Relaciones

Amor al Prójimo: Receta contra Toda Enfermedad.

Por P.A. David Nesher

 

 

“Y YHVH apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian.»

 

(Devarim/Deuteronomiio 7:15)

 

Mientras peregrinamos la fe junto a Yeshúa, aprendiendo los códigos de Su Luz, si presencia se nos manifiesta sanadora. Ésta salud que el Señor comunica desde la Torah de nuestro Abba, y esta transformación de sanidad que Yeshúa con su presencia regala, quiere llegar y alcanzar también las entrañas más hondas de nuestra vida social. Allí donde se entreteje nuestro ser más personal y particularmente allí donde en el más hondo entretejido de lo personal, estamos heridos, enfermos, en las heridas que tenemos en el corazón, por causa de nuestros vínculos.

Justamente, escribí esta bitácora con un intención: invitarlos a que permitan al Espíritu Santo implantar la revelación de la aliyá (ascensión) de hoy, en lo más profundo de sus almas. Si dejan que esto suceda, comprobarán la afirmación divina que asegura que Su sanidad es una consecuencia de la obediencia a los mishpatim (mandamientos sociales) entre los integrantes del pacto (su asamblea de primogénitos). Esta práctica nos permite gozar de todos los beneficios del pacto, que también incluyen la prosperidad económica, y el poder sobre los enemigos (incluso los demonios). Por el contrario, si tenemos relaciones de enemistad entre nosotros, no podremos hacer frente a los embates de las distintas jerarquías demoníacas.

El Eterno enseña que, si no hay una relación armoniosa con nuestro prójimo, las enfermedades no sanarán, la escasez económica aumentará y la sequía espiritual invadirá el alma.

Sobre nuestro mundo social quiere venir hoy Yeshúa para implantarnos este conocimiento transformador. Él ofrece llevar Su Yugo con el fin de sanar nuestras heridas relacionales. Heridas que se expresan en angustias y en tristezas. Heridas que se manifestaron por causa de algún desencuentro con nuestro prójimo. Heridas que se hacen presentes en nuestros proyectos de vida, revelando faltas de horizontes y de esperanzas. Heridas profundas que han dejado sembrado el odio y la desconfianza. Heridas que en la vida hemos recibido y que en lo vincular nos han distanciado de seres muy queridos. Heridas que nos han enfermado psicológica y físicamente.

Nuestro Mesías, en Su interpretación de la Instrucción (Torah) de Abb transforma y cura las heridas. Sus palabras pedagógicas nos regalan la Presencia del Eterno, que toca nuestra vida en donde está golpeada y allí mismo nos repara y transforma, nos cura y nos sana. Para ser nosotros sanadores heridos o heridos sanados para sanar.

Por esto, nuestro amado Mesías y Dueño dijo:

”Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
(Juan 13:34-35 _RVR1960)

 

Elevo plegaria para que tu vida se vuelva un instrumento de Su Shalom en medio de todas tus conexiones.