Tradiciones Humanas

Yeshúa y Janukah… ¿Fiesta Divina o Lección Mesiánica?

Por P.A. David Nesher

En los Escritos Mesiánicos, más específicamente en el Evangelio de Juan se nos relata acerca de nuestro amado Mesías y Maestro Yeshúa, caminado cerca del Templo, en los días de Janukah donde dice:

 «Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón»
(Juan 10:22)

En hebreo, Janukah (חנוכה) significa «dedicar«, «inaugurar…» Desde esta acepción, Janukah es un Fiesta que conmemora la re-dedicación del Templo de Jerusalén, luego de haber sido profanado por el rey griego-seléucida Antíoco Epifanes. Por eso, también es llamada la Fiesta de Dedicación, o Fiesta de las Luces, porque durante su celebración se enciende día a día una vela en un candelabro de nueve brazos llamado Janukía. .invención del rabinato farisaico):

Para explicarlo mejor, diré que cada año, comenzando en el veinticinco de Kislev, nuestros hermanos de la Casa de Judá apartan ocho días para celebrar este evento histórico de la época de los macabeos.

Según el relato de la historia, Matatías, un kohen (sacerdote) y sus cinco hijos (Yojanán, Simón, Eleazar, Jonatán y Judas) lideraron la rebelión contra Antíoco. Uno de ellos, Judah (griego Judas) fue conocido por el nombre de Judah haMacabí («Judah el Martillero»). En el año 166 a. E.C. Matatías fallece, y Judah toma su lugar como líder de la rebelión. En el año 165 a. E.C. la rebelión contra el monarca seléucida triunfa, y el Templo es liberado y rededicado.

En los libros deuterocanónicos o apócrifos conocidos como I Macabeos y II Macabeos se puede leer sobre la institución de la Janukah. El primero narra:

«Durante ocho días celebraron la dedicación del altar… Entonces Judas y sus hermanos y toda la asamblea de Israel, decidieron que la consagración del nuevo altar se debía celebrar cada año con gozo y alegría durante ocho días, a partir del día veinticinco del mes de kislev.»

(1Macabeos 4:56-59)

De acuerdo con el Segundo Libro de Macabeos (10:6-8), «lo celebraron con alegría durante ocho días, a la manera de la fiesta de los Tabernáculos… toda la asamblea aprobó y publicó un decreto en el que se ordenaba que todo el pueblo judío celebrara cada año estos días de fiesta«.

Janukah fue la victoria de unos pocos sobre muchos. Cada macabeo fue un héroe, esencial para llegar a la victoria. Por eso, discernimos que la instauración de la festividad, fue realizada por una institución guerrillera y política antes que por una asamblea llena de fe en el Creador, que guardaba Torah con integridad. Evidentemente para los judíos Janukah conmemora una victoria militar que salvó a su Casa, y las implicaciones de esto son inmensas. Si Antíoco hubiera tenido éxito en su campaña de antisemitismo y destrucción, para el tiempo de Yeshúa, ya no hubieran existido los judíos.

Pero también tenemos otro origen de la citada festividad; lo vemos en el Talmud y en el Midrash Rabah, donde lo mítico intoxica a esta fiesta. En estos textos rabínicos se nos dice que Janukah representa la festividad del solsticio de invierno, momento en que los días comienzan a alargarse y a tener mayor cantidad de horas de sol. El Talmud cuenta que Adán, vio ponerse al sol por primera vez en su vida y tuvo miedo, y por eso se relaciona esta historia con la festividad del solsticio de invierno. Según este relato, el primer año Adam ayunó ocho días, y luego cuando los días comenzaron a alargarse, lo celebró por ocho días más; pero en el segundo año, cuando entendió que esto ocurría normalmente simplemente hacía fiesta. (Talmud, Tratado de Avodá Zará, 8a).

Excelente romanticismo, pero difícil de aceptar por cuanto no hay evidencia ninguna para probar tal suceso y relato. No existe copia o manuscrito que ni siquiera nos mencione a “Adam” en un tiempo determinado y mucho menos en relación con solsticio alguno.

Por otra parte, y para lograr una mejor perspectiva del origen de esta fiesta, debo decir que el foco de atención de la misma es la denominada janukía. Se trata de una menorah de Janukah con nueve brazos. Sabemos que la menorah normal, como la vemos en el símbolo moderno del estado de Israel, tiene siete brazos. Los ocho brazos de la menorah de Janukah supuestamente recuerdan el milagro del aceite que duró ocho días (un mito con el que el rabinato justifica y sostiene a esta festividad); y cada día se enciende el número apropiado de velas. Destaca entre los demás el noveno brazo (en el centro con cuatro brazos de cada lado), éste lleva la vela que se usa para encender las otras velas y se llama shamash (“siervo” en hebreo). La janukía se enciende después del crepúsculo, y normalmente le sigue una cena festiva.

Para explicar el origen de esta tradición, el rabino Yoel Ben Nun dice que la festividad de la Janukah se relaciona con el fin de la cosecha de aceitunas y su prensado para la obtención del aceite de oliva. (Iom Iesod Heijal Hashem, Magadim 12) Él mismo explica que en la Mishná (Bikurim 1:6) esta festividad marca el final de la ofrenda de las primicias del olivo. Yoel Ben Nun dice que era una festividad agrícola en la que se encendían luces con aceite de oliva, ya desde la época del primer Templo de Yerusalém. Igualmente el Dr. Israel Rozenson opina que antes de la revolución de los hasmoneos existía una festividad del aceite, que fue reinterpretada y adaptada tras la victoria hasmonea.

Ante esta última explicación rabínica, quizás convenga decir que la versión que figura en el primer libro de Macabeos, indica que una celebración de ocho días con cánticos y sacrificios fue proclamada cuando se rededicó el altar, pero no hace mención alguna al milagro del aceite. Algunos historiadores creen que la razón de esta celebración de ocho días fue, en realidad, una celebración tardía de las festividades de Sukot y Shemini Atzeret (Macc. x. 6 y i. 9), en esa época las festividades más importantes del año. Esto debido a que durante la guerra los judíos no pudieron celebrar apropiadamente estas festividades, y no solo que la duración combinada de ambas es de ocho días, sino que durante la festividad de Sukot se encendían lámparas en el Templo.

Aunque esta Fiesta no está ordenada por Yahvéh en la Torah (cf. Levítico cap. 23), vemos que Yeshúa asistió al Templo para participar de ella, según lo relata el apóstol Juan en su relato evangélico (Jn. 10:22-23). 

El documento joanino dice que era invierno, para ser específicos, diciembre. Nuestro Señor Yeshúa se encontraba paseando en Su Templo, concretamente en el Pórtico de Salomón, cuando, de repente, es rodeado por un grupo de judíos que le dicen:

“Y le rodearon los líderes judíos y le dijeron:
¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Mashíaj, dínoslo abiertamente”
(Yohanán/Juan 10:24)

Si observamos el diálogo aquí descrito, notaremos que la pregunta no estuvo relacionada con la Fiesta de Januká en sí, sino más bien con la identidad ontológica de Yeshúa.

«Yeshúa les respondió:
Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí”

(Yohanán 10:25)

Yeshúa les dice que las señales que el Mesías tenía que llevar a cabo, él las había realizado, pero ni siquiera así habían creído en él, por eso, Yeshúa les agrega que ellos no eran sus ovejas:

Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano
(Yohanán/Juan 10:26-28)

El Maestro es muy claro en sus palabras. Mientras que los líderes judíos (y sus legados el rabinato actual) estén alineados mentalmente en sus dogmas, costumbres y tradiciones no podrán ver al Mashíaj, no creerán en sus obras, y no serán sus ovejas.

