Casas Reptilianas

La historia negra que se esconde en la memoria del rey Juan Carlos I de España

Lo que sucedió aquel 29 de marzo de 1956 sacudiría a Juan Carlos por el resto de su vida. En ese entonces, tenía 18 años. Estaba con su familia, los condes de Barcelona Juan y María de Borbón, en Estoril, la localidad portuguesa donde la familia real vivió durante la dictadura de Francisco Franco. Juan Carlos estaba con su hermano menor, Alfonso. Jugaban a gatillar una pistola aparentemente descargada, pero en su interior quedaba una bala. El tiro fue directo hacia el rostro de Alfonso, de 15 años, quien murió en el acto. «Aquel día se me paró la vida», relató la madre. El episodio es conocido como «la leyenda negra de la monarquía».
El comunicado oficial de la monarquía dio otra explicación. «Mientras su Alteza el Infante Alfonso limpiaba un revólver aquella noche con su hermano, se disparó un tiro que le alcanzó la frente y lo mató en pocos minutos. El accidente se produjo a las 20:30, después de que el Infante volviera del servicio religioso del Jueves Santo, en el transcurso del cual había recibido la santa comunión», decía.
Los intentos de los reyes de esconder el homicidio accidental de su hijo en manos de su hermano mayor para protegerlo de la opinión pública y evitar problemas en la sucesión monárquica fueron vanos. Poco después, se daría a conocer la verdad. «Apretó el gatillo sin saber que el arma estaba cargada», fue una frase repetida una y otra vez por los allegados de la familia real. Se cuenta que la culpa persiguió a Juan Carlos, aunque siempre evitó romper el silencio sobre ese día fatal. Su madre fue quien más sufrió, quien les había dado la pistola para que se entretuvieran un rato durante ese día de lluvia.
«Don Alfonso recibió sepultura en el cementerio de Cascais, al mediodía del sábado 31 de marzo de 1956. Don Juan Carlos asistió a la ceremonia vestido con el uniforme de oficial cadete de Zaragoza. Incapaz de soportar la presencia de su hijo mayor, Don Juan le ordenó que volviera a la Academia Militar. El general Martínez Campos y el comandante Emilio García Conde se habían presentado allí con un avión militar español en el que el Príncipe fue devuelto a Zaragoza», recoge el historiador inglés Paul Preston, autor de diversas obras de historia contemporánea de España y miembro de la Academia Británica de Historia.

Consideren este documental: 

