Afganistán

Seis cosas que debes saber sobre Afganistán y los talibanes

Por Marc Vandepitte

Traducido del neerlandés por Sven Magnus

Cuando se trata de Afganistán, los principales medios de comunicación ocultan los hechos más incómodos para Occidente. Si se tuvieran en cuenta, la historia cambiaría radicalmente.

1. La monstruosa alianza con los yihadistas

La historia comienza en 1979. Afganistán tenía un gobierno de izquierdas que, por supuesto, no era del agrado de Estados Unidos. Zbigniew Brzezinski, asesor del presidente Carter, ideó el plan para armar y entrenar a los yihadistas -entonces todavía llamados muyaidines- en Afganistán. El objetivo era provocar una invasión soviética, para cargar a Moscú con una situación como Estados Unidos vivió en Vietnam.

Carter siguió su consejo y proporcionó a los muyaidines la ayuda necesaria. El plan funcionó. El gobierno de Kabul tuvo problemas y pidió ayuda al Kremlin. El pantano afgano obligó a la Unión Soviética a permanecer en el país centroasiático durante diez años.

Durante ese periodo la CIA inyectó 2.000 millones de dólares en ayuda, armas y apoyo logístico a los muyaidines. Incluso se les suministró los infames misiles Stinger con los que podían derribar aviones y helicópteros soviéticos. Rambo III, con Silvester Stallone, es una versión de Hollywood de esta colaboración. La película estaba dedicada a “los valientes luchadores muyaidines”.

Mientras las tropas soviéticas permanecieran en el país, el gobierno de Kabul se mantenía. Sin embargo, en 1989 Gorbachov decidió poner fin a la ayuda militar. Una vez que las tropas soviéticas abandonaron el país, estalló la guerra civil. El grupo mejor organizado y más brutal, los talibanes, acabó imponiéndose y se hizo con el poder en 1996.

2. Creación de al Qaeda

La figura más destacada que ha surgido durante este periodo es Osama bin Laden. En 1988 fundó al Qaeda, un grupo terrorista fundamentalista y despiadado. A través de Pakistán podía contar con un gran apoyo de Estados Unidos. A cambio de esta ayuda, al Qaeda les hacía “favores” a Estados Unidos y sus aliados occidentales.

Durante la guerra civil en Yugoslavia (1992-1995) el Pentágono organizó el traslado de miles de combatientes de al Qaeda a Bosnia para apoyar a los musulmanes de ese país. Durante la guerra contra Yugoslavia en 1999, al Qeada luchó codo con codo con los terroristas del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo, que luchaba por la separación de Kosovo de Yugoslavia y por una Gran Albania), cubiertos en el aire por la OTAN. También han aparecido combatientes de Al Qaeda en Chechenia, Xinjiang (donde viven los uigures), Macedonia, y en muchos otros países de la región y más allá (1).

La cooperación entre la administración Bush y Osama bin Laden se detalla en el documental Fahrenheit 9/11 de Michael Moore.

3. ¡Es el petróleo, estúpido!

Existen prometedoras reservas de petróleo y gas en torno al Mar Caspio. Pero para transportar esa energía al Occidente sólo hay tres posibilidades: a través de Rusia, de Irán o de Afganistán.

Estados Unidos, por supuesto, no se lo dará a los rusos y, desde la caída del sha en 1979 Washington ha perdido su influencia en Irán. Así que sólo queda una posibilidad: Afganistán. Desde finales de 1994, en plena guerra civil, Estados Unidos apoyó a los talibanes que en ese momento tenían las mejores bazas para “estabilizar” el país. Esto era una necesidad para la construcción del oleoducto. Según la CIA, los talibanes eran considerados “un posible instrumento en el ‘Gran Juego’: la carrera por los recursos energéticos en Asia Central”.

Estados Unidos se convirtió en el principal patrocinador de este nuevo régimen canalla. Poco importaba que los talibanes fueran en ese momento los más virulentos violadores de los derechos humanos en el mundo. Según un diplomático estadounidense, los talibanes “evolucionarían como los saudíes. Hay Aramco [consorcio de empresas petroleras que controlan el petróleo saudí], oleoductos, un emir, ningún parlamento y mucha sharia. Podemos vivir con eso”.

4. Los talibanes no cumplen con su cometido

Al principio los talibanes consiguieron un éxito militar tras otro, pero finalmente no lograron conquistar todo el país. La esperada estabilización, necesaria para el oleoducto, no se materializó. Estados Unidos cambió entonces de estrategia y buscó la reconciliación de todas las partes en conflicto.

Washington exigió que los talibanes entrasen en conversaciones con la Alianza del Norte para formar un gobierno de coalición. Las conversaciones, que duraron hasta finales de julio de 2001, fracasaron. Estados Unidos advirtió que no se detendría ahí: “O aceptáis nuestra oferta de una alfombra de oro u os enterraremos bajo una alfombra de bombas”, fue el mensaje de los representantes estadounidenses a los talibanes a finales de julio.

