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Las razones por las que no eres aún millonario

«Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas. El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; pero el pobre no oye censuras».
(Proverbios 13:7-8)
Conozco a un sinnúmero de personas que quisieran, en algún momento de sus vidas, ser parte de la élite conformada por empresarios millonarios como el mexicano Carlos Slim o el magnate Richard Branson. Sin embargo, se parte de este club no es gratuito, y es que muchos tuvieron que pasar por una vida de esfuerzos y por tener sus objetivos claros a la hora de ejecutar cualquier cambios en sus vidas.
Encontré que el sitio entrepreneur.com publicó un artículo sobre las razones por las que aún  tú y yo no somos millonarios. Aquí te comparto un extracto del mismo:
1. No tienes a nadie que te guié en la dirección correcta: Necesitas encontrar al alguien de confianza que le sirva de guía.
2. No estás dispuesto a realizar sacrificios: Si no puedes sacrificar cosas como salir con amigos con el fin de centrarte en tu carrera, entonces nunca conseguirás el éxito financiero.
3. Tienes miedo al fracaso: Fallarás, cometerás errores y necesitas aprender a superarlo.
4. Tus objetivos no son claros: Toma el tiempo para planificar y hazlo bien.
5. Piensas que otras personas pueden ser exitosa menos tú: Cree en que puedes alcanzar el éxito.
6. Piensas que tu conocimiento o locación impide el éxito: Nada puede frenar tu éxito.
7. No estás usando internet: Si no lo utilizas, no estás tomando ventaja de una de las herramientas más poderosa para hacer dinero.
8. Sigues pensando que el dinero no puede comprar la felicidad y la libertad: El dinero es un instrumento que permite manifestar a la libertad que tienes en las distintas áreas de tu vida y eso es lo que guía hacía la felicidad.
9. Estás reuniéndote con la gente equivocada: Debes juntarte con persona que te empujen y te mantengan enfocado y con un pensamiento positivo.
10. No estás enfocado en mejorar tus habilidades: La construcción de habilidades y el conocimiento es esencial para usted en el largo plazo.

Decálogo para romper los Lazos del Pesimismo

Por experiencia personal he aprendido que existen días en los que parece que nada sale bien o, al menos, las cosas no salen como habían sido planificado al despertar.  Es entonces  cuando nos sentimos completamente inútiles y nos vemos tentado a sumirnos en una profunda tristeza. Desde esta situación todo nos quiere conducir a la ira, que tampoco facilita nada, ya que desde ella caemos en el terrible lazo del lado negativo de la ira: el enojo (Ef. 4:26,31). En definitiva, terminamos mucho peor que como estábamos en ese primer instante de comenzar el día o la semana.

A continuación los invito a considerar un paquete de diez tips que han ayudado a muchos de los varones y mujeres que asisten a mis catequesis a fin de capacitarse para convertirse en seres exageradamente felices.

1º – Di en todo momento: «Esto también pasará»
Siempre debemos ser conscientes que en la vida todo va y viene, tanto lo bueno como lo malo. Las circunstancias son simples herramientas que el Eterno utiliza en su «taller celestial» para conducirnos a la forma final de Su propósito eterno.
En demasiadas ocasiones consideramos que si la cosa está mal, sólo puede ir a peor, y sin embargo, con la llamada de un nuevo día comenzamos a ver la realidad que nos con otros tonos.
Se trata de una idea que todos conocemos, pero que solemos olvidar bajo el peso de la ansiedad cotidiana. Así que antes de desesperarse quizá sea preferible respirar hondo y reposar nuestras
preocupaciones en la almohada, y despertar con una actitud certera que a los que a Dios aman todo ayuda a bien (Rm. 8:28).

