Cambios que terminarán de aniquilar la libertad educativa para sumir a todos los niños de Argentina a un adoctrinamiento uniformizante.
Ideología de Género
El patriarcado no existe.
Por Agustín Laje
En 1969, la feminista radical Kate Millet publicaba su afamado libro Sexual Politics —considerado en 1998 por el New York Times como una de las diez obras más influyentes del Siglo XX—. Una renovada narrativa feminista se expresaba en aquellas páginas, articuladas por un viejo vocablo que, aggiornado, volvía a tomar centralidad discursiva: “el patriarcado”.
El concepto ya había sido utilizado antes por Friedrich Engels quien, en El origen de la familia, el Estado y la propiedad privada, adjudicaba su raíz a la aparición de la propiedad privada.[1] Pero Millet le daba, 85 años más tarde, un alcance mucho más importante. El “patriarcado” es ahora el régimen político “a través del cual la mitad de la población, que es femenina, es controlada por la otra mitad, que es masculina”.[2] El “patriarcado” es el sistema de dominación fundamental, vale decir, atraviesa todos los otros tipos de sistemas de dominación (si en Engels el sistema de clases es fundamento del “patriarcado”, en Millet el “patriarcado” es fundamento del sistema de clases).
En una palabra, el “patriarcado” es un sistema estructurado para colocar, de manera inexorable, a la mujer en inferioridad respecto del hombre. Las tesis más extremas del “patriarcado” motorizan el lesbianismo como “forma de resistencia”, pues la heterosexualidad equivaldría a “dormir con el enemigo” (la propia Millet, sin ir más lejos, era lesbiana).
No obstante, aquí argumentaré que, en verdad, el “patriarcado” ya no existe en los países occidentales, y ello no gracias a la vocinglera militancia feminista, sino gracias al sistema económico y político que tanto odian las feministas: el capitalismo de libre mercado y la democracia liberal.
Los datos de la realidad, en efecto, parecen mostrar algo bien distinto de lo que establece el discurso del “patriarcado”: en numerosas dimensiones e indicadores de la vida social, cuidadosamente omitidos por el feminismo, el hombre aparece mayormente perjudicado.
Veamos algunos ejemplos.
A nivel mundial, el 79% de las víctimas de homicidio son hombres[3] (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito). En Argentina, por caso, en el año 2014 —los datos más actualizados de que disponemos— se cometieron 3.269 asesinatos, de los cuales el 83,60% corresponde a hombres asesinados (2733 hombres), y el 16,40% a mujeres asesinadas (536 mujeres).[4]
En las guerras, históricamente, el más perjudicado ha sido siempre el hombre. En una de las más recientes, la de Irak, las bajas correspondientes a Estados Unidos fueron un 97,68% hombres.[5]
En lo que hace a la violencia contra la mujer, es interesante advertir que las más altas tasas se registran precisamente en aquellos países donde menos libertad económica hay, si se compara el siguiente gráfico del Banco Mundial[6] con los datos del ranking de libertad económica de la Heritage Foundation.[7](Llamativamente, ni el Banco Mundial ni otras Organizaciones Internacionales han hecho estudios profundos sobre la violencia de la mujer contra el hombre).
A nivel mundial, la esperanza de vida de una mujer es 5 años mayor que la de un hombre. En un análisis entre países, podemos advertir asimismo que la mujer vive más allí donde la economía es más libre (Organización Mundial de la Salud).[8] Un dato curioso complementario: también a nivel mundial, hay tres veces más suicidios en hombres que en mujeres (Organización Mundial de la Salud)[9].
Veamos algunos datos relativos al mundo laboral. En lo que hace a la mano de trabajo infantil, la Organización Internacional del Trabajo calculó en 2012 que los niños tienden a participar más en la producción económica que las niñas (148,3 millones en comparación con 116,1 millones en el caso de las niñas). La tasa de empleo fue de 18,1% para los niños en comparación con 15,2% para las niñas.[10]
Las tasas de accidentes laborales son desproporcionadamente desventajosas para los hombres. En Argentina por ejemplo, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo informó que en 2014 el 81% de los perjudicados por “Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales” eran hombres, en comparación con un 19% mujeres.[11]
A partir de la Revolución Industrial, la mujer ha ido tomando cada vez mayor participación en el mundo laboral. La ampliación progresiva que desde entonces ha experimentado lo que llamamos “mercado”, ha beneficiado esta incorporación femenina a la economía, debido a que su propia estructuración lógica maximizadora impide la discriminación sexual (y de cualquier tipo) bajo el riesgo de incurrir en mayores costos: nadie que quiera maximizar económicamente su negocio pagará más alguien “por ser hombre”.