Los talibanes no cedieron y en octubre comenzaron los bombardeos. Un poco más tarde se reveló que los planes de ello ya estaban en el escritorio del Presidente Bush dos días antes del 11 de septiembre. En el Washington Post del 19 de diciembre de 2000 el profesor Starr escribió que Estados Unidos “ha empezado a aliarse silenciosamente con aquellos en el gobierno ruso que están pidiendo una acción militar contra Afganistán y está jugando con la idea de otra incursión para eliminar a Bin Laden”.

A finales de junio de 2001, más de dos meses antes de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, la revista Indiareacts.com informó de que “India e Irán facilitarán los planes de Estados Unidos y Rusia para una ‘acción militar limitada’ contra los talibanes”.

5. Presidente oleducto

Los atentados del 11 de septiembre fueron, en cualquier caso, la excusa perfecta para que Washington invadiera Afganistán y expulsara a los talibanes del poder. De este modo, los planes para el oleoducto todavía podrían hacerse realidad.

“La conquista de Afganistán no tuvo nada que ver con Osama Bin Laden. Era simplemente un pretexto para sustituir a los talibanes por un gobierno relativamente estable. Un gobierno así debería permitir a la compañía Union Oil de California instalar su oleoducto a beneficio de la junta de Cheney-Bush, entre otros”, según dice Gore Vidal, un destacado columnista estadounidense.

Los hechos sobre el terreno lo demuestran. El 22 de diciembre Hamed Karzai se convertirá en el nuevo primer ministro afgano. Es una figura de confianza de la CIA y ha trabajado como asesor de Unocal, una gran empresa petrolera estadounidense que desde hace tiempo tiene planes de construir un oleoducto a través de Afganistán.

Otro asesor de esta empresa, Zalmay Khalilzad, fue nombrado por Bush nueve días después como enviado especial en Afganistán. Khalilzad había participado en el pasado en conversaciones con funcionarios talibanes sobre la posibilidad de construir gaseoductos y oleoductos. Había instado a la administración Clinton a adoptar una línea más suave con los talibanes.

Ambos hombres cumplieron su cometido correctamente. El 30 de mayo de 2002 la BBC informó de que Karzai había llegado a un acuerdo con su homólogo pakistaní y turcomano para construir un oleoducto desde Turkmenistán hasta un puerto en Pakistán, atravesando Afganistán.

Unas semanas antes Business Weekcomentaba así la evolución de la región: “Los soldados estadounidenses, los trabajadores del petróleo y los diplomáticos han llegado a conocer este lejano rincón del mundo muy rápidamente. Es el vientre de la Unión Soviética y una región que casi no había sido tocada por los ejércitos occidentales desde Alejandro Magno. Lo que está en juego para los estadounidenses es mucho. Lo que intentan es nada menos que la mayor conquista de una nueva esfera de influencia desde que Estados Unidos se comprometió en Oriente Medio hace cincuenta años”.

No funcionó como estaba planeado. Los talibanes fueron derrotados, pero no acabados. Además, tenían una moral mucho más alta que el ejército gubernamental, que sólo pudo resistir gracias a la cobertura aérea de la OTAN y otros apoyos logísticos. Cuando Biden decidió retirar ese apoyo hace unas semanas, todo se derrumbó como un castillo de naipes.

6. Coste y «resultados» de la guerra

Según el New York Times, la guerra más larga de la historia de Estados Unidos ha costado más de 2 billones de dólares. Anualmente, esto supone 100.000 millones de dólares o casi 20 veces más que el presupuesto entero del gobierno de Afganistán.

A pesar de las enormes cantidades de ayuda, los resultados son asombrosos. Casi la mitad de la población vive hoy en la pobreza. La mortalidad infantil es una de las más altas del mundo y la esperanza de vida una de las más bajas.

En el periodo anterir a la guerra se erradicó casi por completo el cultivo de opio. Actualmente el 80% de la heroína del mundo se produce en Afganistán. La guerra provocó 5,5 millones de refugiados. Es probable que esta cifra aumente ahora considerablemente.

El coste en vidas humanas es elevado. En los últimos veinte años han muerto 47.000 civiles. En el aspecto militar murieron 66.000 soldados y policías afganos, 51.000 talibanes y otros rebeldes. En el lado occidental murieron casi 4.000 soldados estadounidenses y 1.100 soldados de otros países de la OTAN.

Tras veinte años de ocupación volvemos a estar en el punto de partida. Un periodista de la television belga lo describe como “una catástrofe, un fracaso del modelo occidental para intentar cambiar un país como Afganistán”.


Fuentedewereldmorgen.be


Nota:

(1) Chossudovsky M., War and Globalisation. The Truth Behind September 11, Ontario 2002; Howard S., ‘The Afghan Connection: Islamic Extremism in Central Asia’, en National Security Studies Quarterly Volume VI, nr. 3 (Verano 2000); Rashid A., L’ombre des Taliban, París 2001.

El infierno femenino se llama Afganistán

Jueves de la semana pasada, tres de la madrugada. Un grupo de hombres
irrumpe en la casa de una viuda afgana en la localidad Ghazni, no lejos
de Kabul. Sacan de la cama a la mujer y a su hija y una vez en la calle
las apedrean hasta morir. Nadie acudió en ayuda de la madre y su hija
pese a los alaridos de dolor. Ninguna autoridad se interpuso entre ella y
los agresores porque éstos eran talibanes. Una vez ejecutadas, los
vecinos, ocultos detrás de las paredes de sus casas, escucharon la
sentencia condenatoria: fueron lapidadas por adulterio y conducta
inmoral ¿Pudo una mujer ser adúltera siendo viuda; pudo haberlo sido su
hija pequeña? No. El adúltero sería probablemente el hombre y no dudo
que él mismo señalase a los talibanes dónde se ocultaba con su hija la
corrupta moral”.