2º – Recuerda lo que has conseguido
 

Con gran facilidad lo cotidiano nos conduce a los extremos y pensamos que somos las personas más incapaces del planeta cuando quizá el día anterior pensábamos que no había reto que se nos resistiese. Entendamos que esto no es tan así. Simplemente, debemos intentar que nuestra autoestima salga indemne de estos envites. No debemos pensar acerca de nosotros con más alto concepto de sí que el que debemos tener, ni tampoco con más bajo concepto (Rom. 12:2). ¿Cómo? Será muy útil pararse y escribir una lista de esas cinco metas que pensábamos que nunca alcanzaríamos y que, sin embargo, hemos superado. Es un buen recordatorio de que cuando queremos y, sobre todo, no nos ofuscamos, podemos.

3º – Especialízate en algo.


Tengamos en cuenta que conocer algo en profundidad puede ayudarnos a volver a arrancar en esos momentos en que nos sentimos atrapados. Encontrar algo que nos apasione, en lo que seamos buenos y que disfrutemos puede ser un buen bote salvavidas cuando el mundo parece, de la noche a la mañana, incomprensible y hostil.

 

4º -No te compares con los demás (porque quizá estén peor que tú).


La raíz de muchos de nuestros males se encuentra precisamente en mirar más al vecino que a nuestro propio hogar. Como es habitual, pensamos que lo que hacen los demás es siempre mejor y tendemos a olvidar que debajo de la apariencia de felicidad pueden latir problemas más serios de los que sospechamos. Siempre habrá algún campo en el que destaquemos por encima de los demás (aunque no lo parezca).

La Torah (Instrucción) del Eterno Dios ordena, «No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca» (Éx. 20:17) dando a entender lo peligroso que resulta estar comparándose con los demás.  Esta errada actitud puede conducirnos a los celos y de allí caer en la envidia que nos conducirá a causar en nuestro entorno los flagelos propios de la codicia humana.
El libro de los proverbios aborda las consecuencias de los celos y la envidia en varios pasajes. Proverbios 14:30 incluye las consecuencias físicas de la envidia: «Un corazón en paz le da vida al cuerpo, pero la envidia pudre los huesos«. Proverbios 27:4 enuncia: «Cruel es la ira, e impetuoso el furor, ¿más quién podrá sostenerse delante de los celos?» Los celos tienen una poderosa influencia que incluso puede eclipsar a otras emociones.
La epístola de Santiago, hermano de Yeshúa, incluye algunas de las advertencias más severas de la Biblia en contra de la envidia y los celos . Santiago 3:14-16 dice, «Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad… Porque donde hay celos y contención, habrá perturbación y toda obra perversa«. Este fuerte mandato advierte de las consecuencias devastadoras de los celos. También este apóstol enfatiza, «Deseáis y no tenéis, así que matáis. Codiciáis y no podéis alcanzar, entonces lucháis y combatís, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís sin recibir, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites» (Santiago 4:2-3). De nuevo, aunque el versículo emplea la palabra «codicia» en vez de «celos», el fuerte mensaje comunica una verdad similar.

5º – No quieras demasiado.


¿Conformismo? Quizá, pero solamente para la opinión de los obsesivos materialistas. Las Escrituras a esto lo llaman contentamiento y en verdad es un paradigma que permite el ejercicio de una higiene mental que nos permite mantenernos lejos de las metas inalcanzables cuya persecución tan sólo puede conducirnos a la frustración propia de la carrera frenética del materialismo  individualista.

«Tener contentamiento, junto con la piedad, es gran ganancia en la vida».
(1 Timoteo 6:6)

En Hebreos 13:5 el consejo apostólico nos dice que nuestras costumbres deben ser sin avaricia, «contentos con lo que tenéis ahora«. Alguno de ustedes estará preguntando: ¿Cómo puedo estar contento con lo que tengo ahora? Enseguida vemos el secreto: «Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré«. Ésta es una excelente razón para no permitir que el descontento controle nuestra vida. ¡Dios mismo está con cada uno de nosotros! ¡Él conoce nuestras necesidades y sabe cuáles son los deseos de nuestro corazón. Al tomar la decisión de mantener el buen hábito del contentamiento, tenemos la plena confianza de que el Eterno Dios nos está apoyando con Su infinita Providencia.
Mantener unas expectativas adecuadas a nuestro momento vital, capacidad de esfuerzo y talento nos ahorrará unos cuantos disgustos y, en lugar de ponernos barreras, conseguirá conducirnos más lejos y promocionarnos a niveles de vida de calidad integral.
Pidámosle a Dios que vaya formando cada día su imagen en nosotras porque allí es donde encontraremos el contentamiento, ¡y eso sí que es una gran ganancia!