A nivel mundial, casi un 40% de la población activa actual son mujeres según el Banco Mundial. En los países económicamente más libres, otra vez, la tasa es mayor.
Veamos el caso de Estados Unidos.[12] Hacia 1870, sólo un 14% de las estadounidenses en edad laboral trabajaban fuera de la casa. Pero hacia 1940, el número ya se había duplicado. Para 1970, aproximadamente el 43% de las mujeres de Estados Unidos con edad superior a los dieciséis años tenía un trabajo asalariado. En 1996, eran casi el 60% las que trabajaban. En 2014, según datos del Banco Mundial, un 46% de la mano de obra norteamericana estaba formada por mujeres.[13] Y no menos importante, según estudios de la revista Fortune, hoy las mujeres son propietarias del 65% de todos los bienes de Estados Unidos.[14]
La igualdad de la mujer respecto al hombre es un proceso y, como tal, debe ser analizado como una película y no como una fotografía. La mayoría de los errores del feminismo consiste en analizar la instantánea en lugar del largometraje. En la base de este proceso igualador se encuentra el sistema económico que, paradójicamente, el feminismo insiste con atacar.
La antropóloga Helen Fisher ha destacado precisamente cómo los cambios económicos, desde la Revolución Industrial hasta la actual Revolución de la Información, benefició a la mujer. Su tesis es que el actual capitalismo puede incluso darle grandes ventajas por sobre el hombre; de ahí que su trabajo se haya titulado El primer sexo.[15] Fundamentalmente, Fisher destaca el crecimiento del sector servicios frente al industrial, respecto de lo cual ya podemos darle razón en virtud de datos concretos como que a nivel mundial el sector servicios es ocupado por un 54% de mujeres (Banco Mundial).[16]
Probablemente se nos diga, empero, que “si bien la mujer se incorporó al mundo laboral, el patriarcado se expresa pagándoles menos salarios a éstas en comparación a los hombres”. Es la falacia de la “brecha salarial”, que ha sido destruida por la feminista (disidente) Christina Hoff Sommers.[17] En una palabra, el origen de la falacia tiene que ver con comparar hombres y mujeres haciendo diferentes trabajos; cuando se los compara en un mismo trabajo y misma cantidad de horas, no hay desigualdad (conforme a la lógica de mercado ya expuesta). Pero los análisis feministas no tienen en consideración cuestiones tan importantes como profesiones elegidas, tipos de trabajo y cantidad de horas laboradas por mes.
Sumemos otra curiosidad respecto del “patriarcado” en lo que hace a la dimensión económica de la sociedad: entre el 75% y el 80% de las personas en situación de calle son hombres.[18] Curioso sistema de dominación contra la mujer, que tiene a sus hombres sin techo.
¿Y qué hay de la educación? En este ámbito tampoco parecemos encontrar ya rastros del mentado “patriarcado”. En el siguiente gráfico del Banco Mundial[19] podemos ver, a nivel global, que las curvas de niños y niñas ya se encuentran prácticamente solapadas, lo cual significa que hay igualdad en la finalización de la educación primaria y secundaria.
En lo referente a la educación terciara y universitaria, no podemos decir que haya actualmente igualdad, sino clara ventaja para la mujer. A nivel global, la mujer se egresa un 33% más de universidades que los hombres.[20] Según el Informe Global de la Brecha de Género 2015 (Foro Económico Mundial), “las mujeres ya representan la mayoría de estudiantes en casi 100 países”.[21] Veamos de cerca el caso argentino: según los datos del último censo, de los 1.929.813 argentinos que completaron su formación universitaria, 1.050.662 son mujeres, y apenas 879.151, hombres. Significa que hoy si una empresa publica una búsqueda profesional recibirá 55 currículas femeninas, contra 45 masculinas. Hay que destacar en el censo anterior los egresados eran 582.574 mientras las egresadas 559.577, lo cual significa que la brecha sigue en crecimiento: mientras que en una década estas últimas se duplicaron, los egresados hombres crecieron sólo 50%.[22]
Midiendo precisamente salud, educación e ingreso, el “Nuevo Índice de Desarrollo Humano relativo al Género” (Naciones Unidas) dio para Argentina un valor de 1,001, donde 1 representa la igualdad total, >1 desigualdad en favor del hombre y <1 desigualdad en favor de la mujer.[23] Es decir, hay una completa igualdad, incluso con una centésima a favor de la mujer.