A continuación, Yeshúa agrega a su discurso palabras llenas de códigos divinos revelados en toda la TaNaK:

Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre 
(Yohanán/Juan 10:29)

El Señor Yeshúa al decir “Mi Padre”, está reconociendo que Él, como Ungido, está bajo Su dirección y que todo lo que hace, lo hace por mandato del Eterno; y cuando dice: “es mayor que todos”; se está refiriendo a que es mayor que todos los Elohim (poderosos) y que es superior a cualquier tradición oral dada por los “rabinos de bendita memoria” en cuando a lo que es o no es el Mashíaj.

Además, el Señor Yeshúa añade en relación a las ovejas “y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padrequeriéndoles decir con esto que hagan lo que hagan para tener sus propias ovejas, solamente, las ovejas escogidas por el Eterno tendrán vida eterna, el resto, perecerá.

Luego, al final de todo lo que viene diciendo, nuestro Señor y Maestro les agrega:

Yo y el Padre UNO somos”.
(Yohanán/Juan 10:30)

Esta respuesta de Yeshúa para este grupo de judíos fue muy significativa:

Entonces los judíos volvieron a tomar PIEDRAS para apedrearlo.
(Yohanán/Juan 10:31)

Meditando en las causales de esta reacción, las preguntas exegéticas que debemos realmente hacernos son las siguientes:

  • ¿qué función literaria tiene la mención de esta fiesta judía en el contexto de Juan capítulo 10?
  • ¿Es el punto principal del pasaje que los redimidos celebremos Janukah, o es meramente información para ubicar el incidente en un tiempo y lugar?

Como notamos el punto del pasaje es el encuentro hostil del Mesías con los líderes judíos (v. 24). Aceptemos que estos dirigentes ya habían condenado a Yeshúa (Jesús). Ellos lo único que a esta altura están buscando es cómo eliminarlo del plano físico. Por eso, en este encuentro estaban buscando testimonio directo de la boca de Yeshúa para usar contra él en el Máximo Tribunal de Justicia o Sanedrín. Esto explica la razón de la respuesta que le da nuestro Maestro. Él rehusó cooperar diciendo que ya les había dicho y mostrado por sus obras. Les dijo que no creían su testimonio porque no eran de sus ovejas.

Pero, ¿qué es lo que captaron ellos ante la respuesta de nuestro Amado Dueño y Maestro? Pues bien, ellos se dieron cuenta que Yeshúa los estaba guiando a los sodot (secretos) guemátricos del elemento principal de esta festividad: los ochos días con el encendido de luces.

Por favor mi amado lector o lectora, quiero invitarte a que consideres la siguiente explicación:

Las Luces de Januká y la Manifestación del Ungido (Mashiaj o Cristo)

En Januká se celebra el recordatorio del milagro que llevó a que durante el proceso de rededicación del Templo, la lámpara que lo iluminaba se mantuvo encendida durante ocho días, cuando en realidad solo tenía aceite para uno.

Y en honor a esto, durante Januká las velas de un candelabro especial de nueve brazos se encienden progresivamente, una nueva cada noche hasta completar ocho (el noveno brazo, en el centro, funciona como vela piloto).

De esto deducimos que en la celebración de Januká se encienden en total 44 lamparillas en los 8 días de la festividad. (Cuéntalas en la imagen que aquí comparto).

Ahora bien, si sumamos 4+4 = 8,

El número 8 es el valor guemátrico del nombre Yeshúa.

Yeshúa (ישוע) en hebreo es:

Yod (10)+ Shin (300) + Vav (6) + Ayin (70) = 386 (3+8+6 = 17) 1+7= 8

(Este método se llama Mispar Katán)

«Yeshúa dijo:
Yo soy la luz del mundo
(Or HaOlam).»
(Yohanán/Juan 8:12)

Veamos una cosa interesante: la guematría de Or HaOlam (אור העולם) es 358,y este es el valor numérico para la palabra Mashiaj (משיח).

Por otra parte, el valor numérico del Nombre YHVH es:

Yod (10) + He (5) + Vav (6) + He (5) = 26 (2+6= 8)

Es decir que tiene la misma Guematría de el nombre del Mashiaj Yeshúa

Si sumamos el valor númerico de YHVH (= 8), más el valor numérico de Yeshúa (= 8)

8+8 = 16 ( 1+6 = 7)

Ahora bien el valor de 7 es igual a el valor numérico de Ruaj – רוח (Espíritu):

Resh (200) + Vav (6) + Jet (8) = 214 (2+1+4 = 7)

En conclusión en esencia YHVH, su Hijo Yeshúa y su Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo) Son Uno.

¡Esto es lo que los líderes judíos discernieron en las palabras de Yeshúa, y esta es la razón por la que tomaron piedras para matarlo (desde su opinion) por blasfemo!

Yeshúa les contestó :

«Ya se los he dicho y ustedes no confían en mí. Las obras que yo realizo en el nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero el motivo por el que no confían es que ustedes no están incluidos entre mis ovejas. Mis ovejas escuchan a mi voz, yo las reconozco y ellas me siguen, yo les doy vida eterna. Ellas no serán jamás destruidas y nadie las arrancará de mis manos. Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos y nadie las puede arrancar de las manos del Padre. Yo y el Padre somos uno.«
(Yojanán/Juan 10:22-30)

Es impresionante, ver, como en la Fiesta de Januká, los líderes judíos no aceptaron a Yeshúa; ellos preferían seguir creyendo en su “Milagro de Januká” que en el Ben Elyon (es decir: el HIJO DEL ALTÍSIMO) que traía mensaje de Salvación y Vida Eterna.

La Ironía de la Tradición Humana confrontada con la Revelación Divina

Vamos a ser directos y francos. El punto del pasaje no es de animarnos a participar en la fiesta de dedicación renovando las tradiciones de los judíos. La mención de esta fiesta, y el pórtico de Salomón en el Templo, es simplemente para ubicar el incidente en un tiempo y lugar. Es una manera de confirmar que este encuentro sucedió. Es un hecho histórico y confiable. Esto es el sentido más claro del pasaje, pero hay una ironía muy interesante en la mención de la Fiesta de Dedicación.

Dicha ironía es que Januká era una celebración de la liberación de la tiranía de un poder extranjero celebrado en un tiempo de sujeción a otro poder tirano extranjero, el Imperio Romano. Todos estos judíos contemporáneos de Yeshúa, sabían que la libertad de esta tiranía estaba en el Rey Mashiaj, y allí había puesto su esperanza. Pero los líderes rechazaron a Yeshúa como tal pues preferían el pacto que habían hecho con el César. Esta casta religiosas será la que más tarde, cuando Pilato intentó librar “al Rey de los Judíos”, gritará:

“¡No tenemos rey  más que el César!”
(Juan 19:15).