 

6º – Socializa y lo verás todo con otros ojos.


Todos necesitamos una cierta dosis de introspección de cuando en cuando, eso está claro. Pero a veces, este tiempo de reflexión es el equivalente al aislamiento que conduce indefectiblemente a la obsesión, la ansiedad y la depresión. Con levantar el teléfono y llamar a uno de nuestros hermanos en la fe y/o líderes mentores para contarle lo que nos atormenta tendremos mucho ganado.

 Pocas cosas mejores para la autoestima que un amistoso consejo a tiempo.

7º – La decepción forma parte de la vida.


El grupo de rock Rolling Stones cantaba «You Can’t Always Get What You Want» («no siempre podrás conseguir lo que quieres«), y cuanto antes lo aprendamos, mejor viviremos. A veces intentamos ir demasiado lejos con nuestros objetivos, y otras veces, simplemente no podemos conseguir lo que queremos, aunque sea asequible.

¿QUIÉN no se ha sentido decepcionado alguna vez? Hasta nuestro Padre celestial, Yahvéh Dios, ha pasado por esa dolorosa experiencia. Por ejemplo, aunque liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto y los bendijo abundantemente, la Biblia dice que ellos “vez tras vez ponían a Dios a prueba, y causaban dolor […] al Santo de Israel” (Salmo 78:41). Aun así, Yahvéh nunca dejó de ser el “Dios feliz” que el apóstol Pablo nos revela (1 Timoteo 1:11).
Aunque el Eterno Dios cuidó de la primera pareja humana, ellos fueron desagradecidos y se rebelaron (Génesis, capítulos 2 y 3). Con el tiempo, su hijo Caín desarrolló una mala actitud y, desoyendo las advertencias divinas, asesinó a su hermano (Génesis 4:1-8). ¿Puede imaginarse lo decepcionado que se sintió Yahvéh?
Sin embargo, aquel desengaño no le robó al Eterno su felicidad. ¿Por qué no? Porque se concentró en su propósito de llenar la Tierra de seres humanos mesiánicos y continuó manifestándose en Su Gracia para lograrlo (Juan 5:17). Con ese objetivo en mente, proporcionó el sacrificio de Cristo y estableció Su Reino (Mateo 6:9, 10; Romanos 5:18, 19). Yahvéh no se concentró en el problema, sino en la solución.
 La Palabra de Dios nos anima a concentrarnos en las cosas positivas, y no torturarnos pensando en lo que podría haber ocurrido o deberíamos haber hecho. En ella leemos:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad
(Filipenses 4:8).
La mayoría de nosotros solemos exagerar los aspectos negativos cuando sufrimos una decepción. Por ejemplo, nuestros esfuerzos por criar un hijo, obtener un empleo o predicar las buenas nuevas en un campo extranjero tal vez no den los frutos esperados. Puede que pensemos: “Soy un total fracaso”. Pero tal como el decepcionante comienzo de la familia humana no hizo de Dios un fracasado, nosotros no somos un fracaso solo porque las cosas no nos salgan bien a la primera (Deuteronomio 32:4, 5).
¡No huyamos de los sentimientos, pero tampoco pretendamos que guíen nuestra vida!

8º – Vence todo tipo de miedo.