Nos detengamos aquí a insistir con la importancia del sistema económico (para profundizar este punto, ver artículo de mi autoría en Revista FORBES). El Cato Institute ha cruzado los datos del Índice de Libertad Económica en el Mundo con indicadores sociales relativos a las mujeres, que se desprenden del Índice de Desigualdad de Género (IDG) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2010), y ha encontrado cosas asombrosas. Entre otras, ha comprobado que la desigualdad entre hombres y mujeres es dos veces más baja en los países con una economía capitalista que en aquellos que mantienen una economía cerrada y reprimida.
Asimismo, otros indicadores nos resultan significativos: en los países económicamente más libres, 71.7% de las mujeres ha terminado la educación secundaria, mientras en los menos capitalistas sólo 31.8% ha podido pasar por ella y finalizarla; los Parlamentos de los países económicamente más libres tienen una media de representantes mujeres doblemente mayor a la de los menos capitalistas; la mortalidad maternal en los países económicamente más libres es de 3.1 por cada 100,000 nacimientos, mientras en los países menos capitalistas ese valor se encuentra en 73.1 muertes; la tasa de fecundidad de adolescentes en los países económicamente más libres es de 22.4 por cada 1,000 mujeres de entre 15 y 19 años, mientras en los países menos capitalistas encontramos 87.7 casos.
Pero subrayemos lo siguiente. El feminismo insiste en ver “patriarcado” precisamente en las sociedades que, con arreglo a sus sistemas políticos y económicos, más igualdad lograron para los sexos. Así, nunca faltan protestas tan extravagantes como aquella que se hizo recientemente contra la depilación femenina por ejemplo (¡justo cuando muchos hombres empiezan también a depilarse!), mientras se guarda un silencio de tumba respecto a lo que acontece en otros puntos del globo donde otros sistemas políticos, económicos y culturales, mantienen a la mujer oprimida —principalmente en África y Medio Oriente—, con prácticas tales como la ablación (mutilación del clítoris) o el matrimonio de niños.
Frente a estos hechos, esta Nueva Izquierda de la cual el feminismo radical es parte, tiene listo su discurso contra el “etnocentrismo”, en favor del “multiculturalismo”, y da por cerrada epistemológicamente cualquier tipo de crítica.
Son contradicciones de ideologías que, diciendo estar del lado de la mujer, sólo buscan atacar los fundamentos del propio sistema que hizo del llamado “patriarcado” una pieza de museo histórico para Occidente.
[1] Ver Engels, Friedrich. El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. La Plata, De la Campana, 2011, p. 51.
[2] Millet, Kate. Sexual politics. Illinois, University of Illinois Press, 2000, p. 25.
[3] https://www.unodc.org/documents/gsh/pdfs/GLOBAL_HOMICIDE_Report_ExSum_spanish.pdf
[4] http://www.datosmacro.com/demografia/homicidios/argentina
[6] http://blogs.worldbank.org/opendata/es/igualdad-de-genero-que-muestran-los-datos-en-2016
[7] http://www.heritage.org/index/pdf/2016/book/Highlights_Spanish.pdf
[8] http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2016/health-inequalities-persist/es/
[9] http://www.who.int/gho/publications/world_health_statistics/2016/en/
[10] http://www.ilo.org/ipec/Informationresources/WCMS_IPEC_PUB_23776/lang–es/index.htm
[11] http://www.srt.gob.ar/estadisticas/anuario/2014.pdf
[12] Datos tomados de Fisher, Helen. El primer sexo. Las capacidades innatas de las mujeres y cómo están cambiando el mundo. Madrid, Santillana, 2001.