Las claves para entender la figura (y la abdicación) del Rey de España

Juan Carlos I ha decidido ceder el trono a su hijo Felipe en los peores momentos de popularidad de la monarquía. Pero eso no siempre fue así. A continuación, algunos antecedentes para comprender el rol del monarca en la historia reciente de su país.
– Sucesor de Franco: cuando el 20 de noviembre de 1975, muere Francisco Franco, todo los ojos se volcaron hacia el príncipe Juan Carlos. Seis años antes, el dictador español había dispuesto que su sucesor en la jefatura del Estado, fuera el joven e inexperto Borbón, Cuando dos días después, el Congreso español lo proclama, las voces discordantes no se acallaron. Desde los sectores opositores al régimen, lo veían como un títere del franquismo. Desde los sectores monárquicos, no lo reconocían como digno sucesor. En ese sentido, fue clave el rol de su padre, Juan de Borbón, conde de Barcelona, quien rápidamente decidió renunciar a sus derechos a la Corona para no entorpecer el camino de su hijo y seguir la línea natural de sucesión. Entonces, no eran pocos los que en privado hablaban de «Juan Carlos, el breve», anticipando, lo que creían, sería un corto y poco prometedor reinado.
– Golpe de 1981: es imposible entender la figura del Rey sin conocer el rol que jugó en la jornada del 23 de febrero de 1981. Ese día, sectores de las fuerzas armadas, nostálgicos del antiguo régimen, irrumpieron en el Congreso español con la idea de concretar un golpe de Estado. Largas horas de tensión hicieron temer el fin de la delicada transición española. Pero a las 1.14 de la mañana del día siguiente, una intervención televisada de Juan Carlos desde el Palacio de la Zarzuela selló la suerte de los sublevados. No sólo dejó en evidencia que la intentona no contaba con su apoyo, sino que se transformó -a ojos de los españoles- en uno de los principaples baluartes de la democracia que comenzaba a fraguar.
– Alza de popularidad: tras el papel jugado por el monarca aquel día de febrero de 1981, la popularidad del Rey y de su familia subió como la espuma. Incluso sectores de la izquierda, tradicionalmente favorables a la restauración de la República, no tardaron en reconocer la muñeca política y favorable al consenso de Juan Carlos. De hombre pusilánime para algunos, se transformó en un estadista que se llevaba incluso mejor con los «ajenos» que con los «propios». Conocida fue, por ejemplo, su buena sintonía con el socialista y ex presidente del Gobierno, Felipe González. Bueno para las bromas y de talante campechano, su carácter extrovertido se compensaba con la tranquilidad y temple que a su lado representaba Sofía, una princesa griega que rápidamente se ganó el aprecio de los españoles.
– Protección de la prensa: la popularidad de la que gozaba Juan Carlos y su familia -que llevaba a que muchos se declararan «juancarlistas» antes que «monarquistas»- se vio rápidamente plasmada en la prensa. Mientras las familias reales de otros rincones de Europa eran constantemente acosadas por los periodistas que no dudan en escudriñar en sus vidas privadas como en la de cualquier figura pública, en España, las reglas eran muy diferentes. El periodismo ibérico, de las más agresivos en temas del corazón, trataba con guante blanco a los borbones. De hecho, cada vez que algún periódico dedicaba páginas de investigación a asuntos de la familia real -como las circunstancias en torno al accidente vascular de uno de los yernos del Rey a principios de los 2000- surgían las voces que destacaban la osadía del medio.
– El peor de los momentos: sin embargo, aquella popularidad, respaldo y protección hoy pasan por sus horas más oscuras. Con el telón de fondo de la peor crisis económica e institucional por la que puede atravesar España, el Rey Juan Carlos ha sufrido su propio declive. A su mal manejo de imagen -representado por aquellas fotos en una jornada de caza en Botsuana que lo obligaron a pedir disculpas públicas- hay que sumar los gravísimos escándalos financieros que rodean a su familia. Tanto es así que incluso hay quienes han querido ver en la sorpresiva abdicación del rey, una suerte de anuncio de que la Infanta Cristina -segunda hija del monarca- podría ser procesada por el escándalo de corrupción que involucra a su marido, Iñaki Urdangarín. Este caso -calificado como un verdadero «martirio» por la Casa Real- no solo echó por la borda la imagen de probidad y sencillez de familia, sino que puso en entredicho la capacidad de controlar a su entorno por parte del Rey.
– ¿Regreso a la República?: hace 10 años, cuando aún la popularidad de la monarquía gozaba de buena salud, se publicó en España un libro titulado, «¿Reinará Felipe VI?». Era la víspera del matrimonio del príncipe Felipe con la plebeya Letizia y quedaban así plasmadas las dudas sobre el futuro de la Corona después de Juan Carlos. Nadie dudaba que Felipe era la persona mejor preparada para suceder a su padre, pero tampoco se ponía en tela de juicio que la España del siglo XXI, era muy distinta a la de la Transición que había vivido su padre. Sectores favorables a la restauración de la República aseguraban que la Monarquía ya había cumplido su papel como garante y que hoy se necesitaba un nuevo marco institucional. Cuando nació la primera hija de la pareja de herederos, Leonor, quedó en evidencia que todavía regía la norma que daba prevalencia a los hombres por sobre las mujeres al momento de acceder al trono. Hacer la reforma legal, podía implicar, entonces, abrir la puerta para cambios y debates más profundos que muchos no estaban dispuestos a asumir. Aquella norma aún está vigente.