A todo lo que hasta aquí he enseñado, le viene bien el complemento que le darán las observaciones del biblista R.J. Rushdoony quien hace una exégesis este pasaje destacando los siguiente:

La ocasión de este incidente fue la Fiesta de la Dedicación, también llamada la Fiesta de las Luces. Conmemoraba la purificación y re-dedicación del Templo en 165 a.C. después de la profanación por Antíoco IV Epifanías (1 Macabeo 1:59; 4:52, 59; etc.) Era una fiesta de ocho días celebrando la liberación de un poderoso tirano extranjero. En 166 a.C. el Templo había sido profanado por Antíoco IV Epifanías y la liberación era celebrada anualmente en la mitad de diciembre. Mientras no cesaban el trabajo ni el negocio, era un tiempo de celebración y gozo. La euforia de la victoria teñía la vida de los judíos durante varias generaciones. Era el invierno, nos dice, y Jesús estaba caminando adentro del Templo en el pórtico de Salomón donde había protección de la lluvia. Nos dice en el versículo 24 que los judíos, quiere decir los líderes religiosos, rodearon a Jesús demandando, “¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.” Las palabras de nuestro Señor habían sido bastante claras pero lo que fue demandado era lenguaje explícito que podía servir como testimonio en un tribunal. Su condenación ya había sido decidida más o menos; lo que querían era lenguaje que podían usar contra Él.«

[R.J. Rushdoony, The Gospel of John, p. 139.]

Continuando con lo que quiero compartirles, debo decir que aquellos que hoy, llenos de sinceridad, pretenden regresar a la esencia de la fe de las primeras comunidades, argumentan que cada redimido debe participar en la fiesta de Januká porque Yeshúa participaba de ella. Ellos utilizan este pasaje del Evangelio de Juan para fundamentar dicha demanda. Sin embargo, ellos están extrayendo sus enseñanzas del texto de Juan pero fuera del contexto. Así han generado en sus seguidores la omisión del argumento principal por el que Juan escribe su Evangelio. Es el clásico error de interpretación, un texto sin contexto es un pretexto.

El hecho de que Yeshúa estaba presente en el Templo durante la celebración no puede ser el argumento sabio para obligar a nadie a participar en dicha festividad. Debemos aceptar que la fiesta de Januká (así como la de Purim), es una tradición de los judíos, no es parte de las moadim (o «citas divinas») que la Torah de Yahvéh dada por Moshé revela a los integrantes de las doce tribus de Israel.

Recordemos que el juicio de Yeshúa contra los fariseos fue justamente que quebrantaban el mandamiento de Dios por sus tradiciones (Mateo 15:3). Este paradigma debe regir nuestra conciencia a la hora de considerar esta festividad salida de la tradición histórica de Judá y no del corazón de nuestro Abba kadosh.

El Shemah en la Cosmovisión de Yeshúa (Jesús)

A fin de llegar a una correcta conclusión, les solicito que concentremos toda nuestra atención en el relato evangélico de Juan, con la mayor mansedumbre posible. De este modo notaremos que cuando Yeshúa afirmó: “Yo y el Padre UNO somos”, estaba claro lo que les estaba diciendo a estos líderes religiosos malintencionados:

«YO COMPARTO LA DEIDAD CON MI PADRE; TODO LO SUYO ES MÍO Y LO MÍO ES SUYO, EL PADRE ESTÁ EN MÍ Y YO EN ÉL. YO Y EL PADRE SOMOS EJAD.»

Evidentemente, la declaración «Yo y el Padre UNO Somos» causa indignación en los judíos que la escucharon, y desde ellos, a sus generaciones hasta nuestros días. Eso ocurre porque Yeshúa emite la oración más famosa del de la fe hebrea (y del judaísmo), el Shemah, la confesión insigne de Israel:

«Oye (Shemá), Israel: Yahvéh nuestro Dios, Yahvéh uno es.»

(Deuteronomio 6:4 RV60)

Es por eso que al continuar leyendo el relato evangélico Yeshúa pregunta retóricamente utilizando el Salmos 82 (vers. 6-7), explicándoselos de esta forma:

«¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Más si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.»

(Juan 10:34-39 RV1960)

Los acusadores de Yeshúa interpretaron con claridad que Él estaba haciendo una paráfrasis del mandamiento máximo, y así, por medio de éste, se autoproclamaba Dios mismo.

Observando los detalles del relato, surge también una pregunta: ¿De dónde sacaron las piedras para tirárselas a Yeshúa? ¿Había piedras en el Templo? La respuesta a estos interrogantes nos ofrecerá más indicios del propósito verdadero que condujo a Yeshúa a usar esta tradicional fiesta judía para expresar códigos trascendentales de la emunah.

Para obtener la respuesta, necesito invitarlo a leer lo que nos dice el Primer Libro de Macabeos:

“Deliberaron sobre lo que debía hacerse con el altar de los holocaustos, que había sido profanado, y se les ocurrió la feliz idea de destruirlo, a fin de que no fuera para ellos un oprobio, dado que los gentiles lo habían profanado. Destruyeron, pues, el altar y DEPOSITARON LAS PIEDRAS EN EL MONTE DEL TEMPLO, en lugar conveniente, en espera de que surgiera un profeta que decidiese lo que deber a hacerse con ellas.”

(1Macabeos 4:44-46)

Como podemos ver todas estas piedras se encontraban en el Pórtico de Salomón. Era un lugar conveniente para guardarlas. Lo triste es que cuando el Profeta anunciado (Dt. 18:18) se presentó en el Templo, en el Pórtico de Salomón, en vez de preguntarle: “Yeshúa, ¿Qué quieres que hagamos con las piedras?”, los descendientes de los Macabeos, creyendo practicar el mismo celo de aquellos, tomaron las piedras para apedrear al Profeta que les diría qué hacer con ellas . . . Así rechazaron al Profeta esperado. Despreciaron a su Mesías, a su Rey . . . ¡Tomaron las piedras del Templo para apedrear a la Roca Eterna de su Salvación!

Durante todos los días de la Fiesta de Jánukah se recitaba y se cantaba el Hallel completo (es decir desde el Salmo 113 al Salmo 118) y al finalizar el Hallel leemos:

Te daré gracias porque me has respondido, y has sido mi salvación.
La PIEDRA que desecharon los edificadores ha venido a ser la PIEDRA principal del ángulo.
Obra del SEÑOR es esto; admirable a nuestros ojos.
Este es el día que Yahvéh ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.”
(Salmo 118:21-24)

Así es, la Piedra que esperaban, la Piedra de la que cantaban año tras año, la Piedra Probada y preciosa, fue rechazada con las piedras del Templo y llegó a ser para ellos una “piedra de tropiezo y roca de escándalo”, Pero para nosotros que hemos creído en Yeshúa como el Mesías del Padre, y hemos puesto nuestro amor, fe y confianza en Él, sabemos y confesamos que es una Piedra escogida y preciosa. ¡Yeshúa es la Roca de nuestra Salvación . . . y los que creemos en Él, no seremos jamás avergonzados!

Así es como lo creían y proclamaban los discípulos (talmidim) de las comunidades del primer siglo, y así lo dejó como testimonio la carta del apóstol Pedro (Cefas)

“PONGO EN SION UNA PIEDRA ESCOGIDA, UNA PRECIOSA piedra ANGULAR, Y EL QUE CREA EN ÉL NO SERÁ AVERGONZADO. Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis; PERO para los que no creen, LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA, EN PIEDRA ANGULAR SE HA CONVERTIDO, y, PIEDRA DE TROPIEZO Y ROCA DE ESCANDALO”
(1Pedro 2:6-8)

Reconsiderando todo lo hasta aquí dicho, nos damos cuenta que justo en la festividad judía de Janukah cuando Yeshúa alzo su voz, y se declaro como el Pastor de las ovejas perdidas de la Casa de Israel (Mateo 15:24), diciendo:

«Mis ovejas oyen mi voz y me siguen»….