Mientras madre e hija morían de la manera más cruel posible, sin haber
tenido derecho a defenderse en un juicio y abandonadas a su suerte por
el Estado, otra madre y su hija dormían en la celda de una cárcel
afgana.

El delito de Gulnaz, contada por ella misma en una entrevista a la CNN
esta semana, fue haber sido violada cuando tenía 19 años por su cuñado,
es decir, por un hombre casado. Pero la víctima, además de haber sido
ultrajada brutalmente fue la que acabó en la cárcel, donde fue hallada
culpable de adulterio y condenada a una pena de 12 años.

Esta es la realidad de Afganistán, un país maldito donde las mujeres
están condenadas a vivir ocultas bajo una burka, son esclavas de los
hombres, y como hemos visto, son al mismo tiempo víctimas y culpables de
los abusos sexuales que cometen contra ellas. Muchas de ellas son
quemadas con ácido por no acceder a los deseos de novio o son asesinadas
por sus propios familiares si han sido mancilladas. Peores condiciones
de vida para una mujer, imposible.

Esta es la tragedia que viven diariamente las afganas cuando se cumplen
10 años de la guerra que declaró EU contra el régimen talibán.
Entonces, poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001,
había al menos una excusa, una sola, que justificaba la guerra a los
ojos de la opinión pública mundial, y era precisamente la liberación de
las mujeres afganas del régimen opresor talibán en el que vivían.

Había, claro, otras excusas para Estados Unidos, como desmantelar el
santuario de Al Qaeda y dar caza a Osama bin Laden, para saciar así la
sed de venganza del pueblo estadunidense, y acabar con los cultivos de
opio y el tráfico de heroína.

El recuento es desolador: en el último año la cantidad de cultivos de
opio se ha doblado, hasta alcanzar este año las 5,800 toneladas, los
talibanes contraatacan agresivamente y ya controlan más de dos tercios
del país y el gobierno pro-estadunidense de Hamid Karzai no sólo es
incapaz de proteger a las mujeres de los ataques talibanes sino que sus
propias leyes son de una crueldad intolerable con las mujeres.

¿Para este tipo de apartheid no hay persecución de los tribunales de la
ONU en La Haya? ¿No hay fatuas (condena a muerte por la ley islámica)
de los clérigos musulmanes contra los agresores? Por desgracia no. El
destino de las mujeres afganas es el de seguir siendo esclavas en pleno
siglo XXI, no importa si los talibanes recuperen el poder o no.

¡De repente la bondad!… Obama anunciará el retiro de tropas en Afganistán

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunciará hoy en un discurso una reducción de tropas en Afganistán que según la prensa local podría incluir la retirada de 10.000 soldados este año y de 20.000 más en 2012.

El discurso desde la Casa Blanca es visto por muchos analistas como el inicio de intento de desconexión de Afganistán luego de una década de una sangrienta guerra y de esfuerzos de reconstrucción del país igualmente inconclusos y costosos.
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo ayer que el discurso será a las 20 (las 21 en Argentina) y que Obama detallará en él el plan estratégico que anticipó a fines de 2009 sobre una retirada escalonada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán.

CNN y otras cadenas de noticias estadounidenses afirmaron ayer que Obama tiene previsto ordenar la retirada de 5.000 soldados el mes próximo y anunciar la salida de otros 5.000 a lo largo del año, pero Carney no confirmó la información.

En diciembre de 2009, Obama anunció el envío de 30.000 soldados de refuerzo a Afganistán para luchar contra los talibanes y elevó así a unos 100.000 el número total de militares norteamericanos en Afganistán, que se suman a otros 47.000 soldados de la OTAN.

El mandatario prometió entonces que los soldados estadounidenses comenzarían a abandonar Afganistán a partir de julio de 2011.

Ayer, Obama citó a la Casa Blanca al secretario de Defensa, Robert Gates, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para abordar la estrategia en el convulsionado país centroasiático.

La semana pasada, el demócrata recibió una amplia gama de opciones para la retirada en
reuniones con el general David Petraeus, principal comandante estadounidense y de la OTAN en Afganistán.

El anuncio del retiro de tropas llega días después que Gates revelara que Washington inició «contactos preliminares» con los talibanes.

Gates, en una entrevista concedida a la cadena de noticias estadounidense CNN, agregó que los contactos se iniciaron «hace algunas semanas» y que es el Departamento de Estado el que está involucrado en esta aproximación «por el momento a nivel diplomático».

Estados Unidos perdió 6 mil millones de dólares de los fondos para Irak

El diario «Los Angeles Times» informó que ese dinero, destinado a la reconstrucción de Irak, se perdieron y probablemente fueron robados.
El diario «Los Angeles Times» informó este lunes que unos 6.600 millones de dólares (unos 4.600 millones de euros) de los fondos de Estados Unidos destinados a la reconstrucción de Irak tras la invasión de 2003, se han perdido y probablemente han sido robados.