¿Quién es Felipe de Borbón y Grecia, el próximo rey de España?

Luego de que
el rey de España, Juan Carlos de Borbón, abdicara este lunes en favor de su
hijo comienzan los preparativos para la coronación de su hijo Felipe.
Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias y heredero
de la Corona, es el primer hijo varón de los Reyes, Juan Carlos y Sofía y será
a los 46 años nuevo rey de España tras la abdicación de su padre.
Nacido en Madrid el 30 de enero de 1968 y casado con Letizia
Ortiz Rocasolano
desde el 22 de mayo de 2004, tienen dos hijas, las infantas
Leonor, nacida el 31 de octubre de 2005 y Sofía, el 29 de abril de 2007.
Es Príncipe de Asturias, título que recibe el heredero de la
Corona española, desde 1977.
Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid,
realizó un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad Georgetown de
Washington (EEUU).
Desde julio de 2009, es teniente coronel de los ejércitos de
Tierra y Aire y capitán de fragata en la Armada.
Sus primeras apariciones oficiales se produjeron en
noviembre de 1975, tras la proclamación como rey de Juan Carlos de Borbón.
Desde que terminó sus estudios universitarios y su formación militar, ha
realizado una intensa actividad pública.
En 1981 presidió su primer acto oficial y pronunció su
primer discurso en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.
En 1986, al alcanzar la mayoría de edad, prestó juramento
ante las Cortes de desempeñar fielmente sus funciones y de guardar y hacer guardar
la Constitución, según el artículo 61 de la Carta Magna.
Ha visitado oficialmente 14 de las 17 comunidades autónomas
de España y, desde 1996, es el representante de España en las tomas de posesión
de los jefes de Estado iberoamericanos.
Ha viajado a numerosos países europeos y americanos, así
como del mundo árabe, Extremo Oriente y Oceanía. El príncipe muestra un
especial interés por todos asuntos relacionados con la UE, Oriente Medio, Norte
de África e Iberoamérica.

Felipe de Borbón asiste con regularidad a las exposiciones
económicas y comerciales organizadas por España en el extranjero; y presta una
especial atención a la difusión de la cultura española, sobre todo, a través
del Instituto Cervantes.
Mantiene regulares encuentros y reuniones con los órganos
constitucionales y con las principales instituciones del Estado para estar al
corriente de sus actividades. También asiste a reuniones de distintos
organismos de la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas
(regiones).
Periódicamente visita instituciones extranjeras para conocer
sus actividades y, entre otros, ha viajado a las sedes de la ONU, la Unión
Europea, la OTAN o la OCDE.
Hay determinados actos institucionales en los que acompaña
al Rey, como la Pascua Militar o la recepción al Cuerpo Diplomático. El 12 de
junio de 2010 acompañó a los Reyes en la conmemoración del 25 aniversario de la
firma del Tratado de Adhesión a la CEE por parte de España.
Durante la convalecencia del Rey, tras ser intervenido de un
nódulo pulmonar el 8 de mayo de 2010, sustituyó al monarca en los actos de su
agenda, como la cena a los jefes de Estado y de gobierno participantes en la
Cumbre UE-América Latina (17 de mayo) y la entrega de la Copa del Rey (19 de
mayo).
Desde el 18 de noviembre de ese año se incorporaron a sus
actividades oficiales las audiencias militares, cometido que hasta entonces
ejercía exclusivamente el Rey.
En 2011 y debido a la los problemas de salud del rey Juan
Carlos, Felipe de Borbón, por primera vez desde que cuenta con agenda oficial,
tuvo más actos que su padre.
Tras el nuevo accidente sufrido por el rey el 14 de abril de
2012, volvió a retomar parte de su agenda, con actividades como la entrega del
Premio Cervantes, el 23 de abril, o la final de la Copa del Rey, el 25 de mayo.
El 17 de noviembre el Príncipe participó en el almuerzo de
trabajo ofrecido por el rey a los jefes de Estado y de Gobierno participantes
en la XXII Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz, en la jornada de clausura,
lo que consolida su presencia en las cumbres que tienen lugar en España como
ocurrió en Salamanca en 2005.
Es presidente de honor de varias asociaciones y fundaciones,
destacando por su especial vinculación la Fundación Principado de Asturias.
Desde 2009, año de su constitución, es también presidente de honor de la
Fundación Príncipe de Girona.
Tras su matrimonio con la princesa de Asturias el 22 de mayo
de 2004, ambos mantienen una apretada agenda tanto en el interior como en el
exterior de España.
El primer viaje de la pareja al extranjero tuvo lugar el 28
de junio de 2004, con una visita al Papa Juan Pablo II en el Vaticano. Su
primera visita oficial fuera de Europa fue a México entre el 17 y 20 de julio siguiente.