 

La realidad del miedo no es tan solo lo que puede significar, sino el daño que puede hacer en nosotros. Vivir lleno de miedos puede paralizar todos los planes del Eterno Dios con nosotros. La Sagradas Escrituras (La Biblia) nos alienta diciendo:
«Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio«.
(2 Timoteo 1:7)
Es decir, que todo tipo de miedo no viene del Eterno Dios, ni Su voluntad es que estemos angustiados, afligidos y menos temiendo a algo.
Sin embargo, algunas veces estamos temerosos; algunas veces este “espíritu de temor” nos vence, y para vencer este temor necesitamos confiar en y amar a Dios totalmente. Primera de Juan 4:18 nos dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” Sin embargo, nadie es perfecto, y el Eterno Dios lo sabe. Así que Él ha esparcido generosamente ánimo contra el temor a través de la Biblia.
Comenzando desde el libro del Génesis y continuando a través de toda la Biblia hasta el libro de Apocalipsis, Dios nos dice “No temas.”
Uno de los problemas que tiene este sentimiento de inseguridad e impotencia es que termina convirtiéndose en una profecía autocumplida en la que no sólo nos vemos incapaces de hacer lo que no sabemos, sino que terminamos fracasando en aquello en lo que éramos maestros.
Una estrategia para garantizarnos ese inyección de autoestima es localizar una de esas fobias que hemos arrastrado a lo largo de toda nuestra vida (miedo a las alturas, hablar en público) e intentar
hacerle frente. Si lo conseguimos, no sólo habremos superado un obstáculo, sino que recobraremos la confianza perdida. Incluso si fracasamos, el intento nos recordará que no somos unos cobardes.

9º – Haz algo nuevo.


Siempre tengamos en cuenta que el Eterno Dios es un creador, un innovador. Al final de la Biblia, en Apocalipsis 21:5, está escrito: El que estaba sentado en el trono dijo: “¡Yo hago nuevas todas las cosas!” Alabemos a Dios cuya misericordia es nueva cada mañana y quien nos asegura nuestro lugar en la nueva creación.

Todos estamos creados a la imagen de Dios (Imago Dei) y muchas personas muestran una gran creatividad. Podemos reconocer que el cambio es parte de la vida y aceptar ideas nuevas de las personas en nuestras comunidades. A menudo los jóvenes están llenos de ideas. Las personas mayores deben proporcionar la oportunidad para hablar sobre esas ideas y ayudar a los jóvenes a desarrollar respuestas a los desafíos con los que se enfrentarán más adelante en la vida. No todas las ideas nuevas son ideas buenas, de manera que es importante buscar consejo y probar las ideas nuevas para asegurarnos unos a otros que los cambios que ocurran sean consistentes con los propósitos incambiables del Eterno Dios.
Una reciente investigación señalaba que la felicidad tiene forma de “U”, es decir, que los momentos álgidos de la vida se encuentran a los 20 y a los 70 años. ¿Por qué a los veinte? Porque en ese momento, la mayor parte de experiencias que tenemos son vividas por primera vez y la vida parece ofrecer una infinita gama de posibilidades en el futuro. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, es cada vez más difícil escapar de la rutina y encontrar algo verdaderamente nuevo.
Cuando creamos que no somos capaces de hacer nada, busquemos algún reto que no nos hayamos planteado con anterioridad y afrontémoslo.

10º – Pasea.

¿Nada de lo anterior ha funcionado? Quizá todo sea tan fácil como salir a dar una vuelta y, de esa manera, desengrasar nuestra mente. Es una de las maneras más sencillas y baratas de acabar con la fatiga mental, tal y como demostró este mismo año un estudio realizado por la Universidad de Escocia, que indicaba que algunas de las peculiaridades de los paseos por el parque (como la
llamada “fascinación suave”) nos ayudaban a resetear nuestro cerebro y a recuperar la concentración. En definitiva, a volver al punto cero y
recuperar la confianza.

Después de exponer mi «decálogo» contra el pesimismo le digo a cada uno de ustedes:
Cuando hayas hecho todo por luchar, pero no puedas sostener más en alto la cabeza y el final de la lucha te deja cansado, derrotado, sangrando, aturdido, dolorido. ¡Ponte sobre tus pies, refúgiate en los brazos del Señor y sonríele a la derrota!