Él deja bien en claro que sólo sus ovejas son quienes lo oyen e imitan su conducta. Así lo recordaría el apóstol Pedro al escribir a las tribus de la dispersión:

«Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.»
(1Pedro 1: 21-25)

Lamentablemente, vemos que a lo largo de estos veinte siglos de la Era Común, el pueblo judío ha creído en su praxis que solo puede acercarse al Creador por sus propias acciones o méritos, cuando es a la inversa.

Justamente esto es lo que Yeshúa les quiere enseñar cuando caminó en esta festividad y les respondió en la Puerta de Salomón. Él les aseguró que es el Eterno el que se acerca a Su Pueblo, y las naciones, por Su pura Gracia y Amor perfecto.

Algo que de momento no puede suceder a nivel general o nacional, pues aun sigue presente por generaciones la sangre inocente de un hermano suyo, asesinado hace dos mil años, en el mismo espíritu que Cayim asesinó a Hebel. Un hermano, que solo buscó traer la paz, la sanación y el Reino de los Cielos. Un hermano enviado por Yahvéh mismo (Is. 59: 20), para elevar con Él muchos hijos a la Gloria (Hebreos 2:10).

¿Qué hacemos los Discípulos del Camino (Yeshúa) frente a Januká?

Sin duda alguna, por lo que ya hemos estudiado e investigado, tenemos bien claro que Januká no es una de las moadim (Festividades) ordenadas por el Eterno. Pero, conociendo por las Sagradas Escrituras que Yeshúa reprendía al pueblo judío de su época cuando celebraba o seguía tradiciones de hombres contrarias a la voluntad del Padre; y viendo el hecho de que Yeshúa participara de esta festividad y anunciara en ella no solamente que era el Mesías, sino que era el Pastor de Israel, nos da la seguridad de que hay algo importante para mantener la celebración. Se evidencia una enseñanza muy importante que Yeshúa quiere que tengamos en mente en todas las generaciones.

Recordemos que Januká significa dedicación. Esta celebración recuerda la profanación del Templo por Antíoco Epifanes cuatro siglos antes de nuestra Era Común, pero dicha profanación se volverá a repetir cuando el Anti-Mesías se levante y profane en el futuro el Templo reconstruido de Jerusalén.

Entonces, ¿tenemos una razón nosotros hoy para celebrar Januká y re-dedicar nuestro Templo?

Nosotros tenemos mas de un motivo para re-dedicar nuestra vida y nuestra casa al Abba nuestro. Nosotros mismos hemos estado por años bajo la misma esclavitud del maligno, que nos llevo a profanar lo sagrado, aun sin darnos cuenta.

Pensemos sinceramente frente a la Verdad de estas preguntas:

  • ¿Que hicimos con el día de reposo? ¿No aprendimos de los llamados «Padres de la Iglesia» a profanarlo?
  • ¿El cambio del día para honrar al ídolo del sol no es una profanación aun mayor que la misma prohibición de celebrarlo?
  • Sé que aun muchos están ciegos…. ¿Pero qué de aquellos que ya tienen sus ojos abiertos por el Padre y continúan reuniéndose en lugares que profanan el día de reposo por temor a sus «Antíocos» de turno?
  • Nos obligaron a aprender que las Fiestas del Padre estaban abolida, y tristemente lo creímos. Finalmente estábamos ciegos… Pero hoy, ¿estamos celebrando correctamente los días señalados? o ¿tenemos aun temor de afirmar públicamente nuestra obediencia al Eterno y no a Roma?
  • Si ya sabes que la Torah son las enseñanzas del Todopoderoso de Israel y son palabras para siempre, te sientes en la capacidad y la fortaleza de proclamarlo aunque te lancen fuera de las congregaciones que proclaman que la Torah es maldición?
  • ¿Estás aun contaminando Su Templo, es decir tu cuerpo que hoy es Templo del Espíritu Santo, con comidas inmundas , solo porque te dijeron que «hoy estas bajo la gracia», sin entender lo que el concepto verdaderamente significa?
  • ¿Anhelas regresar a las costumbres de Israel, el pueblo escogido del Eterno, pero temes que tus «Antíocos» te llamen judaizante?

En la Januká, y durante ocho días se encienden ocho velas con la ayuda de la Luz del medio conocida como Shamash (El siervo), símbolo de nuestro Yeshúa.

Según la tradición judía, la vela representa la llama del alma, la fuerza vital de un ser humano. Como comentó un gran sabio:

Mientras la vela sigue encendida, es posible rectificar y arreglar.”

Esto recuerda a un israelita que una pequeña vela puede permanecer maravillosamente encendida y triunfar más allá de las expectativas naturales.

Januká, es la Fiesta de la Dedicación, y es un tiempo para re-dedicar nuestra vida al Creador, recordando siempre que nuestro corazón es ese Altar, en el que presentamos nuestra vida cotidianamente como sacrificio vivo, santo, agradable a Elohim.

Pero Januká también es un momento de gratitud, de allí que se acostumbra a recitar el Hallel durante los ocho días de la Fiesta. Es difícil tener gratitud en tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir. Sin embargo, si nuestra vela sigue encendida y estamos sanos y salvos, hay mucho que agradecer.

¡Januká es un buen tiempo para la reflexión y la dedicación! …..

Es un tiempo oportuno para volver a separar en nosotros lo preciosos de lo vil, renunciando a la infiltración pagana en nuestro pueblos y nuestras comunidades de capacitación. Son días para aceptar y reconocer que nuestras vidas y nuestros hogares están aún llenos del paganismo romano y la herencia griega.

Mis amigos, el Eterno y TodoPoderoso Abba nuestro nos esta llamando de regreso a casa. ¡Y sé que has escuchado Su llamado, pero como en la época de los Macabeos este es un proceso de valientes!


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P.A. David Nesher 

«Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.»

(Shemot/ Éxodo 12:3)

El requisito que el Eterno entregó para que los hijos de Israel fueran salvados en la historia de Pesaj fue que cada padre de familia degollara un cordero y embadurnara su sangre en los marcos de las puertas, para que de esta forma el Eterno pudiese pasar por alto ese hogar y salvar a sus habitantes.  

Ahora bien, la pregunta que siempre surge en el lector de este relato es: ¿cuál fue el significado de este bizarro ritual? 

Obviamente Yahvéh no necesitaba una señal para determinar si la casa estaba ocupada por un israelita o no. Entonces, ¿qué enseñanza quería implantar el Eterno en sus hijos primogénitos?  

Los Sabios explican que el intervalo de cuatro días formó parte del milagro de la redención. Los egipcios vieron cómo la reencarnación de sus dioses, es decir los corderos y los cabritos, eran amarrados a las camas de los hebreos y preguntaron cuál era el propósito de todo eso. Los Benei Israel (Hijos de Israel) explicaron que los animales estaban siendo preparados para ser sacrificados como ofrendas para Dios.

Los egipcios se enfurecieron pero, milagrosamente, fueron impotentes para intervenir. Dado que esto ocurrió el diez de Abiv (o Nisán), y que en ese año coincidió con Shabat, el Shabat que precede a Pésaj se denomina Shabat HaGadol [el Gran Shabat], en conmemoración de aquel milagro.

Ahora bien, por qué los egipciós consideraban a los carneros y/o corderos como seres divinos reencarnados. Pues bien, los invito a considerarlo a continuación.

Mito: El Carnero como Fuente de Fortaleza Astrológica para un Año de Éxito.