El rotativo, que cita como fuente de su información a los auditores estadounidenses que han revisado las cuentas, indica que esa suma «era parte de la remesa de 12.000 millones de dólares (casi 8.350 millones de euros al cambio actual) en efectivo que el presidente George W. Bush autorizó en 2003 y 2004».

«Los gobiernos de EEUU y de Irak están cerrando los libros de contabilidad de ese programa este mes, pero después de múltiples auditorías e investigaciones el Pentágono no puede determinar qué ocurrió con los 6.600 millones«, añade el artículo.
Por su lado, las autoridades iraquíes argumentan que un acuerdo, firmado en 2004 entre los gobiernos de EEUU e Irak, deja a Washington la responsabilidad de ese dinero. 

La sangre de Abel clama por Justicia urgente sobre Caín…

La sangre no deja de correr en Afganistán
Quince afganos, la mayoría niños, murieron el sábado por una bomba al borde de una ruta, mientras que un informe de Naciones Unidas dijo que mayo fue el mes más letal para civiles en el país desde que la misión de la ONU comenzó a registrar cifras.

El Ministerio del Interior dijo que ocho niños, cuatro mujeres y tres hombres murieron cuando su vehículo pasó sobre una bomba en la región de Haji Lahore, en el sur de la provincia de Kandahar, una de las áreas más violentas en Afganistán.
 Otros seis civiles resultaron heridos cuando insurgentes dispararon rondas de mortero en un distrito en la volátil provincia oriental de Kunar, cerca de la frontera con Pakistán, informó el ministerio.
 La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por su sigla en inglés) dijo que registró 368 muertes de civiles “relacionadas con el conflicto” en mayo de este año y 593 civiles heridos.
Murieron más civiles en mayo que en cualquier otro mes desde el 2007 cuando la UNAMA comenzó a documentar las víctimas civiles”, dijo Georgette Gagnon, directora de Derechos Humanos de la UNAMA»
Estamos muy preocupados que el sufrimiento civil se incremente durante los enfrentamientos del verano que históricamente registra las cifras más altas de víctimas civiles. Las partes del conflicto deben aumentar sus esfuerzos para proteger a los civiles ahora”, dijo Gagnon en un comunicado.
En el 2010, los niveles de violencia en Afganistán fueron los más altos desde que a finales del 2001 las fuerzas lideradas por Estados Unidos derrocaron a los talibanes.
Recrudeció nuevamente desde que los talibanes comenzaron su ofensiva de primavera al principio de mayo.
Las muertes militares alcanzaron niveles máximos en el 2010, y siguen el mismo patrón este año, pero los civiles continúan siendo las principales víctimas del conflicto.
En su último reporte, la ONU dijo que “elementos anti-gubernamentales” eran responsables de 301 muertes de civiles en mayo, o el 82 por ciento. Cuarenta y cinco civiles, o el 12 por ciento, perdieron la vida por “fuerzas pro-gubernamentales” en ese mes.
Las restantes 22 muertes, o el 6 por ciento, no podían ser atribuidas a ninguno de los dos bandos y posiblemente eran el resultado de civiles afganos atrapados en el fuego cruzado.
Cifras de la ONU mostraron que 2.777 civiles afganos murieron en el 2010, un aumento de un 15 por ciento respecto al año anterior. Ese informe dijo que los insurgentes eran los responsables de tres cuartas partes de los fallecimientos.
En tanto, el reporte de UNAMA dijo que “explosivos caseros” eran los responsables del 40 por ciento de las muertes civiles atribuidas a insurgentes en mayo.
Fuente: Reuters

Un flagelo de terror sostenido por la religión…

EL OPIO AFGANO
En una reciente entrevista al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, se le pregunta sobre la retirada de las tropas de EEUU de Afganistán y en su respuesta encontramos algo que usualmente no escuchamos en los medios:
“Lógicamente hace falta un plan. Una retirada sólo puede ser una de las medidas. Debe ir acompañada por otras acciones simultáneas, como el refuerzo del Gobierno regional. ¿Sabe que la producción de narcóticos se ha multiplicado por cinco desde que la OTAN está en Afganistán?”
El cultivo de amapola adormidera (de donde se extrae el opio, materia prima para la fabricación de la heroína) ha sido un cultivo tradicional en este país. Su producción a gran escala se remonta cuando los soviéticos tuvieron que intervenir para mantener la republica (único periodo en que el país sintió el inicio del desarrollo) y fue utilizada para financiar la guerra de los muyahidines que querían derrocar la república, echar a los soviéticos e imponer la Sharia. Tras la salida de la Unión Soviética el cultivo se extendió, aumentando su producción al instaurarse el gobierno Talibán. Pero a finales del 2000, los Talibanes, decidieron erradicar su cultivo y prácticamente lo consiguieron.
Justo después -todos conocemos lo que paso en 2001- la producción de opio empezó a aumentar rápidamente hasta alcanzar las mayores cotas de la historia produciendo el 70 % del opio del mundo.
¿Cómo es posible que ocurra esto? ¿Cómo no se trabaja para acabar con una droga que mata a miles de personas de los países miembros de la OTAN? Posiblemente mate más personas la heroína que el terrorismo.
Puede que parezca difícil erradicar el cultivo por mil razones, pero en palabras de Alain Labrousse del Observatorio francés de drogas y toxicomanía, gran conocedor de Afganistán, los Talibanes encontraron una solución tan sencilla como esta:
“Ellos querían mejorar su imagen luchando contra la droga, sobre todo desde 1998 fecha en que Estados Unidos los había incluido en su lista negra. Fue éste un gran golpe publicitario, pero sin éxito, ya que las sanciones internacionales fueron prorrogadas. La hostilidad al opio, no excluye el factor propiamente religioso, sobre todo en el país del mollah Omar. Los talibanes recorrieron los pueblos explicando a los campesinos que la sequía se debía al hecho de que ellos cultivaban una planta impía…”
Una solución de la mano de la religión, ¡que irónico es este mundo!
Autor:  