¡Esa es la verdadera manera de salir victorioso!

Cuando estés cansado de los duros golpes, y te hayas estrellado contra todo, y nadie te ofrezca una mano de ayuda; cuando ninguno de tus planes, tus mejores sueños salgan de la manera que planeaste, y hayas perdido toda la energía y estés dispuesto a renunciar y a abandonar todo porque la vida te resultado un fracaso…

 ¡Anda, comienza de nuevo!

¡Solamente Esfuérzate!

Hubo una vez un jovencito que vivió una de las vidas más miserables. Huérfano antes de los tres años; fue recogido por extraños. 

Fue expulsado del colegio, sufrió la pobreza y como resultado de heredar debilidad física, desarrolló un serio problema en el corazón siendo adolescente. 

Su amada esposa murió al comienzo de su matrimonio. 

Vivió como un inválido la mayor parte de su vida adulta, y murió a la joven edad de cuarenta años. Según todas las apariencias, él fue derrotado por la vida y sentenciado a ser olvidado por la historia.

Aún así, nunca dejó de intentar expresarse y alcanzar el éxito durante los veinte años de vida de carrera activa. En ese período, él produjo algunos de los más brillantes artículos, ensayos y críticas que se hayan escrito jamás. Su poesía aún se lee extensamente y la estudian casi todos los estudiantes de las escuelas superiores de los Estados Unidos. Sus cuentos son cortos e historias de detectives famosos.
Uno de sus poemas, exhibido en la famosa Biblioteca de Huntington en California, ha sido valorado en más de cincuenta mil dólares, mucho más de lo que este joven ganara en toda su vida.
¿Su nombre? Edgar Allan Poe.
¡Las circunstancias no afectan tus oportunidades para el éxito tanto como tu nivel de esfuerzo!
La necesidad mayor del mundo es la visión. 

No hay situaciones desesperadas, solo personas que piensan de forma desesperada.
¡Se fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Josué 1:9

Benny Hinn y su Nueva Dimensión de Favor Divino al modesto valor de 1.000 dólares.

«Así como hubo falsos profetas en el pueblo de Israel, también entre ustedes habrá falsos maestros. Introducirán novedades dañinas, pero sin tardar se perderán por renegar del Maestro que los rescató.


Muchos imitarán sus vicios, y por su culpa será desprestigiado el camino de la verdad.



Los inspirará el amor al dinero, y se aprovecharán de ustedes con palabras engañosas. Pero ya fue dictada su condenación, y su destrucción es inminente…
«Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad”

(2 Pedro 2 : 1-3; 15)

Uno de los perversos lobos babilónicos más conocido es sin duda alguna el conocido predicador illuminati Benny Hinn quien ha pedido, en estos días, a sus seguidores intensificar «la donación de la semilla» (como él la denomina) con un aporte de 1.000 dólares a su ministerio, con la promesa de entrar en una «nueva dimensión de favor y aumento«, como lo hizo el profesor de finanzas Todd Coontz.