Comenzaré comentando que en el idioma egipcio, cordero y/o carnero se dice ba. Pero también «ba» era el término egipcio relacionado con la manifestación espiritual de la individualidad del ser. En esencia era un elemento psíquico que permitía el pasaje de los espíritus de un mundo al otro, ingresando así en la rueda de la reencarnación.

Por esta razón cosmogónica, y de acuerdo a la mitología, el cordero era el dios nacional de Egipto. Los egipcios pensaban que el alma (en egipcio Ba) de Osiris, su dios principal, se había corporizado en el cordero de Mendés y lo llamaban “alma de Ra” (dios solar serpiente) o dios Binebded o Banebdyedet.

Esta deidad egipcia era representada con cabeza de carnero, y era venerada en la ciudad de Mendes, en el delta. Se le asoció, entre otros aspectos, a la manifestación del dios Osiris que venía al delta a inaugurar un nuevo año.

Me parece bueno decir aquí que el dios Cordero Binebded (o Banebdyedet) estaba casado con la deidad principal de la ciudad: la diosa pez Hatmehyt. Con ella tuvo un único hijo: Harpócrates, quien era Horus Niño, y se lo denominaba el Niño Dios, celebrándole su cumpleaños el 25 de diciembre. Así pues se completaba la tríada de la ciudad esotérica de Mendes, la cual era adorada como la Sagrada Familia… ¿Te suena familiar todo esto?

Continuando con lo que nos interesa comprender, diré que esa ‘reencarnación‘ del dios Cordero Binebded era reconocida por los sacerdotes gracias a las distintas marcas que el cordero que apartaban llevaba en su cuerpo.

Como dios carnero, Banebdyedet recibió crédito por sus potentes dotes sexuales. De acuerdo al escritor griego Píndaro, a los carneros sagrados se les permitía tener relaciones sexuales con las mujeres durante los rituales de veneración

Esta era la causa por lo que se lo adoraba en el inicio de la primavera (mes aviv) como dios creador de todo y de la fertilidad. Su atributo era una espiga de trigo.

Celebrar a esta divinidad marcaba el comienzo del año astrológico solar. Por eso, el primer signo zodiacal es Aries (griego Carnero), pues es el mes de la fuerza del carnero de Osiris (en hebreo Nimrod). Al ser el primero, los egipcios estaban convencidos que era la llave para todos los signos que le siguen; es la fuente de fortaleza de los otros once signos zodiacales. Toda esta dinámica ritual que se realizaba en Egipto, bajo la guía de sus sacerdotes, y encabezados por el Faraón, garantizaba el éxito de todo lo que realizarían a lo largo del año astrológico

Esta es la causa por lo que el carnero era el objeto de su idolatría. Aquí comprendemos la razón por la cual no se juntaban con los hebreos cuando estos decían que eran pastores de oveja. Para los egipcios ese oficio hacía a los que lo ejercían seres abominables (c.f. Génesis 43:32).

El Cordero del Pesaj un Mensaje de YHVH contra el Gran Dragón.

Lo interesante de todo esto, es que a nadie se le ocurriría degollar un carnero o cordero, y mucho menos en esos días festivos del inicio de la primavera.  

Los hebreos, para ser salvados de la décima plaga, debían probar que no compartían los ídolos falsos de los egipcios, y mucho menos su manera de atraer el éxito. 

Por eso, cuando los Benei Israel, sacrificaron el cordero familiar el 14 de nisán, estaban sujetándose a la emunáh (fe) de Avraham y expresaron así su rechazo a un sistema de pensamiento que ponía a las acciones humanas bajo el poder de los cuerpos celestiales, y lograba la manipulación psíquica de las masas sumidas al sistema reptiliano imperante, representado físicamente en el Faraón.    

Hace falta un gran coraje para ir en contra de la definición popular del éxito.

Hace falta una gran fortaleza espiritual para negar el atractivo superficial del estilo de vida hedonista que proponía esta estructura cosmogónica de creencias.

Hace falta un increíble valor para elegir una vida de significado por sobre las vanidades de la tendencia y la moda que imponen los íconos (ídolos o imágenes falsas) de una cultura.  

Y todo eso es exactamente lo que tuvieron que hacer los hebreos de Egipto para merecer el milagro del primer Pesaj, el milagro que permitió que hoy nosotros nos convirtiéramos, mediante el Cordero de Dios, en el pueblo elegido de Yahvéh.

Ellos fueron obedientes al imperativo divino de matar al cordero de la idolatría egipcia. Sólo quienes tuvieron el coraje de hacerlo merecieron ser redimidos:  

«Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.»
(Éxodo 12:13)

El desafío que hoy Abba nuestro nos realiza es imitar el heroísmo de nuestros ancestros según el formato contemporáneo que nos toca vivir.

Anhelo que el Espíritu Santo de Yahvéh los guíe para ejercer Su fe heroica y así manifestarse cómo Su Pueblo.  

Shalom.    

P.A. David Nesher


Bitácoras Relacionadas:

20 preguntas efectivas para permitir que tu vida pase de un año a otro

Una forma efectiva de hacer que tu vida avance es hacerte preguntas existenciales. Un tiempo muy oportuno es el que cierra el ciclo de cada año solar. 
Antes de que las leas y te pongas a contestarlas necesito dejarte algunas sabias sugerencias:
  • No trates de responder todas las preguntas inmediatamente. 
  • Tómate un poco de tiempo y medita sobre cada una por al menos cinco minutos.
  • Cuando te sientas satisfecho por tener una respuesta concreta y realista continúa con la pregunta siguiente. 
  • Te vendrá bien dividir la tarea en varias sesiones.
  • Luego vuelve a cada respuesta y clarifícala. 
  • Después, realiza un plan de acción para lograr tus objetivos.

Si has entendido todo esto, te invito pues a hacerte estos veinte cuestionamientos personales que te permitirán cerrar el año que finaliza no como un tiempo que se va, sino como un ciclo que se cierra y permite abrir un ciclo nuevo.

(1) ¿Cuándo siento con más intensidad que mi vida es significativa?
(2) ¿Qué es lo que me haría más feliz en el mundo?
(3) ¿Cuáles fueron mis tres logros más significativos en el último año?
(4) ¿Cuáles fueron mis cinco mayores errores en el último año?
(5) ¿Por qué proyecto u objetivo inconcluso me arrepentiré más dentro de un año?
(6) Si supiera que no podría fallar, ¿qué trataría de lograr en la vida?
(7) ¿Cuáles son mis tres principales objetivos en la vida? ¿Qué pasos prácticos puedo tomar, en los próximos dos meses, hacia esos objetivos?
(8) ¿Cuál es la decisión más importante que tengo que hacer este año?
(9) ¿Qué decisión importante evité el año pasado?
(10) ¿Qué actividad me da la mayor sensación de respeto hacia mí mismo?
(11) ¿Qué tipo de persona quiero ser dentro de un año?
(12) ¿Qué tipo de persona quiero ser dentro de cinco años?
(13) Durante este año que se va, ¿mis relaciones más importantes se reforzaron y profundizaron o se estancaron y fueron a la deriva?
(14) ¿Qué puedo hacer este año para nutrir esas relaciones?
(15) ¿En qué áreas de mi vida me estoy escondiendo del Eterno Dios?
(16) ¿Cuál sería un paso que me puedo comprometer a dar para acercarme a Dios como mi Abba?
(17) Si pudiera cambiar sólo una cosa de mi persona, ¿qué sería?
(18) ¿Hay ideales por los que estaría dispuesto a morir?
(19) Si pudiera volver a vivir mi vida, ¿qué cambiaría?
(20) ¿Qué me gustaría que esté escrito en mi lápida? ¿Cómo comienzo a vivir así ahora?