Las violaciones de los «libertadores»…

“Muchas mujeres prefieren inmolarse antes que seguir sufriendo tanta pobreza”

Mitra Schomal, dice que desde la invasión de Afganistán, hace diez años, la pobreza alcanza al 80% de la población y han muerto más de 8.000 civiles.

A raíz de la visita a España de la activista afgana Mariam Rawi, de la Asociación Revolucionaria de Mujeres Afganistán (RAWA), se constituyó una red estatal de apoyo a RAWA. Después, otra activista de esa organización, Mitra Shomal, que usa un nombre ficticio por razones de seguridad, estuvo en Las Palmas de Gran Canaria.
DIAGONAL: ¿Qué estrategia sería más efectiva para cambiar la situación de Afganistán, la militar o las negociaciones con los talibanes?
MITRA SHOMAL: Ninguna de las dos va a cambiar la situación del país. Tras la invasión soviética, EE UU apoyó a los talibanes, que eran grupos minoritarios, prácticamente inexistentes. Les vendieron armas hasta que consiguieron el poder, entre los años 1992-1996. Ahora las nuevas marionetas de EE UU son los muyaidines, quienes reciben todo el apoyo económico y militar de los norteamericanos.

«El hermano de Karzai es uno de los mayores narcotraficantes y una de las personas con más poder»

Los intereses económicos y políticos en toda la región son demasiado grandes, por lo que las actuales negociaciones con los talibanes sólo muestran la situación de debilidad del Gobierno. Las negociaciones son sólo una justificación más de EE UU para seguir en el país. Karzai pidió la retirada de las tropas, pero al final tuvo que aceptar su continuidad. No va a cambiar nada, y ya lo hemos visto claramente en el caso de Iraq: EE UU y la OTAN acordaron retirarse, pero siguen allí. Si sacasen las tropas, perderían el control de la zona. La estrategia de control militar va a seguir, y la población civil seguirá siendo la víctima.
D.: ¿Cómo ha evolucionado la situación desde la invasión?
M. S.: La situación en el país ha empeorado mucho. Desde el principio de la invasión por parte de EE UU y los aliados, hace ya diez años, han aumentado las diferencias entre pobres y ricos, el índice de pobreza ha subido, hasta alcanzar un 80% de la población, los bombardeos han matado a más de 8.000 civiles, y una sola bomba llegó a matar a 150 civiles. Han usado armas químicas, incluido fósforo, que han producido graves efectos secundarios y enfermedades incurables en niños y recién nacidos.
El cultivo, producción y exportación de opio se ha incrementado hasta el 93%. Además, han aumentado considerablemente el analfabetismo, la desnutrición y la mortandad infantil, que ahora hay que situar en torno al 60% de los menores de 5 años, lo cual significa que cada día mueren más de ocho niños y niñas. Las causas de esta situación hay que repartirlas entre señores de la guerra, militares, talibanes y tropas invasoras. Los afganos se ilusionaron en un principio con los eslóganes de libertad y democracia de EE UU, con las promesas de eliminación del terrorismo, los valores sobre derechos humanos o la liberación de la mujer oprimida. Pero hace ya tiempo que se dieron cuenta de que para nada era así, que sólo eran justificaciones para conseguir sus propios intereses económicos. EE UU no se ha preocupado ni de la seguridad, ni de la libertad de la población.
D.: Nos dicen que nuestras tropas reconstruyen escuelas, llevan agua a las casas o arreglan carreteras.
M.S.: Aunque hagan cosas muy pequeñas, para mostrarlo al mundo, lo exageran mucho, como si la ayuda llegase a todos los rincones. Yo misma vivo en Kabul, y en mi casa aún no tenemos agua corriente ni electricidad. Y la situación en la periferia de Kabul, en las demás ciudades y en todos los pueblos es muchísimo peor. Todo el dinero destinado a la guerra, 287.000 millones de dólares gastados en estos diez años, hubiese sido más que suficiente para reconstruir el país por completo.