[13] http://es.theglobaleconomy.com/USA/Labor_force_percent_female/
[14] http://www.lanacion.com.ar/1814990-critica-al-feminismo-radical-despues-de-niunamenosensayo
[15] Fisher, Helen. El primer sexo. Las capacidades innatas de las mujeres y cómo están cambiando el mundo. Madrid, Santillana, 2001.
[16] http://datos.bancomundial.org/tema/genero
[17] https://www.youtube.com/watch?v=1oqyrflOQFc
[18] Ver Hurst, Charles. Social Inequality: Forms, Causes, and Consequences. Estados Unidos, Allyn and Bacon, 1998. También consultar Roleff, Tamara. The Homeless: Opposing Viewpoints. Estados Unidos, Greenhaven Press, 1996. Para el caso español, http://www.ine.es/prensa/np761.pdf
[19] http://blogs.worldbank.org/opendata/es/igualdad-de-genero-que-muestran-los-datos-en-2016
[20] http://www.lanacion.com.ar/1814990-critica-al-feminismo-radical-despues-de-niunamenosensayo
[21] https://www.weforum.org/es/agenda/2015/11/informe-global-de-la-brecha-de-genero-2015/
[22] http://www.lanacion.com.ar/1615742-mas-mujeres-graduadas-que-hombres
[23] http://www.ar.undp.org/content/argentina/es/home/presscenter/articles/2014/08/22/el-pnud-argentina-dialoga-sobre-igualdad-de-g-nero-con-referentes-mendocinas.html
Escuelas de Francia: Ya no se dirá “Mamá y Papá” para no ofender a niños con padres del mismo sexo
Por Leonardo Granadillo
Para algunos es una ley demasiado mente abierta, para otros es tal como se deben referir a los padres de cada niño, ya que hay algunos exactamente no son mamá y papá. Lo cierto es que en Francia de ahora en adelante se usarán las palabras ‘padre 1’ y ‘padre 2’.
Al menos ya el gobierno ha iniciado el proceso legal para ‘dejar de ofender’ a los padres de niños del mismo sexo, a quienes no les gusta mucho que se enseñe en el colegio que solamente existe una ‘mamá’ y un ‘papá’. Sin duda debe ser algo que genera confusión en los pequeños.
Pero a pesar de lo bien intencionada que puede llegar a ser la iniciativa que plantea se cambie ‘mamá’ y ‘papá’ por ‘Padre 1’ y ‘Padre 2’, en algunos sectores no ha sido nada bien recibida, incluso muy rechazada.
La medida ya pasó la primera lectura viendo como personajes políticos Valerie Petit diputada de la Asamblea Nacional Francesa la defendían, diciendo que es importante “anclar la diversidad de familias con niños en la ley”.
A pesar de que la ley va muy bien encaminada y se espera que sea aprobada, surgen algunas dudas y no es tanto por el hecho de quitar las palabras tradicionales con las que crecimos, sino porque podrían surgir diferencias entre los padres por quien sería el número 1.
Esta semana se espera se haga la segunda lectura sobre el tema, pero aparentemente solo falta algunos papeleos para que la medida, se empiece a aplicar. ¿Te parece buena esta idea?
Fuente: UPSOCL
En la Última Década, en Inglaterra, las Consultas por Tratamientos Hormonales de Cambio de Sexo se dispararon un 4000%
El Ministerio de la Mujer y la Igualdad del Reino Unido, dirigido por Penny Mordaunt y que está alineado en las políticas de género internacionales, quiere estudiar las causas que han llevado a un incremento del 4000% de los tratamientos transgénero en los menores de edad.
La propia ministra dejó en claro el crecimiento que se dio en la última década y que llamó la atención de los grandes medios británicos. Durante el último año, más de 1.806 niñas se han sometido a tratamientos dentro del sistema de salud del Reino Unido.
Son datos ciertos, proporcionados por el propio Ministerio británico, lo que provoca conmoción en cualquier lector, con independencia de la ideología y más entre los que nos dedicamos a la enseñanza o somos padres, porque no cabe duda de que lo que está pasando con los niños ingleses les pasará en muy corto periodo de tiempo a todos los europeos.