Hinn, cuyos seguidores ya son más de 1,7 millones en Facebook y Twitter, menciona a Coontz como inspiración para dar la semilla al más alto nivel, en un boletín enviado por correo electrónico a sus seguidores durante el fin de semana, según publica Christian Post.
«Yo he creído en la semilla de fe dando desde hace décadas, y he visto que funciona una y otra vez, pero ¿de dónde sacas esta enseñanza de los 1,000 dólares?» Hinn dice que Coontz le hizo esta pregunta durante una conferencia en Dallas. «Me enseñó la Biblia cómo Salomón ofreció mil animales a Dios. Él me dijo que hay algo muy especial en el número 1.000 y los milagros que suceden cuando la gente cruza esa línea en dar«.
Después que Coontz probó «la enseñanza de los 1.000 dólares«, Hinn afirma que Coontz recibió de Dios los resultados «rápidos» que eran «casi un milagro, y le cambio totalmente la vida!«.
«Por lo que he oído, y en respuesta a su desafío, entró en una nueva dimensión de favor y aumento«, añade Hinn.
Hinn continúo citando Lucas 6:38 y 2 Corintios 9:6, versísulos populares entre los predicadores de la prosperidad, sobre recibir o «cosechar» en proporción a la propia entrega, o «siembra«, afirmando: «Dad a Dios más de tu trabajo. Espere más. Mayor fe libera la unción!».
En su solicitud a sus seguidores a «ascender a un nivel superior«, el tele-evangelista explica por qué la cifra de 1000 tiene un significado en la Biblia: «De hecho, la palabra mil se registra en la versión King James de la Biblia 521 veces, por lo que es, obviamente, un número que es importante para el reino de Dios«.
Hinn concluye su pedido mediante el fomento a los partidarios de «sembrar una generosa donación de $ 1.000 o lo que sea que Dios ponga en tu corazón hoy«.
Es interesante mencionar el dato, no menor, de que el predicador ha acumulado una fortuna de más de 45 millones de dólares. Para explicarse y justificarse ante este «detalle numérico«, Hinn reporta tener varios ministerios de alcance, tales como orfanatos y hospitales en lugares como Asia y México, y que justamente depende de donaciones para mantener dichas obras de bondad. Lo cierto de todos esos lugares filantrópicos es que casi nadie saben su localización geográfica. Así mismo, aduce necesitar muchos dígitos monetarios que les permitan financiar sus fraudulentas «cruzadas milagrosas» nacionales e internacionales y reuniones de evangelización, para “difundir el Evangelio en todo el mundo”. Con todas estas explicaciones el ministro sigue siendo polémico para cada más miembros de la comunidad cristiana por la enseñanza del mensaje de la prosperidad y la suntuosa vida que lleva.

No cabe ya la menor duda que este varón es uno de los tantos que permitieron que sus vidas fueran adoptadas por el espíritu de Balaam. Hinn se ha desviado, ya hace mucho tiempo, de el Camino y ha preferido el camino que bien paga el mal.

Sería muy importante que aquellos que aún continúan admirando y defendiendo a este hombre, enceguecidos en paradigmas con apariencia de piedad, vuelvan sus miradas a las Escrituras y relean: 

“Raíz de todos los males es el amor al dinero” 



(1 Timoteo 6:10).
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora” 
(Hebreos 13:5)

Cómo descubrir la mentira y al mentiroso a través de 4 fases.

«Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros».

(Efesios 4:25)
Imagínense que nos empiezan a acusar de algo que no es cierto. A pesar de lo que decimos en nuestra defensa, siguen sin creernos. ¡Nos indignaríamos! 
Y no sería una emoción que se disipe de buenas a primeras. Apenas termina el interrogatorio, empezaríamos a reclamar la injusta acusación.
Pero si somos mentirosos y culpables, la actitud es otra. Por medio segundo nos relajamos, aliviados que ya el ataque terminó; pero enseguida el hemisferio izquierdo del cerebro toma las riendas y dice “¡Vaya! ¡Se supone que debemos demostrar indignación!”
¿Cómo ejecutarlo correctamente? 
Existe un procedimiento sistemático para lograrlo; requiere de cierta práctica, pero es posible lograrlo con esta estrategia:
1) Acorrale al (supuesto) mentiroso, lanzando pregunta tras inquisitiva pregunta, tratando de ir aumentando su estrés, pero sin que sobrerraccione. Vaya cocinándolo a fuego lento.
2) Verifique visualmente que, efectivamente, sus hombros se empiezan a subir y “juntarse” un poco. Este paso es muy importante, y es el que da pie a:
3) Lance una última pregunta y espere la respuesta (cualquiera que sea), y por último…
4) ¡El punto decisivo! Apenas el mentiroso termina su respuesta, nos quedamos de tres a cuatro segundos mirándolo fijamente a los ojos, como considerando que está diciendo en efecto la verdad. Mientras, nuestras manos deben estar apuntaladas en la cintura, dando a entender que no vamos a dar un paso atrás. Al terminar los tres ó cuatro segundos de mirada fija… afloja los brazos, gira tu cuerpo 45°, llévate una palma a la frente y suspira profundamente, oscilando los ojos hacia abajo, pero sin perderlo de vista.
Este gesto compuesto le dará a tu interlocutor absoluta certeza de que el interrogatorio ha terminado. ¡Es el momento! ¿Empieza el contraataque inmediatamente, o hay una fracción de segundo de alivio?
Tomado del libro: «Cómo descubrir la mentira y al mentiroso«, de Leonardo Ferrari

