alguno habrá que nos ayude en tiempos difíciles.
Además, los amigos de verdad nos protegen de otro modo. Como señala Proverbios 27:6, “Más se puede confiar en el amigo que hiere que en el enemigo que besa.”. Así, aunque cualquiera puede colmarnos de elogios, solo estos compañeros nos tienen la estima necesaria para señalarnos las faltas graves y aconsejarnos de forma constructiva y cariñosa (Proverbios 28:23).
Ahora bien, ante todo lo hasta ahora compartido, hay algo que sí estoy convencido puedo aportarles a todos ustedes, y tiene que ver con las actitudes que aprendí a practicar en mi propia vida para ganar los amigos que el Eterno, en Su Providencia, me tenía señalados para edificar mi propósito mesiánico.
Si deseamos que otra persona ingrese por amor a nuestra vida, es necesario que estemos dispuestos a abandonar ciertas características destructivas de toda empatía humana. Las mismas las resumiré en diez puntos:
  1. La necesidad de tener siempre razón.
  2. La necesidad de ser el primero en todo.
  3. La necesidad de ejercer constantemente el control.
  4. La necesidad de ser perfecto.
  5. La necesidad de ser amado por todos.
  6. La necesidad de poseer.
  7. La necesidad de no tener conflictos ni frustraciones.
  8. La necesidad de cambiar a otros según nuestras necesidades.
  9. La necesidad de culpar.
  10. La necesidad de dominar.

 

Anhelo que estas pautas les ayuden a obtener una gran cosecha de amigos. Ahora, me despido de cada uno de Uds. recordándoles que la amistad genuina es una gran dádiva que da el Dios Eterno. Refleja la forma de ser del Dios-Amor que nos creó, quien, por amor y generosidad, llenó la Tierra de criaturas inteligentes de las que podemos ser amigos. Imitaremos a Yahvéh y a su Hijo Jesucristo si nos relacionamos con nuestros hermanos les damos ánimo, los acompañamos en el ministerio y oramos habitualmente con ellos y por ellos.
Esfuércense ahora por ser buenos compañeros y hacerse amigos de quienes aman a Abba nuestro.

 

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Creatividad y apoyo: dos claves para afrontar la adversidad (Resilencia)

«Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, 
obtendréis fortaleza y paciencia, y con gozo, 
daréis gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz.»
Colosenses 1: 11-12
No darse por vencido ante una dura enfermedad, ayudar a otros padres que también perdieron a sus hijos, salir adelante luego de sobrevivir a una guerra, o superar la muerte de un ser querido son algunas de las circunstancias de la vida en la que todos desarrollamos una personalidad resiliente.
La resiliencia es la capacidad de afrontar momentos adversos superándolos de modo creativo y logrando aprendizajes a partir de las situaciones vividas. Es un proceso que se constituye a lo largo del tiempo y que permite la construcción de la capacidad subjetiva de enfrentar y sobreponernos a la adversidad, posibilitando tener una vida sana en un ambiente sano.

Todos tenemos potencialidad para ser resilientes, pero cada uno tiene su propia capacidad, configurada por su base biológica cerebral, por el desarrollo de habilidades y por la oportunidad que tuvo en situaciones de estrés de estar acompañado por un adulto significativo que lo ayudó a sobreponerse de la adversidad. Las personas resilientes suelen ser equilibradas frente a las situaciones de incertidumbre y estrés, soportan mejor la presión y se enfrentan a los retos con mayor compromiso y proactividad, teniendo una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y fuerte autoestima que les permite estar más abiertos a los cambios, porque tienen la seguridad de que saldrán adelante”, explica Guillermo Fernández Dadam, director médico del Instituto de Neuropsiquiatría, Adicciones y Psicología Positiva de Bs. As. (INAPBA).
Una fuerte red de contención formada por familiares y amigos, como así también compartir las experiencias dolorosas entre pares, ayuda a potenciar la resiliencia. “Es fundamental apoyarse en la familia y grupos de pertenencia, fortaleciendo destrezas técnicas y humanísticas, valorando el ocio creativo, cultivando disciplinas artísticas, escritura o música, tomando con humor y esperanza las dificultades. También es positivo revalorizar nuestro lugar en la vida a partir de convicciones espirituales, morales, ideológicas o políticas y aprendiendo de las crisis”, sostiene Roberto Sivak, presidente del Capítulo Estrés y Trauma de la Asociación Argentina de Salud Mental y autor del prólogo del libro “Vidas que enseñan” de Alejandro Gorenstein, de editorial Del Nuevo Extremo.
También es fundamental darnos tiempo para procesar y metabolizar situaciones dolorosas o traumáticas e instalar mecanismos de acompañamiento, que permitan crear salidas novedosas ante dichas situaciones. 
¿Los beneficios de ser resiliente? 
El gozar de una vida más sana, ya que cada experiencia procesada con el tamiz de las características resilientes permite nutrirse y conocer, lo cual aporta una visión más amplia y enriquecida de la vida. Permite establecer vínculos consigo mismo, con otros, con la historia, y con los proyectos, de un modo saludable, aumentando las posibilidades de disfrute”, concluye Elenora Novogrudsky, licenciada en psicología.
Rasgos positivos

El especialista en Psiquiatría y Adicciones Guillermo Fernández Dadam señala algunos rasgos de las personas que potencian la resilencia:

Introspección: capacidad de reflexionar, hacerse preguntas y darse una respuesta honesta.

Independencia: establecer límites entre uno mismo y los ambientes adversos.

Iniciativa: afrontar los problemas y ejercer el control.