Son varias las razones por las que nadie puede permanecer indiferente ante el hecho de que estos tratamientos se estén produciendo en un número cada vez mayor y en edades cada vez más tempranas.
Primero: porque afecta a menores que deberían pensar en cualquier cosa menos en el sexo.
Segundo: porque los tratamientos son irreversibles y se trata de la única cosa que se les permite hacer a los menores sin el consentimiento paterno yque además tiene consecuencias fisiológicas y psicológicas para toda la vida.
Tercero: porque semejante incremento no puede sino ser causado por algo distinto a la “necesidad” de tales operaciones por cuestiones intrínsecas al menor. Es decir: las causan los adultos.
Una vez conocido el dato y escandalizados por ello debemos buscar la causa. Yo le diría a la ministra que no busque demasiado lejos, que ella (y sus predecesoras en el cargo) es en parte la causante de esta aberración.
El ministerio que dirige Penny Mordaunt es el responsable de los programas escolares de adoctrinamiento en centros escolares, el que firmó la «Alianza nacional contra la homofobia, bifobica y transfóbica», que actúa en centros escolares del Reino Unido. Esta ‘Alianza’ se firmó entre el Estado y una docena de asociaciones LGTB para inculcar a los niños la idea de que cualquier práctica, orientación o deseo sexual es igualmente válido, que existen niños que son niñas, niñas que son niños e individuos que no son ni una cosa ni la otra, etc. Estos programas, que se introducen en las escuelas –en teoría– para evitar el rechazo que sufren en la adolescencia los jóvenes homosexuales, enseñan a utilizar el propio cuerpo y el ajeno como fuente de placer, a identificar posibles sentimientos homosexuales y a aceptarlos como normales.
Independientemente del logro de su objetivo (personalmente creo que tampoco lo cumplen) está claro que estos programas lo único que pueden generar es confusión y desorientación en los niños y adolescentes, puesto que por definición tanto unos como otros no tienen formado el carácter ni tienen claro quiénes son y mucho menos quiénes quieren ser.
En el caso de los menores de once años sabemos que en su horizonte mental el sexo no aparece. Si por accidente aparece en su vida se muestra como un misterio, como cosas de los mayores que no terminan de comprender ni en su dimensión real ni en sus implicaciones. Por otro lado, en el nivel psicológico, los afectos del niño son de naturaleza muy diferente a las personas adultas. El niño vive en el presente donde lo que tiene delante es amado sin implicaciones de ningún tipo. Un niño puede jugar con un desconocido como si fuese su más fiel amigo y no volver a verlo sin echarle de menos ni preguntarse nada de él, o puede enfadarse y desenfadarse en unas horas con un compañero. Pueden tener mejor relación con una muñeca que con una persona real, porque la realidad es distinta para los niños que para los adultos, abarca más. Los niños no tienen el tipo de relación direccional de los adultos, por lo que no tienen orientación de ningún tipo, y menos orientación sexual.
En cuanto a la diferenciación sexual es algo que tampoco forma parte del universo del niño. Si bien son capaces de distinguir sexos a muy temprana edad (la identificación del sexo es un universal antropológico), no le dan el valor que los adultos le damos, no tratan a uno y otro sexo de manera diferente. Es del todo imposible que un niño o una niña manifiesten espontáneamente su incomodidad con el sexo propio (“asignado”, en la jerga de la ideología de género) o su preferencia por personas de su mismo sexo.
Solo si los adultos se empeñan en que los niños busquen afectos direccionales (la pregunta por el novio o la novia en educación infantil), con la que muchos padres acosan constantemente a sus hijos, los niños se pueden plantear esa cuestión como una realidad posible, y si además se les pregunta si están más a gusto con los de su propio sexo o si sienten por algún compañero atracción, los niños en su imaginación pueden crearse una idea equivocada de lo que son las relaciones con sus compañeros. En estos programas, por ejemplo, se les pregunta a los niños si tienen novio y a las niñas si tienen novia.
Plantear en un niño un conflicto como este, ponerles a jugar a que los niños sean niñas. y las niñas, niños, para “ver cómo se sienten”, puede excitar la imaginación infantil, que, como dijimos, tiene trastocado el criterio de realidad, creando a veces la ilusión de ser lo que no se es, y esta imaginación es más potente en el caso de las niñas.
