Como ya lo hemos estudiado en otras bitácoras, en el año 70 d. E.C. legiones romanas, bajo las órdenes del general Tito, destruyeron por completo la ciudad de Jerusalén y su Santo Templo.
La historia nos cuenta que más tarde la rebelión de Bar Kokhbá (132-135 d.C.) fue aplastada por Adriano, los judíos fueron esparcidos por todo el imperio romano como esclavos y desterrados de su patria por dos mil años. Como justificación al antisemitismo y a todas sus desgracias, se creyó que todos sus males eran causados por haber matado al Mesías. Esta idea fue propagada especialmente por los miembros de las comunidades mesiánicas simpatizantes con la filosofía griega que consideraban importante ir separando a la Iglesia de toda influencia hebrea.
De este modo, durante el siglo segundo, los llamados padres de la Iglesia comenzaron a finalizar lo que sería más tarde la base teológica de la Iglesia cristiana, donde la filosofía griega reemplazaría a la teología hebrea. Desde este movimiento en la historia eclesiástica de los siglos II y III, se verá a Roma sustituir a Jerusalén, los gentiles a los hebreos, el domingo por el sábado, las fiestas levíticas por fiestas paganas etc. Muy pronto el sistema universal de creencias paganas y religiosas, dará paso a la Iglesia Católica Romana.
Será Agustín, quien por medio de su libro “La ciudad de Dios”, desarrollará la idea de que la Iglesia e Israel serán bendecidas por el regreso y reinado del Mesías en la tierra, pero la Iglesia reemplaza a Israel para siempre. Desde ese planteo filosófico Roma se hará el centro de la adoración, será llamada la nueva Jerusalén. El judaísmo y todas sus doctrinas serán considerados una religión imperfecta y reemplazada por el evangelio. De esta manera, todo el fundamento de la fe que instauró Yeshúa y sus discípulos, fue reemplazado por el conocimiento griego. De esta manera nace la conocida teología del reemplazo o la sustitución que enseña esencialmente que la Iglesia ha remplazado a Israel en el plan de Dios.
Un hito importante en el desarrollo histórico de la dominación de la teología del reemplazo dentro de la Iglesia ocurrió en el tercer siglo con una escuela que se formó en Alejandría, Egipto. Bajo la dirección de Orígenes, esta escuela bíblica enseñaba una mezcla de la filosofía griega y el cristianismo impulsado principalmente por la introducción de una interpretación alegórica (“espiritual” o simbólica) de la Escritura. Antes de la formación de esta escuela, no había métodos alternativos de interpretación de las Escrituras del Antiguo Testamento en la comunidad cristiana – sólo la interpretación literal. (Aunque Filón [20 aC – 50 dC] – un filósofo judío que también vivió en Alejandría – también enseñó este método alegórico para interpretar el Antiguo Testamento, no hay evidencia de que antes de Orígenes estas enseñanzas fueran de impacto dentro de la comunidad cristiana).
Esta hermenéutica (o método de interpretación de la Biblia) fue el precursor de la teología de reemplazo – o como Pablo lo llamó, los cristianos gentiles siendo “sabios en su propia opinión” (Rom. 11:25). Sión, Israel y Jerusalén se convirtieron en los términos que se refieren al pueblo redimido de Dios en general, más que tratarse de un lugar geográfico literal en el Medio Oriente. Moab, Egipto, Asiria, Persia, Babilonia fueron entendidos simplemente como los enemigos espirituales del Israel espiritual.
La conclusión lógica del método alegórico de interpretación fue que los “hijos” de Israel eran simplemente los hijos espirituales que han “nacido de nuevo” en el nuevo pacto. (Por supuesto, esto ignora el hecho de que el Nuevo Pacto fue prometido al pueblo de Israel). Así que, en realidad, la teología de reemplazo no es una inserción al azar de su nombre en lugar de Israel al interpretar las bendiciones prometidas a ellos. Más bien es una manifestación externa de un problema mayor: una espiritualización de las Escrituras para que estas giren en torno a mi existencia y no la del Mesías, ni tampoco el corazón fiel de Dios quien seguramente cumplirá cada promesa hecha a Abraham, Isaac y Jacob.
Ya para el año 325 de la d.C., el ecuménico Concilio de Nicea, adoptaba esta teología de enfoque griego, y durante 1.600 años fue utilizada para perseguir a los judíos y fundamentar su odio.
