Son internautas con claros fines políticos, partidarios e ideológicos que tienen, además del know how, vínculos con los sectores más reaccionarios de la Argentina, a través de diversas fundaciones. Un tejido de vínculos que se oculta para poder sostener públicamente la consigna de un reclamo “apolítico”.
¿Quiénes son esas ocho personas?:
Luciano Bugallo. Administra la comunidad El Cipayo, una de las primeras en convocar al cacerolazo y el blog Argentina Contra K. Posee una cuenta en Facebook (con más de 17 mil adherentes) y administra en la misma red social el grupo Cacerolazo Argentino. Bugallo fue invitado por diversos medios masivos de comunicación, desde donde difundió los eventos. Allí nunca hizo hincapié en que trabajó para la Fundación Fragua, dirigida por el Director de Escuelas Públicas de PRO, Max Gulmanelli; participó de la escuela de dirigentes del PRO “G-25”; y en el Comité Hípico de la Sociedad Rural Argentina.
Bugallo tampoco ahondó en su rol de coordinador de la Red de Encuentro Ciudadano, una ONG dirigida por Claudio Bargach, integrante de la Coalición Cívica, ni que organiza eventos para la Fundación Libertad y Progreso, coordinando la comunicación con Cecilia Olive.
Aníbal Calafell: Ex capitán de la Armada, fuerza en la que se desempeñó durante la última dictadura militar, es el responsable de financiar publicitariamente el cacerolazo en Internet. Fue concejal por el PRO en Vicente López entre 2005 y 2009 y candidato a intendente de Mauricio Macri en el mismo partido bonaerense. Actualmente ostenta el cargo de vocal en la Sociedad Rural Argentina (SRA) e integra el Directorio de la Fundación Despertar.
Cecilia Olive: Responsable de comunicación en la Fundación Libertad y Progreso y miembro de la Fundación Naumann, fue quien envió las invitaciones al cacerolazo, lo que derivó en la viralización virtual del contenido. Olive también está entre las autoridades del Partido Liberal Libertario, donde ocupa el rol de coordinadora de Marketing.
Jorge Sonnanet: Es un teólogo que conduce el Movimiento de Argentinos Indignados. Está vinculado a la Coalición Cívica y tiene una relación fluida con el ex diputado de aquella fuerza, Héctor «Toti» Flores, titular del movimiento social Movimiento Humanista de Resistencia. Administra desde la Web la comunidad Argentinos Indignados. A Sonnanet se le atribuyen los afiches “Indignate. El 8N tomá la Calle”.
Eliana Toro: Es editora del portal digital Tribuna de Periodistas y administra la comunidad homónima en Facebook. Es la ex pareja de Iván Velázquez, ex agente de inteligencia prófugo de la justicia, acusado de haber hackeado e intervenido las cuentas de mail personales de altos funcionarios del gobierno nacional. Toro sería la coordinadora de las comunidades que impulsan de manera más activa el cacerolazo, lo que le permitió conseguir que las mismas firmasen una solicitada en conjunto.
Yamil Santoro: Es uno de los miembros fundadores del Partido Liberal Libertario y fue quien produjo el video para la convocatoria al cacerolazo anterior, que fue furor en Youtube. En 2010, Santoro participó del intento de creación de un «Tea Party Argentino» y se lo vincula a la diputada de Unión por Todos –y cada vez más cerca del PRO– Patricia Bullrich.
Sergio Koltan: Es el fotógrafo oficial de Unión por Todos y cubre las actividades del Grupo de Acción Política por la Unidad, integrado por los diputados Bullrich, Eduardo Amadeo (Peronismo Federal) y Federico Pinedo (PRO). Es uno de los administradores de los principales grupos de Facebook desde donde se convoca al cacerolazo.
Michael Ibarra: Es integrante del Partido Liberal Libertario y de la organización ultraliberal Fundación Friedrich Naumann para la Libertad. Ibarra administra uno de los principales grupos desde donde se convoca al evento.
LA ESTRUCTURA.
Tal como quedó explicitado, quienes gestionan y promueven el 8N están vinculados a diversas fundaciones, a su vez relacionadas a partidos políticos. Por caso, dos de los promotores del evento, Bugallo y Olive, trabajan en la comunicación de la Fundación Libertad y Progreso.
Se trata de un centro de investigación de corte neoliberal y conservador. Para graficarlo: en su Junta Directiva y su Consejo Académico se encuentran el ministro de Economía de Fernando de la Rúa, Ricardo López Murphy; Manuel Solanet, ex secretario de Hacienda del terrorismo de Estado; y José María Dagnino Pastore, ex ministro de Economía de las últimas dos dictaduras que sufrió el país.
También se destacan entre sus filas Marcos Aguinis, Martín Krause y Aldo Abram, quienes suelen emitir sus juicios y opiniones por los diarios La Nación y Clarín.