La confusión en la infancia llevará inexorablemente a una confusión mayor en la pubertad, puesto que, en este periodo, como veremos, el conflicto es parte de la vida.
En cuanto a los adolescentes, el discurso adoctrinador en los colegios puede causar también un daño irreparable. Pensemos que la adolescencia es una etapa de crisis, donde todo lo aprendido en cuestiones de moral y política se pone en entredicho y donde el joven busca una afirmación en muchos casos contra la sociedad o el estilo de vida de los padres.
En la adolescencia el joven no encuentra su lugar y camina, como un náufrago, en busca de su lugar en la vida: busca afiliaciones (políticas, musicales, artísticas, religiosas), busca su afirmación y quiere ser tratado como adulto, pero tiene constantes recaídas a la infancia. No hay nada sólido en la vida del adolescente y este periodo se caracteriza por la búsqueda constante de su ser. El adolescente se ha iniciado ya en el amor direccional, ya le gusta alguien, aunque ese alguien cambie constantemente. Aún no ha llegado al amor pleno, sino que está en el mundo de los amores. La vida del adolescente puede ser pensada como los fuegos artificiales: mucha intensidad, pero poca pólvora, de tal manera que constantemente salta y vuelve a su ser.
La relación con las personas del otro sexo no es del todo equilibrada. Se da una relación de amor y odio a la vez; por una parte, las tendencias naturales les llevan a la unidad, pero la psicología, con sus dos tiempos madurativos entre hombres y mujeres, les lleva al rechazo, sobre todo entre las chicas. El adolescente se siente doblemente incomprendido: primero por sus padres y después por los representantes del sexo contrario, pero con las personas de su misma edad y sexo se siente plenamente a gusto.
Siendo así las cosas, no es el mejor momento para explicarles en el colegio la posibilidad de un amor homosexual, o trabajar la idea de que los sentimientos hacia sus compañeros deban llevar necesariamente a una idea homosexual o transexual.
Estos programas, sin duda, no cumplen objetivo que se proponen, pero traen una serie de problemas muy graves que deberían tenerse en cuenta, aprendiendo la lección del Reino Unido a la hora de exportarlos al resto de los países.
Varias son las razones que preocupan a los padres británicos, destacándose que el número va en aumento y a edades cada vez menores, cuando deberían estar pensando en otra caso en vez del sexo.
Otro factor de preocupación ante esta escalada de tratamientos hormonales para cambios de sexo es que se haga sin el consentimiento de los padres y sea irreversible. Las consecuencias fisiológicas y psicológicas son de por vida. Que sean adultos quienes promueven esta situación, en muchos casos promoviendo el lobby LGBT, generan un confusión en el infante que termina explotando en la pubertad.
No es de extrañar que aquellas niñas que fueron adoctrinados por estas asociaciones LGTB hace diez años pidan ahora de forma numerosa el cambio de sexo o practiquen la homosexualidad o la bisexualidad de manera momentánea, hasta lograr encontrar su sitio en la vida, es decir, llegar a la edad adulta.
FUENTE:
Prensa Republicana
La Otra Ideología… (El Pariente de la Ideología de Género dentro de la Iglesia Pseudo-Evangélica)
Autor: Prof. Jaime Luis Flores Flores*
“Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios…”
2 Juan 1
La ideología de género según el experto politólogo argentino, Agustín Laje, es el “totalitarismo del siglo XXI y no estar al tanto de qué es la ideología de género ni cuáles son sus peligros es no estar al tanto de la política actual”. (Acsiprensa, párr.2, 2018)
El experto en el tema nos ilustra con lujo de detalles al decir que la ideología de género defiende que el sexo no es una realidad biológica dada por la naturaleza sino que es una construcción sociocultural y viene de las entrañas del neo marxismo cultural y cuyo propósito es destruir la familia que nuestro Señor nos demanda defender.
Pertenece a la agenda global, es uno de los ejes principales del nuevo orden mundial cuyo propósito fundamental es el control poblacional porque se dice que los recursos naturales así como la agricultura, la ganadería, etc hace rato que está en crisis a nivel mundial. Por lo tanto, una política global del control de la natalidad es inevitable. ¿Cómo hacerlo?, no es casualidad que en todos los países donde se enquistó dicha agenda con la ayuda de políticos mediocres y egoístas, el estado mismo y fundamentalmente la prensa mediática, se insiste enfermizamente en leyes a favor del aborto, la unión civil de personas del mismo sexo y una supuesta política de salud sexual responsable.