La posición anti-Israel continuó en el cristianismo hasta que surgió en el siglo XIX la teología de las dispensaciones y el pre-milenio. La mayoría de los teólogos aceptan la teología de reemplazo como válida. Con el surgimiento del estado judío en 1948, los de la dispensación consideraron el establecimiento del estado judío como una profecía de la segunda venida. Otros grupos se mantuvieron neutrales y otros antagónicos a esta profecía. En los últimos 15 años, con el surgimiento del enfoque a las raíces hebreas, muchos grupos cristianos sean convencidos del error histórico de esta teología griega. Como podemos ver los seguidores de la teología del reemplazo se han apartado de la interpretación literal de las Escrituras, especialmente en cuanto al (mal llamado por ellos) Antiguo Testamento se refiere, y en el (mal nombrado por ellos) Nuevo Testamento generalmente re-interpretan los pasajes referentes a Israel, diciendo que en realidad fueron escritos para la Iglesia.
No hay duda alguna que el prejuicio, el odio y el celo, por tantos siglos sembrado y desarrollado son hoy obstáculos que tienen que ser destituidos para que ellos (la Casa de Judá) conozcan al Mesías. Es justamente la verdadera Iglesia la responsable de esta labor, “Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo” (Isaías 57:14). Todo aquel que se llame seguidor de Cristo debe ser liberado de esa mentira, porque somos parte de la Casa de Israel, y por ende un solo cuerpo con la Casa de Judá.
Entonces y para que quede claro, entendemos que los adherentes de la teología de la sustitución creen que los judíos ya no son el pueblo escogido de Dios, y que el Eterno no tiene planes específicos para la nación de Israel en el futuro. Todas las perspectivas diferentes de la relación entre la Iglesia e Israel pueden ser divididas en dos campos: o la Iglesia es una continuación de Israel (la Teología de la Sustitución / la Teología del Pacto), o la Iglesia es completamente diferente y distinta de Israel (el Dispensacionalismo / el Premilenialismo).
La Teología de Reemplazo dice que Israel es imperfecta. Que no tiene las promesas y que por lo tanto ha sido reemplazado por la Iglesia. Según esta posición griega la Iglesia es la Israel espiritual, la perfecta. La que tiene todas las bendiciones y promesas. Por eso esta posición teológica asegura que Israel es maldita y esta marginada ante Dios.
Sin embargo, y según la teología de Pablo, el formador de la Iglesia en los gentiles, Israel es el olivo natural (Rom. 11) y los gentiles creyentes son injertados como una rama. Nunca Pablo enseñó que Israel sería reemplazada. La Iglesia es parte de la Casa de Israel, porque el Todopoderoso no tiene dos heredades ni tampoco dos esposas. El Eterno es fiel a las promesas y a su cumplimiento. La Iglesia es coheredera (ambos judíos – gentiles). “Ese misterio consiste en que los gentiles sean coherederos, miembros del mismo cuerpo, y participes de la promesa en el Mesías, por medio del evangelio» (Efesios 3:6).
Es evidente, y hasta lógico, que el Todopoderoso no ha rechazado a Israel. Sus promesas son eternas y el pacto es incondicional, no es transferible. La gracia del Eterno es para todos sin excepción de grupos étnicos.
Sabemos y creemos que Yahwéh es un Dios de alianzas. El hizo alianza con Abraham, Issac, Jacob y su descendencia, la Casa de Israel. Su alianza es eterna, incondicional y de amor eterno como su palabra. En el libro de Romanos, capitulo 4 y 5, Pablo declara que las promesas a Israel, fueron dadas por la fe de los patriarcas, y no sobre la base de castigo y recompensa. Si el pueblo judío existe hoy en día, sobreviviendo a holocaustos, exilios y pogromos es porque se tienen que cumplir la Escrituras, la promesa a Abraham. Los gentiles a través del Mesías y los justos son parte de la Casa de Israel, y heredan también todas las bendiciones, no reemplazan a nadie, sino que son injertados al olivo natural.
La Iglesia no ha reemplazado a Israel en el plan del Eterno Dios. Podemos asegurar que Él no se ha olvidado de Israel, y un día la restaurará a su rol de propósito deseado para la nación que Él ha escogido (Romanos capítulo 11).
A continuación dejo las citas de distintos pasajes bíblicos que servirán para entender el planteo de esta bitácora:
“Y te desposaré conmigo para siempre; desposarte he conmigo en justicia,
y juicio, y misericordia, y miseraciones. “
Oseas 2:19
“¿Se Olvidará la mujer de lo que parió, para
dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque se olviden ellas, yo no me
olvidaré de ti. He aquí que en las palmas te tengo esculpida: delante de mí
están siempre tus muros. “
Is. 4915-16.
“Porque tú eres pueblo santo á Yahwéh tu Poderoso: Yahwéh tu Poderoso te
ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están
sobre la haz de la tierra. “
Deut. 7:6
“Mas tú, Israel, siervo mío eres, tú, Jacob, á quien yo escogí, simiente
de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los extremos de la tierra, y de sus
principales te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú, te escogí, y no te
deseché.”