14 de Febrero ¿DÍA DEL “AMOR” O TIEMPO DE BAAL MOLOC?

P.A. David Nesher

Hoy, los habitantes del mundo se supone que celebran al “amor”. De acuerdo a la tradición dogmática, los enamorados se colocarán al servicio de esta energía que une a tantas parejas. Hoy, el «inocente» Cupido aparecerá en muchos lugares del occidente pagano. Este «tierno niño con alas» será visto, tensando su arco y flecha, como el principal inspirador del amor. Pero, ¿a qué amor se está hoy recordando? ¿Qué espíritu se activa, en un día como hoy, al celebrar al supuesto santo llamado “San Valentín”?

El Día de San Valentín o «Día de los enamorados» es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otras naciones del occidente consumista a lo largo del siglo XX principalmente en la que las parejas de enamorados expresan su amor y cariño mutuamente. Se celebra el 14 de febrero, onomástico de San Valentín mártir. En algunos países se conoce como “Día de los Enamorados” y en otros como “Día del Amor y la Amistad”.Cupido es, en la mitología romana, el “dios del amor sexual”. Equivale al Eros de la mitología griega, y a Kāmadeva en la mitología hindú. Su nombre en los distintos idiomas significa «el deseo a su máxima expresión».

 El Cupido, es un símbolo que, por muy gracioso que se vea, no deja de ser una imagen de un dios de naciones paganas al que el Eterno Dios Verdadero aborreció en su Torah (Instrucción):

“No ofrezcas a ningún hijo tuyo como sacrificio a Moloc.
Eso es faltarle el respeto al nombre de tu Dios, porque yo soy YHVH.”

(Levítico 18:21) 

La fiesta que millones de incautos llaman “día del amor” se inspira en una potestad del Sitrá HaRá (Otro Lado de la Luz) muy fuerte, que dominó con su culto los lugares altos del Oriente Medio, particularmente los de la región Canaán. Dicha divinidad fue, y es, conocida por muchos nombres (después de todo a los demonios les gusta tener la mayor cantidad de nombres posibles). Entre uno de los tantos se destaca el de ADRAMALEC que significa en acadio “el rey del manto”, ó “el rey que da cobertura”, haciendo alusión a la idea de que este dios habita en zonas oscuras de cautividad, y solamente se les revela a aquellos que pactan con sangre el tener su cobertura esotérica. Es decir, que es un espíritu de jerarquía del inframundo que se caracteriza por colocar “mantos” o “velos mágicos” sobre las cabezas (modo de pensar) de los hombres.

De acuerdo al relato escritural de la revelación sagrada, este culto llegó a Tierra Santa, después de la caída del reino del norte, con su capital Samaria (año 522 A.C.). Fueron los asirios a través de los aveos de Sefarvaim quienes implantaron en los lugares altos de Israel: “…y los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelec y Anamelec, dioses de Sefarvaim” (2 Reyes 17:31). Es interesante destacar que el nombre “aveos” significa “los que les gusta vivir en ruinas”. Y justamente ruinas son las que quedan cada año como consecuencia de esta celebración.

A este dios pagano se lo llamó también ANAMELEC que significa “cántico seductor del rey” ó “el rey que seduce con su música y canto” ya que su nombre deriva de «Melec«, que significa «el Rey“.  Se lo representaba bajo forma de mula con torso humano y cola de pavo real.En Asiria, se le consideraba el dios Sol, equivalente al Tamuz babilónico (Ezequiel 8:14).

Los dos nombres con que se lo adoraba revelan la idea del “dualismo” introducido por la serpiente en la enseñanza anti-Dios que le diera a la primera pareja humana en el Edén (Gn. 3). Dicho dualismo ha inspirarado por milenios en la mente de los hombres la idea de que los opuestos del bien y el mal deben ser dominados a través de un conocimiento especial (gnosis) que permite equilibrarlos en el interior de la raza humana. La propuesta que surge de esta ida será adorarlo en sus dos facetas: cubierto por un manto (oscuridad- tinieblas- mal) o cantando seductoramente (luz – bien – amor). Por esto se preparaba el tiempo invernal como el más representativo de esta mentalidad.

Un dato curioso es que a raíz de esta vana filosofía esta divinidad era muchas veces representada por dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil. A modo de ejemplo, los romanos lo llamarán Jano y le dedicaron nuestro actual primer mes del año, (january o enero). De este modo se aseguraban que el espíritu que se adoraba en diciembre por medio de la fiesta carnal de las saturnalias (hoy navidad), permaneciera activo en autoridad para celebrar en el febrero con más concupiscencias en las bacanales y  lupercalias (hoy carnaval y Día de San Valentín respectivamente).

Para entender la presencia de este principado en Medio Oriente, aportaré que al llegar a Israel su culto se lo asoció con Molok o Milkom (dios de los moabitas) debido a una práctica cúltico-litúrgica coincidente: sacrificar niños como tributo para él el día 25 de diciembre abriendo así desde ese día las puertas del inframundo y permitiendo a incalculables espíritus la inspiración de ideas creativas a partir de fiestas sexuales.

Generalmente se representaba a Molok con la figura de un hombre con cabeza de carnero o becerro, sentado en su trono con una corona en la cabeza y un báculo tridente en su mano. Como podemos ver en un primer lugar Adramelec, Anamalec o Molok es el espíritu pro-aborto que durante este tiempo particular toma control de las mentes humanas y las conduce a ver esta disciplina como un “simple método” de control de natalidad o el ejercicio de un “derecho humano”.

La cosmovisión de este culto creía que como resultado de una catástrofe ocurrida en el despertar de los tiempos, el espíritu de Moloch se había transformado a sí mismo en oscuridad al convertirse en materia (comparar con Génesis 1:2). De acuerdo con estas creencias el hombre era la encarnación de esa misma tragedia, y para redimirse de ese pecado era necesario ofrecer sacrificios de recién nacidos, sin defecto alguno, a Moloch ya que se consideraba que los bebés eran los seres más impregnados de la energía pura de la materia, característica que los adultos perdían con el tiempo al desarrollar su alma llena de temores, sufrimientos y pecados. Molok era considerado el símbolo del fuego purificante, que a su vez simboliza el alma.

A esta altura del estudio vale la pena señalar que tradicionalmente se ha interpretado a la expresión MOLOK como el nombre de un dios, probablemente denominado «el rey de la ignominia», pronunciado a propósito como Molek en vez de Melek utilizando las vocales de la palabra hebrea bosheth (ignominia). Pero en otros pasajes el dios de los amonitas es llamado Milcom, no Moloch (1Reyes 11:7,33, y Sofonías 1:5). La Septuaginta lo llama Milcom en 1 Reyes 11:7 en vez de Moloch, aunque esto sugiere un posible error en la transcripción del hebreo. 