Es verdad, es inevitable el aumento de la población humana, pero también es verdad que la riqueza está en manos de un pequeño club de super ricos ajenos al dolor, el hambre y el sufrimiento de la gran mayoría. Tienen la mejor educación, la mejor comida, el mejor sistema de salud y están hace rato en la búsqueda de la inmortalidad. Viven lejos de las grandes ciudades, en islas secretas, y son anónimos. Son los dueños del mundo y se reúnen en secreto periódicamente.
Tienen un enemigo común, se llama la Iglesia del Señor Jesucristo, su objetivo es exterminarlo de la faz de la tierra porque es la única fuerza con la que jamás pudieron, es más, siempre obstaculizó sus planes y su agenda global.
Durante siglos han maquinado como destruirlo y tenemos argumentos sólidos para afirmar categóricamente que hoy, tienen la mayor oportunidad de hacerlo porque lograron infiltrarse dentro de la misma y su diseño fue elaborado con mucha paciencia, astucia y con ciertas ventajas. Centraron el liderazgo en el pastor, pero se dieron cuenta que necesitaban contundencia y filtraron un concepto errado de apóstol contrario al fundamento bíblico pero atractivo, elitista y ecuménico. Construyeron el servicio de culto minimizando el mensaje bíblico auténtico y lo reemplazaron por el entretenimiento como la promoción de discotecas cristianas.
Lograron desterrar la lectura bíblica generando la ociosidad y escasez de hábitos de lectura. La capacidad de pensamiento crítico, discernimiento y el escrudiñamieto de las sagradas escrituras. Todo es emoción, salvo honrosas excepciones.
Resumen sus ideas en una teología de la avaricia, veamos.
-El pacto de Abraham (Génesis 12, 15, 17, 22) es una de las bases teológicas del evangelio financiero. Kenneth Copeland en su libro “The Laws of Prosperity” (Las leyes de la prosperidad) dijo: ”Como el pacto de Dios ha sido establecido, y la prosperidad es una provisión de este pacto, ¡usted tiene que tomar conciencia de que la prosperidad ahora le pertenece!”. No es casualidad ver a los neo apóstoles soñando con aviones privados, según ellos para orar mejor cerca de Dios en las alturas.
– “El falso tele-evangelista dice tendenciosamente que el principio básico de la vida cristiana es saber que Dios ha puesto nuestro pecado, malestar, enfermedad, tristeza, angustia y pobreza sobre Jesús en el Calvario y la riqueza del mundo nos pertenece”. Lo que no nos dice que el mismo apóstol Pablo insta a los corintios a dar sus riquezas por los hermanos necesitados, escribiendo: “En el momento actual la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos”, (2 Corintios 8:14).
– Pero el gurú es Robert Tilton, es el ideólogo de la “teología de la compensación”. supuestamente basada en Marcos 10:30, los cristianos deben dar generosamente a los demás, porque cuando lo hacen, Dios les devuelve más a cambio. Es conocido por muchos que la ex bruja mexicana Ana Méndez llega al extremo de afirmar que el “billete habla”, pero no es la única, la secta brasileña “Pare de Sufrir” entrena a sus pastores para el histrionismo y lograr sacar la mayor cantidad de dinero a los incautos analfabetos bíblicos y muchos con título profesional.
– El cristianismo como doctrina auténtica sabe que la fe es la confianza total en la persona de Jesucristo, pero los herejes del evangelio financiero añaden diciendo que la fe es una fuerza, energía y un poder espiritual logrando que las leyes del mundo espiritual funcionen”, Aquello justifica que las cosas materiales se obtienen en el mundo espiritual activando la fe, el padre de esta herejía es el farsante Sur koreano Yonggi Cho.