Libertad y Progreso está presidida por Agustín Etchebarne, quien también fue asesor de Argentina Ciudadana, la fundación del rabino y legislador macrista Sergio Bergman.
Otra fundación que aparece vinculada con los organizadores del cacerolazo es la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, que cuenta entre sus «logros» haber intentado crear el «Tea Party argentino», y que fue acusada de apoyar el golpe de estado a Manuel Zelaya en Honduras, en 2009.
En lo que respecta a su sede local, está vinculada al Partido Liberal Libertario, del cual los «organizadores» Yamil Santoro y Michael Ibarra forman parte. Como esta fundación mantiene una alianza con la Fundación Libertad y Progreso, ambas están vinculadas con importantes referentes de la oposición política nacional.
Esto explica que en una actividad realizada por las dos instituciones fueran invitados la diputada Elisa Carrió, el ex candidato presidencial López Murphy, Agustín Etchebarne, la senadora María Eugenia Estenssoro, Solanet, el periodista del diario La Nación Carlos Pagni y Patricia Bullrich.
LA DICTADURA Y LA RURAL.
El nexo con entidades que poseen un fuerte poder de lobby no concluye aquí. Por caso, el ex marino Calafell es director de la Fundación Despertar. Se trata de una fundación estrechamente vinculada a las patronales agropecuarias Sociedad Rural y Carbap y a empresas del sector.
Su presidente honorario, claro, es Luciano Miguens, titular de la SR durante el lockout de 2008. A su vez, Miguens es vocal de la Fundación Pensar, usina de ideas del PRO. Cargo que comparte con Gerardo Bongiovanni, presidente de la Fundación Libertad de Rosario, entidad que también impulsa el cacerolazo.
La Fundación para la Formación Ciudadana –de la que Bugallo es un miembro activo– es otra de las entidades vinculadas al PRO: organizó eventos del rabino Bergman y del ministro de Educación Esteban Bullrich. De hecho, al menos tres macristas de la cartera educativa porteña están relacionados con esta entidad.
Ante este escenario no sorprenden las declaraciones que realizó ayer Mauricio Macri, jefe de gobierno porteño y líder del PRO: «El 8N nos representa como argentinos y como hombres libres que queremos vivir mejor, con respeto, con tolerancia y poniendo la energía en construir y no en agredir.»
LOS MEDIOS.
La red de relaciones comienza a cerrarse con el entramado que une este andamiaje con los medios de comunicación: por caso, el vicepresidente honorario de la Fundación Despertar es José Claudio Escribano, ex subdirector de La Nación y vocal de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), la asociación que nuclea a las empresarios periodísticos.
Si bien Clarín y La Nación son los medios dominantes –y a través de sus páginas difunde el 8N y entrevistan a los referentes de las distintas fundaciones–, la convocatoria a los cacerolazos se esparce como río de pólvora por los medios digitales.
Actuando de forma mancomunada con los ocho «organizadores», los sitios Seprin, AN54 y Tribuna de Periodistas actúan como una caja de resonancia del llamado a protestar contra el gobierno.
Por caso, los dos primeros fueron los medios vanguardistas en lo que se refiere a la cobertura de los cacerolazos, en junio pasado. Se trata de dos sitios vinculados a ex agentes de inteligencia y están dirigidos por Héctor Alderete, quien se encuentra procesado por espionaje (en la misma causa que Iván Vázquez, ex pareja de Toro). Por su parte, Tribuna de Periodistas es un medio que está directamente vinculado al 8N a través de Toro.
Desde estos sitios surgen las proclamas antidemocráticas de claro tinte fascista. Por ejemplo, desde aquellos sitios se llegó a pedir que las Fuerzas Armadas den un golpe de Estado el 8 de noviembre, aprovechando las circunstancias que se van a generar con el cacerolazo (ver aparte).
Así las cosas, se evidencia que la movilización del próximo 8N no será espontánea. Un extendido –y amenazante– andamiaje servirá de plataforma para canalizar las protestas de aquellos que realmente saldrán a efectuar sus sinceros reclamos.«
De Vido y su propuesta
El ministro Julio De Vido afirmó anoche que “ya que Macri dice que se siente representado por el 8 de noviembre, sería bueno que se ponga al frente y, desde una tarima en el Obelisco, explique cuál es su plan de gobierno, si es que tiene uno.”
Agitación: Golpe de Estado.
Desde varios sitios se llegó a pedir que las Fuerzas Armadas dieran un golpe de Estado el 8N.
Organización
Como en las anteriores protestas, nada está librado al azar. La organización llegó en este caso a recomendar vestimenta y proponer medidas seguridad como expresarse sólo con carteles y evitar las groserías. Todo para no «darle letra a 6,7,8».
Fuente: Tiempo.infonews.com