Aficionado al deporte, fue miembro del equipo olímpico de
vela en clase Soling en los Juegos de Barcelona de 1992, en cuya inauguración
desfiló como abanderado del equipo español.

FuenteEl País

El Rey Juan Carlos renunció al trono de España en favor de su hijo Felipe y de lo establecido por el Club Bilderberg

Justo y «casualmente» después de que el Club Bilderberg terminara las sesiones de su encuentro anual número 61, las noticias se ven conmovidas con las reformas que el gobierno español (representada por la reina Sofía y el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo) aceptó instalar en esa nación frente a los 140 asistentes de esta sociedad secreta tan perversa.

Así pues, iniciando los pasos luciferinos de cambios favorables a la élite, el rey Juan Carlos de España sorprendió hoy al mundo con el anuncio de su abdicación a la corona de España. El anciano monarca justificó ante los ciudadanos su decisión de abdicar en su hijo, el príncipe Felipe, asegurando que «una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista» en el país.

El monarca español, de 76 años, dijo en su retirada: «Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura está demandando«.
Lo hizo en un mensaje a la nación emitido por televisión dos horas y media después de que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, comunicara en La Moncloa la decisión del monarca de dar un paso atrás en favor de su hijo, de 46 años.

En este mensaje, el monarca aseguró que esta decisión la tomó en enero, al cumplir 76 años, y una vez recuperado ya de su última operación. 
«Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera«, manifestó el rey, al que se vio emocionado en su despacho del Palacio de La Zarzuela, en el que se grabó el mensaje.
Su hijo, que reinará como Felipe VI, «encarna la estabilidad«, dijo. «Tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesario para asumir la jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza«.

El rey Juan Carlos está aparentando una solidaridad compasiva con el querer de la mayoría de los españoles. Según una encuesta publicada en enero, mientras cumplía sus actuales 76 años, el 62% de los españoles creía que el Rey Juan Carlos de Borbón y Borbón debía renunciar a la
corona. Asimismo, dicha encuesta dio a luz que sólo un 49,9% de españoles apoya la monarquía como forma de gobierno.

Las cargas políticas que lo han obligado a esta abdicación son innumerables. El escándalo del accidente del monarca mientras cazaba en Botsuana, la construcción de un pabellón de caza a cuenta de Patrimonio Nacional y, sobre todo, los casos de corrupción que implican a miembros de la Casa Real han desgastado enormemente la imagen de la monarquía.

Hoy, desde un discurso manipulador nada creíble, el monarca que carga una mochila enorme con sospechas de tapa corrupción en la casa real, presenta su noble voluntad sujeta a un falso deseo de anhelar tiempos nuevos y mejores cosas para la nación española.

Pero estoy convencido que la verdad que se esconde detrás de esto va más allá de lo asegurado por el septuagenario monarca. Estoy convencido que el Club Bilderberg pretende que el príncipe Felipe, al heredar el trono de España, se rodee de los poderes económicos de su controvertida institución, por lo cual Juan Carlos I ha sido presionado a abdicar. Justamente, no es mera casualidad que la reunión de la controvertida organización fue celebrada un día antes de la declaración histórica del Rey: del 28 de mayo al 1 de junio en el hotel Marriott de Copenhague (Dinamarca).

