demoniología

¿Cómo Ganarle al Sistema Reptiliano?

Por P.A. David Nesher

 

 

Para ser salvado de la influencia y opresión de este sistema reptiliano imperante que nos rodea hay que aprender hacer algo increíble y maravilloso…

Apenas  nacemos tenemos se activa dentro de nosotros una tendencia hacia lo negativo que se llama Yetzer Hará (inclinación al mal). Esta será la fuerza satánica que siempre intentará meternos por el camino de la perdición, que provoca la caída del ser humano, y la manifestación del caos (Génesis 4:7; 6:5; 8:21). Es lo que en los rollos mesiánicos (Nuevo Testamento según el cristianismo) es llamado pecado. Por eso, apenas nace un ser humano, las tinieblas dejan apostado junto a esa alma un demonio que busca constantemente la caída de dicho ser humano en acciones injustas, fruto del yetzer hará. Entiéndase bien, de acuerdo a las Sagradas Escrituras, el yetzer hará no es una fuerza demoníaca que empuja a una persona a hacer el mal, sino más bien un impulso hacia el placer o la propiedad o la seguridad, que si se deja ilimitado, puede conducir al mal, y alimentar energéticamente a una fuerza demoníaca.

El yetzer hará tiene como propósito desintegrar la unidad entre el Eterno y el ser humano. Las Sagradas Escrituras enseñan que cuando la humanidad comenzó a multiplicarse y aumento su pecado, el Eterno expreso lo siguiente: “… Las inclinaciones del hombre son de continuo al mal” (Génesis 6:5). El termino Yetzer, significa intención, inclinación, designio, obra; incluso, pensamiento. Esta inclinación, puede ser tanto buena, como mala; aunque desafortunadamente, el pensamiento del hombre está más inclinado hacia el mal (Mateo 15:19).

Al ingresar en la primera etapa de la juventud, es decir, a los 12 años las mujeres, y los 13 años los varones, el alma humana está madura y lista para voluntariamente ascender al nivel denominado neshamá (consciencia espiritual). Es lo que algunos sabios estudiosos de la Torah denominan el alma adicional. Según estos intérpretes, con la madurez de ella, el Eterno envía un ángel positivo llamado Yetzer Hatov que custodia al alma humana joven por el Camino de la Salvación (Yeshúa HaMashiaj), siempre y cuando esta quiera por Él peregrinar.

El Yetzer Hatov, es el espíritu que sugiere los buenos deseos, las buenas acciones, la buena conciencia y la moralidad. El Yetzer Hatov, es el impulso interno que insta al hombre recordar los mandamientos del Eterno. Este Espíritu faculta al hombre a tomar las decisiones buenas, como son: amor, gozo, templanza, paz, etc., (Gálatas 5:22-24). Esta inclinación, desafortunadamente, no es tomada en cuenta por el hombre carnal, ya que este no se conduce mediante la Torah (Instrucción) del Eterno, sino por la ley que está en sus miembros (Romanos 7:23), es decir el yetzer hará.

El secreto de esto es obligar al Yetzar Hará,  a sujetarse al poder transformador de la Shekinah (Presencia divina). Según lo revelado en las Sagradas Escrituras, los adultos se distinguen de los niños por el yetzer hatov, que, bajo el dominio del Espíritu Santificador, controla y canaliza las unidades que existen sin control en el niño. Por lo tanto, los niños pueden buscar el placer y la adquisición, pero no pueden crear una relación santificada o ejercer la responsabilidad de participar en un negocio. Es decir que cuando está controlado adecuadamente por el yetzer hatov, el yetzer hará conduce a muchos resultados socialmente deseables, incluido el matrimonio, los negocios y la comunidad, con la garantía de absoluta victoria.

«El ángel del mal tiene que venir a defendernos y transformarse en el defensor de nuestra vida». Esto se consigue con la práctica diaria de la crucifixión del ego (Gál. 2:20). Así pues, cuando conseguimos que el Yetzer Hará se sujete a nuestra alma redimida (neshamá) podemos conseguir que el ángel Yetzar Hatov haga elogios de nosotros a YHVH, el Bendito sea, y así hemos ganado la partida.

Ahora bien, ¿cómo se consigue esto?

Se consigue por el mérito de haber estudiado la Torah en todos los niveles codificados de Su Luz, por medio del Yugo que ofrece en su llamado (vocación) Yeshúa HaMashiah (Mateo 11: 28-30).

La Curación de Jesús y la Pureza Ritual

La vívida historia que pinta a Jesús expulsando a los demonios que se introducen en una piara de cerdos, que luego se ahoga en el Mar de Galilea (Mc 5,1-20; Mt 8,28-34; Lc 8,26-39), no es meramente un acto espectacular por parte de Jesús. Por el contrario, en el curso del relato se suscitan dos importantes problemas que separan la narración de las típicas historias mágicas y que involucran al lector en cuestiones más profundas.

La primera de ellas une esta historia con temas de pureza ritual: el hombre vive en una tumba y, por tanto, es impuro ritualmente; el espíritu que lo posee es también «impuro» (Mc 5,2?8.13); los demonios son expulsados al interior de animales impuros, como los cerdos.

Similarmente, el acto de Jesús de curar por medio del tacto (Mc 1,31; 1,40-41; 3,5.10; 5,23.28.41; Jn 9,1-7) no son asuntos de técnica mágica, sino indicaciones de que el poder sanador y transformador de Dios actúa de un modo que trasciende la pureza ritual.

 

– Antonio Piñero (autor). «En la frontera de lo imposible» (libro). El Almendro, P.228.