«Los 287.000 millones de dólares de la guerra, hubieran servido para reconstruir Afganistán»

Pero el principal motivo de la invasión fue la posición estratégica que ocupa Afganistán, pues antes de la invasión EE UU no tenía un poder presencial en esta zona. Luego están los grandes negocios, como el oleoducto, que ya se ha terminado de construir, o el opio, negocio con el que a EE UU no le interesa acabar. Además hay uranio y litio. Hablamos de intereses económicos muy grandes. En el índice de desarrollo humano de la ONU, de los 182 países, Afganistán ocupa el puesto 181. Me pregunto dónde está todo el dinero que se ha enviado en ayuda humanitaria y para la reconstrucción.
Estamos hablando de un altísimo nivel de corrupción. El problema no es sólo que el propio Gobierno sea corrupto, es que a EE UU le interesa que haya este nivel tan alto de corrupción. Todo el dinero que se envía se destina a Karzai y su familia, a los bolsillos de los ministros, a los miembros del parlamento, y muy poco dinero acaba en la población civil. Por ejemplo, el hermano de Karzai es uno de los mayores narcotraficantes del país, y una de las personas más poderosas.
D.: ¿Cuál es la situación actual de la mujer en Afganistán?
 M.S: Es muy peligrosa y crítica. Ahora, en Afganistán, donde más se sufre es en el Norte, por su mayor índice de pobreza, y en el Oeste, por la influencia de Irán. La gran mayoría de mujeres han quedado viudas debido a los 30 años de invasiones y guerras. No pueden buscar ayuda fuera y no tienen derechos de ningún tipo, ni siquiera a la educación.
El 60% de las niñas menores de 15 años son obligadas a casarse forzosamente, en contra de la voluntad de la familia. Señores de la guerra y talibanes van a las casa de estas familias pobres, que no tienen elección, y obligan a las hijas a casarse, y si no aceptan, las matan. Otras veces, las compran. Sufren, además, raptos, ataques con ácidos en la calle y en escuelas, y más del 80% sufre la violencia doméstica.
Las únicas opciones que les quedan son prostituirse o pedir limosna. Llegan a un punto en que no saben qué hacer con su vida, ésta pierde significado y su única vía de escapatoria es inmolarse. Se autoinmolan como forma de resistir, como forma de mostrarle al mundo lo que está ocurriendo en el país, y pedir que hagan algo. El número actual de casos de mujeres autoinmoladas es mayor a 2.300, y sigue en aumento.
“PEDIMOS LA RETIRADA DE LAS TROPAS. AFGANAS Y AFGANOS DEBEN RESOLVER SUS PROBLEMAS”
DIAGONAL: ¿Qué actividades realiza RAWA en Afganistán?
MITRA SHOMAL: RAWA fue fundada en 1977 y lucha por un Gobierno laico. La única manera de conseguirlo es a largo plazo y por medio, fundamentalmente, de la educación. Educación en la igualdad de niños y niñas, con mentalidad crítica, para que puedan luchar por sus propios derechos y vivir en una sociedad igualitaria. También luchamos por la defensa de los derechos de la mujer, por su independencia y autonomía. El Gobierno conoce el poder que podemos tener las mujeres unidas, y por ello las amenazas se incrementan constantemente. Hemos de trabajar en la clandestinidad. Por último, también realizamos una labor política centrada fundamentalmente en pedir la retirada de todas las tropas invasoras, incluidas las que España tiene en nuestro país.
D.: ¿Querrías transmitir un mensaje a la población española?
M.S.: Quiero decirles que insten a sus políticos a que retiren cuanto antes las tropas de Afganistán. Una guerra nunca libera a nadie, y mucho menos a la población. La única solución posible es que las afganos y afganas solucionemos nuestros problemas. Estos 30 años de guerra han demostrado que ningún país puede venir a solucionar nada. Se está derrochando muchísimo dinero, muchísimas vidas. Y no hay que olvidar que estas vidas son tanto de afganos y afganas como de militares españoles y españolas.

¡Los niños no deben aprender la guerra!

Niños juegan a ser terroristas suicidas en Afganistán

Save the children exhortó al gobierno de dicho país a tomar medidas para proteger a los menores de los talibanes.

Con una túnica y una capucha negra, un niño afgano simula ser un terrorista despidiéndose de sus compañeros y listo para llevar a cabo su misión. Otro menor lo detiene y hace el papel de un policía, pero el primero no se contiene y corre hacia un grupo de chicos y lanza arena al aire simulando la explosión de una bomba. Los demás se lanzan al piso como si fueran las víctimas.

La organización Save The Children divulgó el video para denunciar la cruda realidad de estos niños, y exhortó al gobierno de Afganistán a tomar medidas para proteger a los menores en la zona fronteriza con Pakistán, en donde los chicos están expuestos a la violencia de los grupos talibanes.

Quedan al descubierto unos 90.000 informes militares clasificados de EEUU en Afganistán

Los documentos filtrados, enviados a varios medios de comunicación, revelan, entre otras cosas, operaciones encubiertas o muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente.