A esta divinidad se le adjudica la creación de amores y pasiones entre los mortales por eso entre febrero-marzo estaba dos fiestas en su nombre:

•  Las Lupercalias (San Valentín)

•  El Carnaval (Carne para Baal, su título
pagano de “señor”)

Por medio de estas fiestas y de sus horrendas costumbres, esta divinidad comenzó a expandirse por el mundo mediterráneo de la antigüedad a través del comercio fenicio. Por ello, en un principio se lo asociaba con las riquezas ya que su adoración despertaba el amor al dinero y el éxito en toda contratación comercial.  Desde este inicio de expansión las civilizaciones egeas y posteriormente los griegos le van a ir adjudicando diferentes representaciones de acuerdo a las asociaciones cultuales y litúrgicas que cada región va a aportar y contextualizar.

El culto a Moloch se extendió junto con la influencia de los fenicios en el Mediterráneo, llegando incluso a las costas de los etruscos y la península Itálica. Cartago lo tenía como dios supremo y protector de la ciudad.

Así será como en Grecia se convertirá en Eros, el hijo de Afrodita (diosa del sexo)  y de Ares (dios de la guerra). Al ser hijo de los dioses de la guerra y del amor, Eros resulta ser el dios de los enamorados, creando de esta manera un balance o equilibrio entre el amor y la tragedia.

Era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, y por lo tanto venerado también como un dios de la fertilidad. Según la obra de «El banquete» de Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor según la cosmovisión anti-Mesías de esta potestad del aire. 

Las dos fiestas de esta temporada están dedicadas a la frivolidad, la glotonería, el despilfarro y la ostentación. En ellas se persigue que la “gloria” del inframundo cubra al hombre mortal. Por eso  se usarán máscaras como representación de esa “cobertura”. La máscara de cada carnaval se convierte así en el patrón de la hipocresía, vestidura principal de la mentalidad legalista y religiosa que tanto los profetas cómo Jesús mismo denunciarán en su misión terrenal. Al llegar este culto a Roma con el nombre de “el día de Cupido” (hijo de Venus y de Marte) se comenzó a celebrar en una fiesta llamada Lupercalia. Aquí Moloc Baal fue  llamado Lupercus. Según ellos creían Lupercus, por su característica dual, los defendía de los lobos salvajes, animales que abundaban en las regiones de Roma y a quienes temían en sobremanera por los daños que les causaban.

Los romanos en honor a Lupercussu protector” y “benefactor” celebraban a mediados de Febrero su gran festival «La Lupercalia«. Su nombre deriva supuestamente de lupus (lobo, animal que representa a Fauno Luperco) e hircus (macho cabrío, un animal impuro) ambos símbolos de Anamalek o Molok. Fueron instituidas en honor de Pan Liceo (también llamado Fauno Luperco, formas grecolatinas de Molok), el que protegía de los lobo, símbolos de las maldiciones de FebruoPlutón (príncipe principal del inframundo) el Adramalek o parte mala de Molok. Justamente el nombre del mes de febrero proviene de Februo.

¿Cómo celebraban los antiguos romanos su fiesta la Lupercalia? 

Con danzas, bailes y juegos eróticos que terminaban en orgías.El juego que más les gustaba a los romanos, especialmente a los jóvenes era el baile para encontrar su novia o su pareja. Para ello, en la fiesta escogían un recipiente esférico (representando a la luna llena) y allí depositaban los nombres de las doncellas preferidas. Muchas veces las parejas se transformaban en novios. Aún se acostumbra hacer este juego en algunas fiestas.

Un cuerpo especial de sacerdotes, los Lupercos o Luperci (Sodales Luperci o amigos del lobo) eran elegidos anualmente entre los ciudadanos más ilustres de la ciudad que debían ser en su origen adolescentes que sobrevivían de la caza y el merodeo en el bosque durante el tiempo de su iniciación en la edad adulta, lo que por aquel entonces era un tiempo sagrado y transitorio en que se comportaban como lobos humanos. Se reunían en la medianoche del 14 de febrero y estaban todo el día 15 en la recientemente encontrada gruta del Lupercal (más tarde llamada Ruminal en honor a Rómulo y Remo) en el monte Palatino. Según la tradición fue en este lugar donde Fauno Luperco tomando la forma de una loba, había amamantado a los gemelos Rómulo y Remo, y en cuyo honor se hacía la fiesta. La tradición cuenta que allí había una higuera cuyas raíces habían detenido la cesta en cuyo interior se encontraban los gemelos Rómulo y Remo.

Bajo la sombra de esta venerable higuera, la Ruminalis, celebraban el sacrificio de un perro y de un macho cabrío, animales que eran considerados impuros. Después se tocaba la frente de los luperci con el cuchillo teñido con la sangre de la cabra y a continuación se borraba la mancha con un mechón de lana impregnada en leche del mismo animal. Éste era el momento en que los lupercos prorrumpían en una carcajada de ritual. Luego cortaban la piel de los animales sacrificados en tiras, llamadas februa, que junto con la deidad sabina Februo, y el sobrenombre de Juno, Februalis (la que purifica), son los posibles candidatos a darle nombre al mes de Febrero.

Con este aspecto y casi desnudos, sólo tapados con unas tiras de cuero, salían alrededor del monte Palatino donde golpeaban a todos los que encontraban a su paso. El ser azotado por las tiras de cuero de los luperci equivalía a un acto de purificación, y era llamado februatio.

Este acto de purificación comenzó en el reinado de Rómulo y Remo, cuando las mujeres romanas se hicieron estériles. Después de consultar el oráculo de la diosa Juno (el demonio Reina de Cielo), en el bosque Esquilo, ésta respondió: «Madres del Lacio, que os fecunde un macho cabrío velludo«. Y es ésta la razón por la que los luperci van desnudos uncidos en sangre de animales impuros (como si vinieran de caza) con pieles de lobo, golpeando con el látigo como si fuera un miembro viril. El clima era de desenfreno y frenesí.

Para las mujeres, este rito aumentaba su fertilidad poniéndole las carnes de color púrpura. Este color representaba a las prostitutas de la
época
, en particular las que ejercían la prostitución sagrada con los lupercos en el Ara Máxima, también llamadas lupas o lobas. Hoy en día es color del feminismo, movimiento que reclama la legalización del aborto en las naciones.

Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, la celebración pagana de las Lupercales. Pero como los romanos continuaban celebrándolo, el mismo prelado decidió “cristianizar” esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, fecha en la cual murió martirizado un supuesto “cristiano” llamado Valentín, en el año 270 d. C. ¡Lupercus pasó a llamarse San Valentín!, un nombre nuevo más en la historia de expansión de este reptil luciferino.

Las lupercalias se trocaron pues en una procesión de candelas pidiendo, en cánticos y letanías la misma protección contra la suerte y la fertilidad que procuraba Fauno Luperco, ahora elevada a esperanzas de una vida y salud mucho más alta. A pesar de todo, esta procesión de las candelas desterró el rito pagano efectivamente pero sólo contribuyó a colocarle una “máscara” a un espíritu con mentalidad hedonista que logró sobrevivir y expandirse más allá de los siglos hasta hoy. De las lupercales procede hoy la tradición del carnaval.

El historiador Will Durant hizo este análisis: “El cristianismo no destruyó al paganismo sino que lo adoptó. La mente
griega, moribunda, siguió viviendo transmigrada en la teología y liturgia de la iglesia; el idioma griego, habiendo reinado durante siglos sobre la filosofía, se convirtió en el vehículo de la literatura y el ritual cristiano; los misterios griegos se transmitieron al impresionante misterio de la misa. Otras culturas paganas contribuyeron al resultado sincrético (de mezcla)… El cristianismo fue la última creación del antiguo mundo pagano
” (Libro: “La historia de la civilización”).