Humor: conduce a encontrar el lado cómico en las situaciones adversas.

Creatividad: lleva a crear orden y belleza a partir del caos.

Moralidad: desear una vida personal satisfactoria, amplia y con riqueza interior.

Valores y la separación entre lo bueno y lo malo.


Habilidad para establecer lazos íntimos con los otros.


Fuente: Clarín.com

El feto humano percibe la depresión de su madre

La conexión entre una madre y su hijo es quizá una de las relaciones naturales que más curiosidad han despertado desde siempre, dando origen a ideas y creencias que aunque tienen cierta aceptación general, no todas gozan de comprobación científica. Hasta el momento.
Sin embargo, una investigación reciente llevada a cabo por científicos de la Universidad de California en Irvine, acaba de comprobar que el feto puede percibir el estado psicológico de su madre, con consecuencias distintas en cada caso. 
Estudiando en particular un grupo de madres con y sin depresión antes y después del parto, los investigadores encontraron que los bebés nacidos de madres deprimidas durante su embarazo e incluso después de haber parido, así como de madres sin este padecimiento en ningún momento de su embarazo ni después de este, tenían un mejor desarrollo una vez nacidos en comparación con las madres que pasaban de un estado depresivo a uno mentalmente sano o viceversa antes o después del parto. 
Lo que importa para el bebé en sus primeras etapas de desarrollo, concluyen los científicos, es que su entorno sea estable antes y después del nacimiento, y esto incluye la condición psicológica de su madre. 
Sin embargo, también se debe tener en cuenta que, a largo plazo, la depresión de la madre puede derivar en problemas neurológicos y trastornos psiquiátricos en el hijo, dijo Curt A. Sandman, jefe del equipo que realizó el estudio, quien agregó además que en otra investigación descubrieron que los niños cuyas madres se mostraron angustiadas durante su embarazo mostraban diferencias en ciertas estructuras cerebrales, aunque las investigaciones en este campo tardarán décadas en ofrecer resultados precisos. 
Creemos que el feto humano es un participante activo en su propio desarrollo y recoge información para su vida después del nacimiento. Se prepara para la vida a partir de los mensajes que la madre le provee”, dijo Sandman.
Fuente: Mamá Natural

Negación… la excusa perfecta para enmascarar una herida

La negación es el mal generalizado del momento y a veces la excusa perfecta, consciente o inconsciente, para no tomar decisiones. La mayor parte de la gente que la padece no la reconoce, pues lo peor de la negación es que la persona de veras se cree lo que dice, aunque tú sepas que es falso.

El esposo le es infiel y es tan obvio que no lo ve. El esposo es un abusador, pero no lo puede reconocer. La relación de pareja terminó y cree que la pelea es transitoria. En el empleo le dan indicios de que lo van a despedir y no lo oye. Se quedó sin empleo y no se mueve a buscar otro. No tiene dinero para cubrir sus gastos y sigue haciendo planes de compras. Hay enfermedad grave en su familia y actúa como si no entendiera. Le dijeron que padece una enfermedad e insiste en no afrontarla. Sus padres se deterioraron “de momento” y necesitan ayuda, y prefiere justificarlo. Perdió a alguien cercano o se le murió, y no lo admite (de hecho, la negación es una de las 5 etapas del duelo y es una etapa en el manejo de las enfermedades terminales). Su familia o su relación de pareja no funcionan, y no tiene la menor idea de lo que pasa.
La verdad es tan real que ni la ve ni la puede aceptar. Eso se llama negación o como lo dicen en buen inglés, “denial”.
En su manifestación más extrema les ocurre a los alcohólicos, adictos y personas con desajustes mentales. Otros utilizan el mecanismo de manera neurótica para que les sirva de excusa y no asumir su responsabilidad ante las situaciones. Pero millones de personas con una salud mental razonable recurrimos a corto plazo a este mecanismo de defensa, cuando es muy difícil asimilar un evento. 
La negación te ayuda a absorber emocional y mentalmente una situación, mientras te preparas a enfrentarla. Un estado largo de negación te impide tomar acción ante el problema, y termina perjudicándote a ti y a los que te rodean.
Hay situaciones, como por ejemplo el maltrato conyugal, que se prolongan indefinidamente debido a la negación. En esos casos vencer la negación para iniciar cambios importantes puede ser más difícil y complicado, y requerir ayuda profesional. Las circunstancias no van a cambiar porque insistas en negarlas; por eso debes superar la negación.
Si te sientes atrapado por una situación y no actúas para resolverla, o alguien te comenta que estás en negación, te sugiero lo siguiente:
1. Dependiendo de la urgencia que requiera tu acción, toma unos momentos o un tiempo razonable para asimilar el evento y pensar en la situación.

2. Expresa tus emociones.

3. Piensa las consecuencias negativas de las circunstancias.

4. Considera las posibles acciones a tomar, sus consecuencias y cómo enfrentarlas.

5. Examina tus miedos y las creencias irracionales en cuanto al evento. En la desesperación, tal vez pienses en posibilidades que nunca ocurrirían, pero si no las descartas, pueden interferir en tus decisiones.

6. Conversa con alguien de tu entera confianza y que te demuestre solidaridad.

7. Reúne un grupo de familiares y amigos para que te apoyen, o únete a un grupo de apoyo de acuerdo con tu situación específica. 

8. Si antes de tomar acción tienes que consultar algún recurso médico, legal o de salud mental, búscalo. Por supuesto, si te niegas a creer que estás en negación (valga la redundancia), busca ayuda de un profesional de la conducta.

Fuente: Huffingtonpost