Los documentos fueron facilitados por la organización Wikileaks a las publicaciones The New York Times, de EEUU; The Guardian, del Reino Unido, y Der Spiegel, de Alemania, y se espera que en las próximas horas se difundan en la página de internet de la organización.
Entre otras cosas, según The New York Times, los documentos apuntan a que los servicios de inteligencia paquistaníes ayudaron secretamente al movimiento talibán en Afganistán, al mismo tiempo que el Gobierno en Islamabad recibía más de 1000 millones de dólares anuales de Washington por su ayuda contra los insurgentes.
Los documentos, informes de campo en Afganistán «indican que los soldados estadounidenses sobre el terreno están inundados de informes de una red de agentes y colaboradores paquistaníes que opera desde el anillo tribal paquistaní a lo largo de la frontera con Afganistán, el sur de ese país y llega a Kabul».
El diario indicó en su página digital que mucha de la información no es verificable, pero que «numerosos informes se basan en fuentes que los militares consideran fiables».
Los informes también incluyen relatos de primera mano sobre la falta de voluntad paquistaní de hacer frente a los insurgentes que atacan cerca de los puestos fronterizos paquistaníes, apuntó The New York Times.
Estos documentos señalan que Pakistán, agregó el periódico, «permite a representantes de sus servicios secretos reunirse directamente con los talibanes en sesiones secretas de estrategia para organizar redes de grupos militantes que combaten con los soldados de EEUU en Afganistán, e incluso traman planes para asesinar a líderes afganos».
Por su parte, The Guardian indicó que estos informes revelan cómo «una unidad secreta de fuerzas especiales traza a los líderes talibán para matarlos o capturarlos sin juicio».
El diario británico también se refirió a las cifras de civiles afganos muertos y apunta que los registros filtrados indican 144 incidentes de ese tipo.
«Algunas de estas bajas se deben a los ataques aéreos que han suscitado protestas del Gobierno afgano en el pasado, pero un gran número de incidentes hasta ahora desconocidos parecen ser el resultado de soldados que abren fuego contra conductores desarmados o motociclistas, a causa de su determinación a protegerse de terroristas suicidas», apunta.
Según The Guardian, los documentos admiten la muerte de 195 civiles y las heridas de otros 174.
Estas cifras «es probable que estén subestimadas porque muchos incidentes en duda se omiten» de los informes de campo, agrega.
Rechazo de Gobierno de EEUU
La publicación de los documentos motivó de inmediato una condena tajante del Gobierno de EEUU.
En un comunicado, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, indicó que las filtraciones: «ponen en peligro las vidas de los estadounidenses y de nuestros socios».
Jones también subrayó que los documentos filtrados abarcan el periodo entre enero de 2004 y diciembre de 2009, la mayor parte durante el mandato del presidente George W. Bush.
El presidente de EEUU, Barack Obama, emitió en diciembre de 2009 su nueva estrategia para Afganistán, recordó Jones, quien agregó que el nuevo plan proporciona más recursos para la guerra y se centra más en hacer frente a los refugios de Al Qaeda y los talibanes en Pakistán «precisamente a causa de la grave situación que se había desarrollado en los años anteriores».
El alto funcionario subrayó la «profunda alianza» entre EEUU y Pakistán y aseguró que «la cooperación antiterrorista ha llevado a golpes significativos contra los líderes de Al Qaeda».
La publicación de los documentos se produce tras la detención del analista de inteligencia Bradley Manning, acusado este mes de la filtración de datos clasificados.
Manning fue arrestado después de que un pirata informático, Adrian Lamo, denunciara que el analista había presumido de haber descargado 260.000 documentos clasificados y habérselos enviado a Wikileaks.
Washington (EEUU)

Fuente: Efe | CaracolTV.com

 NOTA PROFÉTICA:

Simplemente voy a citar la palabras que el Señor me diera el domingo próximo pasado (http://www.scribd.com/doc/34949415/EL-LEON-DE-JUDA-ENFRENTADO-AL-LEON-RUGIENTE):

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«¡Es el propio brazo del Señor el que está impulsando todos y cada cambio mundial actual! ¡Él está en su Santo Trono, calle delante de Él toda la Tierra!
En este movimiento dinámico, Dios me ha revelado que se está moviendo sobre cada una de las naciones de la Tierra a fin de manifestar su Gloria a través de sus hijos.
Él conducirá todos y cada uno de los hechos históricos para que revelen los paradigmas diabólicos con los que se está conduciendo los designios de la humanidad en nuestros días. ¡Nos están hablando de Paz, más el fin se acerca! (2Tes. 5:3).
Sale a la Luz que las dos guerras que Estados Unidos ha mantenido en estos últimos años solamente han contribuido a la pobreza de sus propios contribuyentes. Será evidente que no se podrá continuar hacia adelante con el engaño que usa a Afganistán como excusa y pretexto para dominar las zonas petroleras del Asia. Hay dinero que está financiando atentados de una nación asiática a otra cuyas fuentes son instituciones del país dónde asienta la cabeza el Dragón. “Pakistán es zona de espíritus de traición”, dice el Espíritu profético, “los juicios de Dios se han restaurados sobre ese territorio”.»
¡El Señor Todopoderoso Reina y las naciones a Él y sólo a Él darán Gloria!