Secretos de longevidad en los diez países con mayor esperanza de vida

«Los días de nuestra vida llegan a setenta años; Y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, Porque pronto pasa, y volamos».

(Salmo 90:10)
Los hábitos saludables de sus habitantes, los avances médicos de cada nación, así como las causas de muerte más frecuentes brindan la información para la estadística, que asegura que el promedio en el mundo es de 67,59 años.
Los ciudadanos de la República del Chad, en África central, sólo tienen una esperanza de vida de hasta 40 años, debido a las dificultades tanto para la alimentación como para la asistencia médica. 
En contraste, la Argentina tiene un promedio de vida que llega a los 77,14 años (hombres hasta los 74 y mujeres 80,54), por encima del promedio mundial, aunque sólo se acerca al puesto 68 del total del planeta, lejos de los países que en teoría parecen haber encontrado la fuente de la juventud.
10. Italia. Esperanza de vida: 81,86 años 
La dieta mediterránea es la base de la alimentación de los italianos y el factor más influyente al momento de determinar la calidad de vida. Los antioxidantes que se encuentran en el aceite de oliva y en el vino tinto -dos elementos principales de la comida italiana- pueden mejorar el colesterol, prevenir los coágulos de sangre y evitar las enfermedades del corazón, según la Asociación Americana del Corazón. Los italianos también utilizan especias como la albahaca, el orégano y el ajo para dar sabor a su cocina, con un bajo consumo de sal. Por lo tanto, los italianos mejoran sus probabilidades con respecto a tener la presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares.
9. Australia. Esperanza de vida: 81,90 años 
Las bajas tasas de tabaquismo y obesidad, además del estilo de vida activo que llevan sus ciudadanos, son los factores fundamentales para que tengan tan alta esperanza de vida. Además, la «asistencia sanitaria universal» de la que gozan todos los ciudadanos, independientemente de su condición social, es una de las calves más importantes.
8. Hong Kong. Esperanza de vida: 82,12 años 
Al igual que los italianos, la gente de Hong Kong tiene en su dieta diaria uno de los factores fundamentales de su alta expectativa de vida -el arroz, las verduras y el queso de soja son alimentos básicos-, junto con el estilo de vida activo. Además, el país reporta un nivel bajo de obesidad y diabetes entre sus habitantes.

