Sanación

Oración Personal por Refuá Shelemá (Curación Pronta y Completa)

«En la quietud de Tu presencia, Oh Eterno, siento que Tu amor sanador fluye en mí, trayendo paz a mi mente y energía vital a mi cuerpo.

Envuelto en Tu poderoso amor sanador, Oh Eterno, experimento salud y perfección de mente, cuerpo y emociones.


Gracias, Bore Olam (Creador del Universo), por Tu amor de curación, que se encuentra en todas las células de mi ser fortaleciéndome y restaurándome en Refuá Shelemáh (sanación completa) con perfección.


Querido Creador del Universo, te entrego toda inquietud en cuanto a mi salud. Confío en que Tu amor y Tu presencia dadora de vida me renueven.


Querido Ribonó Shel Olam (Señor del Universo), estoy receptivo a Tu poder de curación. Tu luz y vida vigorizan cada célula de mi ser y siento agradecimiento.


Con corazón receptivo al amor renovador del Eterno, acepto mi curación ahora.


Estoy sano y fuerte porque estoy unido a la Presencia Sanadora y revitalizadora del Eterno.


He sido creado a la imagen y semejanza del Eterno, bendecido con vigor y perfección.


El poder del Eterno me sustenta y bendice con perfecta salud.
Accedo a la plenitud del Eterno en mí. Tengo salud y bienestar de mente, cuerpo y espírit
u en los méritos del sacrificio de Yeshúa HaMashiaj.

Baruj Ata Adonai, Rofé Hajolim (Bendito Seas, oh Eterno, que curas a los enfermos)
»

Orar Antes de Sanar

Un grupo de enfermeros oran por los pacientes y el personal médico de un hospital. Piden al Eterno Dios en oración, guía y sabiduría para poder cumplir con su jornada de trabajo.

El video fue publicado por una de las enfermeras, y dijo que tienen la costumbre de hacer esto siempre. “Nosotros oramos todos los días por nuestros pacientes, familias y compañeros de trabajo”, escribió Sonia Diaz en la descripción del video.

Los enfermeros del hospital Covenant Health, de la ciudad de Lubbock, aparecen en el video con las manos extendidas y las cabezas inclinadas, en un momento de oración en grupo.

La oración fue dirigida por una de las enfermeras, que clamaba a Dios con emoción:

Que sus manos sean como curación y consuelo para los que cuidan.

Te pedimos Señor que los alientes a ser los líderes que los llamaste a ser”.

“Que ellos confíen en Ti, sabiendo que Tú estás guiando cada paso que ellos dan. Señor, deles paciencia, fuerza y, sobre todo, amor mientras caminan en sus nuevos caminos”, agregó, en referencia a unos enfermeros que se despedían.

La oración se completa con las siguientes palabras: “Señor, pon una mano de protección alrededor de ellos y de todo nuestro equipo. Bendice a los que están enfermos, llorando, muriendo, para que puedan encontrar consuelo y paz en Ti.

 Te pedimos esto en su nombre precioso de Jesús. Amén”.

Amor al Prójimo: Receta contra Toda Enfermedad.

Por P.A. David Nesher

 

 

“Y YHVH apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian.»

 

(Devarim/Deuteronomiio 7:15)

 

Mientras peregrinamos la fe junto a Yeshúa, aprendiendo los códigos de Su Luz, si presencia se nos manifiesta sanadora. Ésta salud que el Señor comunica desde la Torah de nuestro Abba, y esta transformación de sanidad que Yeshúa con su presencia regala, quiere llegar y alcanzar también las entrañas más hondas de nuestra vida social. Allí donde se entreteje nuestro ser más personal y particularmente allí donde en el más hondo entretejido de lo personal, estamos heridos, enfermos, en las heridas que tenemos en el corazón, por causa de nuestros vínculos.

Justamente, escribí esta bitácora con un intención: invitarlos a que permitan al Espíritu Santo implantar la revelación de la aliyá (ascensión) de hoy, en lo más profundo de sus almas. Si dejan que esto suceda, comprobarán la afirmación divina que asegura que Su sanidad es una consecuencia de la obediencia a los mishpatim (mandamientos sociales) entre los integrantes del pacto (su asamblea de primogénitos). Esta práctica nos permite gozar de todos los beneficios del pacto, que también incluyen la prosperidad económica, y el poder sobre los enemigos (incluso los demonios). Por el contrario, si tenemos relaciones de enemistad entre nosotros, no podremos hacer frente a los embates de las distintas jerarquías demoníacas.

El Eterno enseña que, si no hay una relación armoniosa con nuestro prójimo, las enfermedades no sanarán, la escasez económica aumentará y la sequía espiritual invadirá el alma.

Sobre nuestro mundo social quiere venir hoy Yeshúa para implantarnos este conocimiento transformador. Él ofrece llevar Su Yugo con el fin de sanar nuestras heridas relacionales. Heridas que se expresan en angustias y en tristezas. Heridas que se manifestaron por causa de algún desencuentro con nuestro prójimo. Heridas que se hacen presentes en nuestros proyectos de vida, revelando faltas de horizontes y de esperanzas. Heridas profundas que han dejado sembrado el odio y la desconfianza. Heridas que en la vida hemos recibido y que en lo vincular nos han distanciado de seres muy queridos. Heridas que nos han enfermado psicológica y físicamente.

Nuestro Mesías, en Su interpretación de la Instrucción (Torah) de Abb transforma y cura las heridas. Sus palabras pedagógicas nos regalan la Presencia del Eterno, que toca nuestra vida en donde está golpeada y allí mismo nos repara y transforma, nos cura y nos sana. Para ser nosotros sanadores heridos o heridos sanados para sanar.

Por esto, nuestro amado Mesías y Dueño dijo:

”Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
(Juan 13:34-35 _RVR1960)

 

Elevo plegaria para que tu vida se vuelva un instrumento de Su Shalom en medio de todas tus conexiones.