Desaparecen 8 mil 700 millones de dólares para reconstrucción de Irak

El 95 por ciento de los fondos destinados a la reconstrucción de Irak luego de la invasión de EE.UU. hace siete años, desapareció sin dejar rastro y al respecto, el Departamento de Estado norteamericano no ha ofrecido explicaciones de cuál fue el destino de miles de millones de dólares lo que aumenta el descrédito por parte de los ciudadanos hacia la política exterior de Obama. 
Una auditoría efectuada al Departamento de Defensa de Estados Unidos (EE.UU.) descubrió este martes que desapareció un monto de 8 mil 700 millones de dólares procedente del petróleo para la reconstrucción de Irak cuyo gasto no ha podido ser justificado por el Gobierno americano.


La cantidad corresponde al 95 por ciento de un total de 9 mil 100 millones de dólares y que según el informe del Investigador Especial de EE.UU., irían destinados a recuperar infraestructuras y servicios en un país que fue invadido en 2003 por el entonces presidente George W Bush y que forzó la salida del poder de Saddam Hussein.


Además de la desaparición injustificada del dinero, la auditoría dio cuenta del evidente descontrol que mantiene el Departamento de Defensa para explicar el destino de miles de millones de dólares entre 2004 y 2007.


«La falta de controles dejó a los fondos expuestos a un uso inapropiado y pérdidas no detectadas», denuncia el informe.


Asimismo, la auditoría mencionó que la mayoría de las organizaciones del Departamento de Defensa que recibieron dinero del Fondo de Desarrollo de Irak (FDI) no abrieron cuentas en el Departamento del Tesoro, como requería la ley.


El DIF fue creado bajo la aprobación de Naciones Unidas con el fin de invertir los fondos provenientes de las exportaciones del crudo, sus derivados y el gas natural, así como los fondos congelados en cuentas del Gobierno iraquí y del programa alimentos por petróleo en beneficio de los iraquíes.


«La debilidad en los controles financieros y administración del Pentágono impiden saber dónde fueron a parar esos 8 mil 700 millones de los 9 mil 100 millones de dólares que el DIF percibió para la reconstrucción de la actividad en Irak», dice textualmente el informe.


El informe que fue publicado el martes, causó un gran escándalo entre los estadounidenses sobre la política exterior del presidente Barack Obama. Entre algunos datos, el texto del Investigador Especial de EE.UU. para la Reconstrucción de Irak subrayó que el año pasado, el país gastó 990 mil millones de dólares en Irak y Afganistán.

Luego de la invasión a Irak que lideró Bush, el expresidente se comprometió a que una vez derrocado Saddam Hussein, su país ayudaría a reconstruir el país del Medio oriente en el marco de lo que llamaba el «nation building» (construcción nacional).


Por su parte, el jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, Michael Mullen, anunció la víspera en Bagdad que su país continuará presuntamente con el entrenamiento, preparación y apoyo logístico a las fuerzas de seguridad iraquíes, luego de su retirada total a finales de 2011.

 
Fuente: teleSUR – AP / dg – FC

Nota Profética:

Esta noticia es señal del cumplimiento de lo que el Señor me entregara el domingo 25 de julio con respecto a su Rugidos de Guerra en contra del espíritu de Caín que ha dominado en nuestra historia después del 11 de setiembre del 2001.

El Señor dijo: «Sale a la Luz que las dos guerras que Estados Unidos ha mantenido en estos últimos años solamente han contribuido a la pobreza de sus propios contribuyentes.» (EL LEON DE JUDA ENFRENTADO AL LEON RUGIENTE )


Informe reporta que Estados Unidos financia al enemigo en Afganistán

Un comité del Congreso de Estados Unidos escuchará hoy los detalles de un informe según el cual decenas de millones de dólares en contratos con empresas de transporte de suministros para las tropas estadounidenses en Afganistán acaban en manos de los “señores de la guerra” e incluso del Talibán.
El reporte de una subcomisión de la Cámara de Representantes, elaborado tras seis meses de investigación, sostiene que compañías encargadas de llevar municiones, alimentos, combustible y otras provisiones abonan hasta US$4 millones semanales a firmas de seguridad afganas para garantizar el paso por zonas peligrosas.
A su vez, estas últimas empresas pagan extorsiones a “señores de la guerra” y en algunos casos a miembros del Talibán, así como a gobernadores, jefes policiales y oficiales del ejército afgano, en lo que constituye una vasta red de corrupción. Una de las compañías de seguridad bajo sospecha aparentemente pertenece a dos primos del presidente del país, Hamid Karzai.
El corresponsal de la BBC en Washington, David Willis, dice que estos hallazgos forman parte de una investigación delictiva más amplia que ha emprendido por el ejército de Estados Unidos.
El informe no sólo establece que el dinero de los contribuyentes estadounidenses ayuda a financiar al enemigo, sino que también está minando los esfuerzos internacionales por lograr la estabilidad en Afganistán, añade Willis.
El documento admite que el ejército afgano no está en condiciones de proteger las caravanas de vehículos con suministros para las fuerzas de Estados Unidos, debido a la corrupción y al vacío de poder en algunas zonas.
“Los ’señores de la guerra’ prosperan en un vacío de la autoridad del gobierno y sus intereses entran en un conflicto fundamental con el propósito estadounidense de establecer un gobierno robusto en Afganistán”, dice el informe. Finalmente, el reporte recomienda que el ejército de Estados Unidos se involucre directamente en la contratación de las empresas de seguridad que protegen a las caravanas militares.
Fuente: BBC MUNDO