Isaías 41:8-9
“Convertíos, hijos rebeldes, dice Yahwéh, porque yo soy vuestro esposo:
y os tomaré uno de una ciudad, y dos de una familia, y os introduciré en Sión;”
Jeremías 3:14
“Así ha dicho Yahwéh, que da el sol para luz del día, las leyes de la
luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte la mar y braman sus
ondas; Yahwéh de los ejércitos es su nombre: Si estas leyes faltaren delante de
mí, dice Yahwéh, también la simiente de Israel faltará para no ser nación
delante de mí todos los días. “
Jeremías 31:35-36
“Porque no dejará Yahwéh su pueblo, Ni
desamparará su heredad; “
Salmos 94:14
“DIGO pues: ¿Ha desechado el Poderoso á su pueblo? En ninguna manera.
Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de
Benjamín. No ha desechado el Poderoso a su pueblo, al cual antes conoció.”
Romanos 11:1-2
“Mas tú, Israel, siervo mío eres, tú, Jacob, á
quien yo escogí, simiente de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los extremos
de la tierra, y de sus principales te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú, te
escogí, y no te deseché.”
Isaías 41:8-9
“¿Cómo tengo de dejarte, oh Efraím? ¿He de
entregarte yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, ni ponerte como á
Zeboím? Mi corazón se revuelve dentro de mí, inflámanse todas mis
conmiseraciones. No ejecutaré el furor de mi ira, no volveré para destruir á
Efraím: porque el Divino soy, y no hombre; el Santo en medio de ti: y no
entraré en la ciudad.”
Oseas 11:8-9
“Yahwéh se manifestó á mí ya mucho tiempo ha, diciendo: Con amor eterno
te he amado; por tanto te soporté con misericordia.”
Jeremías 31:3
“ Oh vosotros, simiente de Israel su siervo,
Hijos de Jacob, sus escogidos. Yahwéh, él es nuestro Poderoso; Sus
juicios en toda la tierra. Haced memoria de su alianza perpetuamente, Y de la
palabra que él mandó en mil generaciones. Del pacto que concertó con
Abraham, y de su juramento á Isaac; El cual confirmó á Jacob por estatuto, Y á
Israel por pacto sempiterno,”
1 Crónicas 16:13-17
“Porque la parte de Yahwéh es su pueblo; Jacob la cuerda de su heredad.”
Deuteronomio 32:9
“Acordóse para siempre de su alianza; De la palabra que mandó para mil
generaciones, La cual concertó con Abraham; Y de su juramento á Isaac. Y la estableció a Jacob por decreto, A Israel por pacto sempiterno,”
Salmos 105:8-10
“El denuncia sus palabras á Jacob, Sus estatutos y sus juicios á Israel.
No ha hecho esto con toda gente; Y no conocieron sus juicios. Aleluya.”
Salmos 147:19-20
“Porque no dejará Yahwéh su pueblo, Ni
desamparará su heredad; “
Salmos 94:14
“Que en aquel tiempo estabais sin el Mesías, alejados de la república de
Israel, y extranjeros a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en
el mundo.”
Efesios 2:12
“Bien: por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe
estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme. Que si el Poderoso no perdonó á
las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.”
Romanos 11:20-21
“Esto pues digo: Que el pacto confirmado del Poderoso para con el
Mesías, la ley que fué hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga,
para invalidar la promesa. Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la
promesa: empero el Poderoso por la promesa hizo la donación a Abraham.”
Gálatas 3:17-18
Si tu eres cristiano, necesitas arrepentirte de todo antisemitismo implantado en ti por este sistema anti-Mesías.
En el área de la teología, necesitas repudiar la “doctrina de el reemplazo”. Esta doctrina errónea asegura que el Eterno ha terminado con el pueblo Israel, y la ha reemplazado por la «Iglesia».
A través del profeta Jeremías somos amonestados por tener una teología que niega el futuro de Israel como nación.
“¿No has echado de ver lo que habla este pueblo, diciendo: Dos familias que YHVH escogiera ha desechado? (las 2 casas Juda y Efrain) Y han tenido en poco a mi pueblo, hasta no tenerlo más por nación. Así ha dicho el Señor: Si no permanece mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra, también desecharé la descendencia de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Porque haré volver sus cautivos, y tendré de ellos misericordia«.
(Jeremías 33: 24-26 )
¡Nadie puede enseñar o creer que el pueblo de Isrel se ha perdido, destruido, remplazado, substituido, echado a un lado permanentemente, o puesto eternamente en exilio de nuestra tierra!
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