7. Guernesey. Esperanza de vida: 82,24 años 
Esta pequeña isla en el Canal Inglés no es miembro del Reino Unido ni de la Unión Europea, a pesar de ser una dependencia de la corona británica. La buena nutrición es la base de su alta expectativa, además de la teoría de que, al ser ricos la mayoría de los habitantes de esa isla, eso les permite acceder a una calidad de atención sanitaria superior. El hecho de que la mayoría sean adinerados se debe a que los impuestos son muy bajos y los empleos, bien remunerados.
6. Andorra. Esperanza de vida: 82,50 años 
Varios factores pueden explicar que Andorra ocupe esta posición. En primer lugar, esta pequeña nación, situada entre Francia y España, en los Pirineos, promueve un estilo de vida activo, al aire libre. Los residentes tienen fácil acceso a estaciones de esquí, mientras que los parques limpios y en buen estado se utilizan a menudo para los amistosos de fútbol y rugby. Sus ciudadanos pasan mucho tiempo al aire libre, una cuestión que los expertos dicen que ayuda a bajar los niveles de estrés y, en consecuencia, los problemas cardiovasculares como la hipertensión arterial. La tasa de desempleo de Andorra es extremadamente baja. Esto significa que la mayoría de los andorranos pueden darse el lujo de tener una alta calidad nutricional y salud.
5. San Marino. Esperanza de vida: 83,07 años 
El tercer Estado más pequeño de Europa -detrás de la Ciudad del Vaticano y Mónaco- y la república más antigua del mundo tiene una alta esperanza de vida, en la que el dinero desempeña un papel importante. Las industrias primarias de San Marino son la banca y el turismo y teniendo en cuenta que la mayoría de los trabajos se realizan en entornos de oficina, esto reduce drásticamente el número de muertes relacionadas con el trabajo, un gran problema en otros lugares. Además, el sedentarismo se evita con la mentalidad de vida al aire libre y de deportes de sus habitantes.
4. Singapur. Esperanza de vida: 83,75 años 
Una dieta sana y un medioambiente limpio contribuyen a la longevidad que presenta la población de esta trepidante ciudad-estado, situada en el extremo sur de la península de Malaca. Al igual que en Hong Kong, Singapur también es centro de cocina de arroz y de hortalizas, que son ricos en nutrientes que ayudan a mantener a los residentes saludables y activos. El Gobierno también impone un estricto código de limpieza -con muy restringidas zonas de fumadores- para asegurar que todos los residentes vivan en un ambiente sano. Curiosamente, ya en la década de 1980, el Gobierno reconoció que la población del país estaba envejeciendo de manera constante, y con una planificación cuidadosa, ahora cuenta con excelentes instalaciones de salud y programas para los ancianos.
3. Japón. Esperanza de vida: 83,91 años 
El país tiene una tasa de obesidad que impresiona: apenas 3,1% en comparación con el 33,9% en los Estados Unidos. Gran parte del mérito se debe a la dieta japonesa, que gira en torno a las verduras frescas, arroz y, lo más importante, peces. El pescado fresco es una fuente rica de ácidos grasos omega-3, que promueven niveles saludables de presión arterial y reducen el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Además, favorecen la función saludable del cerebro, ayudando a prevenir enfermedades como el Alzheimer. Los japoneses también toman decisiones más saludables de estilo de vida: ellos tienden a caminar más y comer menos en exceso.
2. Macao. Esperanza de vida: 84,43 años 
Al igual que varios otros países en esta lista, se puede atribuir su alta esperanza de vida, al menos en cierta medida, a su economía fructífera. ¿Pero por qué esta pequeña nación en el Mar Meridional de China es tan próspera? El juego es su principal fuente de ingresos y el 70% del dinero generado en los casinos es invertido en la asistencia sanitaria pública. La isla cuenta con una gran variedad de casinos, muchos de los cuales son propiedad de los mismos «peces gordos» que dieron a Las Vegas su reputación de «Sin City».
1. Mónaco. Esperanza de vida: 89,68 años 
Los residentes de Mónaco viven, en promedio, 5,25 años más que el segundo país más longevo, Macao. Este país comparte varios aspectos con otras naciones de larga vida, incluyendo una abundancia de la riqueza y la asistencia sanitaria financiada por el Estado. Los residentes también tienen la cultura de la dieta mediterránea, que se asocia con un menor riesgo para una variedad de problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares y la hipertensión arterial. Pero muchos dicen que es la atmósfera relajante de Mónaco lo que mantiene a los residentes con una buena calidad de vida hasta una edad avanzada. Su ubicación a lo largo del Mar Mediterráneo y el medioambiente limpio ayudan a reducir el estrés, lo que contribuye a evitar las enfermedades cardiovasculares.

Observando estos datos estadísticos mi corazón descansa en algo mayor, que garantiza mi longevidad pero en plenitud. Me estoy refiriendo a la promesa del Eterno Dios que garantiza:

«Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré».
(Isaías 46:4)