– Los promotores del evangelio de la prosperidad dicen que “no tenemos porque no pedimos” desvirtuando el texto de Santiago 4:2. Una de sus defensoras dice que “Cuando oramos, creyendo que ya hemos recibido lo que estamos orando, Dios no tiene más remedio que hacer que nuestras oraciones se cumplan…», es una clave para conseguir resultados como cristiano. Según ellos todo se resuelve con decretos, confesiones, etc. Sus frases son algo así: “Yo decreto en el nombre de Jesús que tendrás una casa, un carro, etc”.
Dicha teología parece que pretenden convertir al Dios auténtico en una especie de “Mayordomo Cósmico” que debe estar dispuesto a atender todas nuestras necesidades aún sean egoístas y nada cristianas.
Por lo expuesto tenemos por un lado a la ideología de género que afecta a la familia, la iglesia y la misma sociedad, pero también tenemos una falsa teología que promueve un evangelio financiero que al haberse enquistado en la Iglesia se ha convertido también en una ideología al que llamaremos “Ideología religiosa pseudoevangélica”.
Ambas son totalitarias y perversas, la primera necesita del aparato del estado para obligar a todos a aceptarla y si no lo haces pagarás las consecuencias. Aquello es una pesadilla en muchos países Europeos y de América como el Canadá y recientemente en Chile y ahora está con todo su apogeo en el Perú.
La segunda tiene cautivos a cientos de miles, quizás millones de creyentes amenazados a ser expulsados, maldecidos cuyas consecuencias son tristes. Son comunes frases como: No juzgues, no critiques, no toques al ungido, te vendrá maldición, etc.
Así como los promotores de la ideología de género pretender obligarnos vía leyes para que aceptemos a alguien como mujer siendo un hombre y viceversa y si nos negamos pagaremos hasta con cárcel por una supuesta homofobia, discriminación y un fundamentalismo religioso, cuando la explicación es 100% biológica y científica. También los promotores de la “Ideología religiosa pseudo evangélica” pretenden obligarnos dentro de la Iglesia a aceptar la falsa autopercepción del líder como el ungido, el escogido, el que recibe órdenes de Dios mismo, etc. como el apóstol, doctor, embajador, rey y pronto dios. De allí se valen para decir frases como: «Dios me ha dicho«, «El Señor mientras caminaba me reveló que voy a ser Presidente de la República, voy a servir y no ha ser servido» y aquellas aberraciones genera movimientos políticos con nombre propio y frases rimbombantes tales como: «Nacidos para gobernar«.
Si no estás con ellos, eres expulsado, difamado, burlado, etc . Ellos exigen en sus miembros obediencia, sumisión, integridad, y fundamentalmente una cobertura espiritual de una autoridad mayor. Sin embargo aquello es lo que menos hacen porque no rinden cuentas a nadie, tienen guardaespaldas, cobran decenas de miles de dólares, tienen carros, casas, propiedades, algunos tienen doble vida. Es triste ver a muchos hermanos que se apartan de las iglesias por diversas razones y forman su propia denominación con nobles intenciones pero siguen exactamente los mismos pasos, es simple, por falta de conocimiento.
En conclusión, hoy tenemos dos ideologías anticristianas, lejos de la verdad de Dios, la primera pretendiendo reducir el crecimiento poblacional con métodos antihumanos y la segunda paradójicamente pretendiendo aumentar exponencialmente el crecimiento poblacional de nuevas ovejas en las congregaciones con el único propósito de trasquilarlas y luego abandonarlas a su suerte para ser devorados por las fieras de una sociedad perversa que marcha a su perdición.
Cuando leemos el evangelio de Juan 21, 1. 15-19
“Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?,
El le respondió: “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”.
Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”.
Le volvió a decir por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”
Él le respondió: “Sí, Señor, sabes que te quiero”.
Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”.
Le preguntó por tercera vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”
Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo:
“Señor, Tú lo sabes todo; sabes que te quiero”.
Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas.
Lo que podemos sentir es temor y temblor y se hace más intenso cuando leemos Mateo 18:5,6.
“…Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino delas que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar”.
Entonces somos conscientes que lo único que nos mantiene fortalecidos es nuestra confianza puesta en el verdadero y único Señor de Señores, Jesucristo el que vive para siempre, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
* Mg. Jaime Luis Flores Flores (Cohen University USA) es Profesor de Investigación Científica, Diseño y Desarrollo de Tesis.Escuela de Post Grado. Universidad Católica SS. Lima Perú.