Hoy en día nadie pareciera importarle quién fue “San Valentín”, ni menos quién fue el famoso “Lupercus”, ni si esta fiesta es de origen pagano o cristiano. Y es más por si hubiera algún cristiano que se le ocurriera tener escrúpulos de celebrar esta famosa fiesta, la “moderna cristiandad” han solucionado el problema colocándole un nombre simpático, inofensivo y atrayente: “Día del amor y la amistad”. Si Ud. se considera un hijo del Dios Altísimo y Verdadero. Si Ud., conoce y respeta la Palabra de Dios, debe de preocuparse de lo que el Señor espera de usted como árbol de justicia plantado en esta Tierra. 

En primer lugar debe saber que Dios, el Eterno, de ningún modo y bajo ninguna circunstancia permitirá que se le adore o se le rinda un culto mezclado con paganismo. Se puede llegar a creer que en una fiesta se está celebrando u honrando Su Nombre pero si esa celebración tiene mezcla con paganismo el honor no lo recibe el Señor, sino que está llenando de energía vital a la serpiente antigua, el gran dragón rojo. 

Abba Padre nos da bastante conocimiento en su Santa Palabra para distinguir la luz de las tinieblas. Sea como fuese, “San Valentín” (o San Baalentín) se ha convertido en el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener una pareja. Los comerciantes se han hecho eco de esta festividad y la han convertido en un día perfecto para aumentar las ventas. Flores, postales, poemas de amor, dedicatorias, bombones y regalos de todo tipo se realizan este día al ser querido para demostrar su amor y amistad. Así el enemigo de nuestras almas ha logrado imperar robándole al hombre uno de los instrumentos más importantes que el Eterno le entregara para ejercer la Verdadera Adoración: la sexualidad humana.

En segundo lugar, es necesario que entendamos de una buena vez que Satanás sabe que para engañar al mundo hay que hacerlo en forma oculta, tras un disfraz, de modo que poco a poco suavemente y a lo largo de muchos años logró que el paganismo se estableciera en lo que termino llamándose la Iglesia ataviada no con las vestiduras santas de Cristo, sino con las vestiduras que aparentan ser cristianas y no lo son. Las vestiduras color púrpura, el color de la prostitución sagrada. Por algo el Juan de Patmos la visualizará como la Gran Prostituta, madre de todas las rameras de la Tierra (Ap. 17). La cobertura o manto del rey de la ignominia (Adramelek o Molok) tomó con falsos profetas las mentes de los hombres colocándoles velos mágicos con los que logró por miles de años esclavizarlos en la “mentalidad de manada”. Pero hoy el Eterno ha tocado trompeta y ha anunciado el cumplimiento profético de su liberación:

“… libraré a mi pueblo del poder de ustedes y de los velos que le han puesto, y no lo volverán a atrapar. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor. Ustedes, con sus mentiras, han acobardado a los buenos, cosa que yo no quería hacer, y en cambio han animado a los malvados a seguir en su mala conducta, para que yo no les dé vida.  Por eso no volverán ustedes a tener sus falsas visiones ni a proclamar sus profecías de mentira. Yo salvaré a mi pueblo del poder de ustedes, y reconocerán ustedes que yo soy el Señor.»

(Ezequiel 13: 21-23)

Como hijos del verdadero Dios debemos de cuidarnos de los que celebramos y guardamos. Como siervos de su Gracia debemos movernos denunciando como atalayas estos errores a fin de que la Luz prevalezca sobre las tinieblas una vez más y como siempre.

 

Autor:
David Nesher

Ministerio Monte Santo

Mendoza, 14 de febrero de 2012

Nota Relacionada: ¿Quién fue Valentín el santo de los enamorados?… ¿Existió o No?

La Navidad: Paganismo + Sincretismo + Ecumenismo = Cristianismo Materialista

«Oíd la palabra que ha hablado YHVH acerca de vosotros, oh casa de Israel. Así ha dicho YHVH:
«No aprendáis el camino de las naciones, ni tengáis temor de las señales del cielo, aunque las naciones las teman. 
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad: Cortan un árbol del bosque, y las manos del escultor lo labran con la azuela. Lo adornan con plata y oro; lo afirman con clavos y martillo para que no se tambalee. Son como un espantapájaros en un huerto de pepinos. 
No hablan; son llevados, porque no pueden dar un paso. No tengáis temor de ellos, porque no pueden hacer daño ni tampoco tienen poder para hacer bien.»

(Jeremías 10:1) 

Las naciones paganas estaban acostumbradas a la adoración de los árboles tal como lo dice este texto, donde el Todopoderoso le ordena a su pueblo a no mezclarse con estas practicas, que nada tienen que ver con su Palabra. En nuestro caso, como creyentes y miembros del Pueblo de YHVH, el Israel del Eterno , debemos abandonar toda costumbre y práctica, que no provenga desde las Escrituras, y así alejarnos de toda idolatría abominable ante el Creador.

He visto en esta semana a todo el mundo se desesperándose por las compras acorde a estas fechas. Todos se llenarán de deudas. Otros se dedicarán en estos días para vivir en placer y en lujuria. En contraposición se nos demanda desde la Instrucción de Abba a comportarnos como sus hijos, que andamos en luz y no en los placeres del mundo, ni conforme a los deseos de la carne.

Si usted quiere compartir en familia, pues hágalo para eso tenemos 365 días del año, y no necesariamente tiene que ser el 25 de Diciembre. Le aconsejo que participe con su familia y adore al Eterno, todos los días del año, especialmente los que él requiere en la Escritura que se le sirva. Lo estimulo a que cambie las fiesta paganas por las Fiestas que YHWH creo para la dicha de su pueblo.

No participe de ninguna de estas fiestas que están llenas de sincretismo religioso pagano que es abominable ante los ojos del puro de Israel.

Para que quede claro que no es solamente el Ministerio Monte Santo quien esto cree y practica, les recomiendo aprender muy atentamente desde esta exposición del Espíritu de la Profecía utilizando la vida del apóstol Sergio Enríquez de la Iglesia Ebenezer Honduras:

FIESTAS: LA VERDAD ENFRENTADA CON LA TRADICIÓN

 

La palabra «tradición« vine del término griego «parádosis« que significa literalmente «el mensaje entregado«
 Se aplicaba especialmente cuando un maestro da la enseñanza a sus discípulos y esperaba que éstos la transmitieran fielmente a otros en la posteridad.
Ahora bien, el término tiene dos sentidos en la  Nueva Alianza: uno bueno y otro malo; por ejemplo, cuando el apóstol Pablo se está refiriendo a la enseñanza apostólica, entonces tiene sentido bueno como en el caso de II Tesalonicenses 2:5 y 3:6. En estos pasajes en que Pablo está usando el término «parádosis«, se está refiriendo a la tradición en el sentido de la enseñanza que los apóstoles dieron a los creyentes en el Señor Jesucristo. 
Pero cuando se usa la palabra tradición refiriéndose a la enseñanza de los fariseos (y en ellos se representa a cualquier tipo de enseñanza religiosa), entonces tiene sentido malo como en el caso de Mateo 15 donde Jesús acusa a los fariseos de anular la Palabra de Dios por la tradición de los ancianos judíos. 
“Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”
MATEO 15:7-9
Es en este último sentido que la Biblia condena toda tradición humana porque atenta contra la Palabra de Dios. 
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
COLOSENSES 2:8

Verdad y Tradicióon _Parte 1

Verdad y Tradicióon _Parte 2
Verdad y Tradicióon _Parte 3