La abdicación es una fórmula excepcional en la Corona española. Se ha efectuado anteriormente, en concreto en seis ocasiones en los últimos siglos. La última vez fue, precisamente, la renuncia en 1941 de Alfonso XIII en favor de su hijo don Juan de Borbón, padre del rey Juan Carlos. El conde de Barcelona nunca llegó a reinar. Y en 1977 presentó oficialmente la renuncia a sus derechos al trono ante su hijo, el rey Juan Carlos, al que las cortes franquistas ya habían nombrado jefe del Estado en 1975.

Aquí el recuerdo del momento preciso en que Juan Carlos juraba como rey frente a los españoles:

La Maldición de los Grimaldi

Los rumores de «crisis» entre Charlene Wittstock y el príncipe Alberto de Mónaco, cuando faltaban sólo tres días para su casamiento, hicieron saltar las alarmas. Los más memoriosos recordaron la triste «maldición de los Grimaldi» que condena a esta dinastía a la infelicidad matrimonial y a la tragedia. Leyenda o verdad, hasta ahora ahora se cumplió con una exactitud casi matemática.
La dinastía Grimaldi fue siempre rica y muy desgraciada. Para asegurarse el dinero, sus miembros se dedicaron a la guerra, la piratería, los negocios y el turismo. Para asegurarse el infortunio, les bastó su propio carácter. Y cuando eso no fue suficiente, intervino la muerte.
El exterminio de la pequeña guarnición genovesa, en 1297, fue el primer contrato de propiedad: los Grimaldi se aferraron desde entonces al pequeño territorio a orillas del Mediterráneo, y aunque los expulsaron, siguieron rondando el lugar y lo volvieron a comprar en 1338, con dinero obtenido de la piratería.
Para el siglo XVII, ya habían convertido el “nido de piratas” en un Principado y el maleficio se puso en marcha. Algunos dicen que una gitana que fue violada por Rainiero I lanzó sobre él la maldición: ninguno de sus descendientes sería feliz. Otros dicen que el sortilegio surgió cuando un príncipe mató a su hermano.
La primera víctima fue Rainiero I, que una noche de 1314 apareció despedazado al final de un barranco, sin que se supiera si había caído o alguien lo había empujado. Veinte años más tarde, su sucesor murió envenenado. El culpable nunca fue hallado.
Sus descendientes no tuvieron mejor suerte: Carlos I fue asesinado por algunos de sus propios soldados en la batalla de Crezzy en 1347; Juan I, mujeriego y amigo de fiestas, murió cuando uno de sus compañeros de caza lo confundió (por culpa de la niebla) con un venado y lo atravesó con una jabalina.
En 1505, Juan II fue envenenado por hermano, Luciano, para arrebatarle la Corona. El príncipe asesino habría de probar su propia medicina dos años más tarde, asesinado por un sobrino. Hércules II, por su parte, murió cuando a un miembro de la guardia se le disparó accidentalmente el arma. Años más tarde, dos niños príncipes de la familia perecieron. Uno, ahorcado accidentalmente con una cinta de raso que tenía en el cuello. El otro, ahogado en un estanque.
La “maldición” también alcanzó a los matrimonios. Catalina-Carlota, esposa de Luis I, abandonó Mónaco para refugiarse en los brazos del rey de Francia. Su sucesora, la princesa María, confesó a su marido que no lo amaba ni un poquito y él la castigó encerrándola en una torre. La princesa Luisa Hipólita y su marido no se podían ni ver, y ella le prohibió la entrada al palacio durante varios meses.
Honorato III tuvo un matrimonio destinado a fracasar desde la luna de miel. Al descubrir a su esposa engañándola con un noble francés, le dio tantos golpes que la princesa terminó con varias costillas rotas. La encerró bajo mil llaves y la sometió durante semanas a castigos corporales acompañados de insultos y promesas de eterno castigo.
La princesa logró escapar con la ayuda de unas monjas, y Honorato III perdió los estribos. Declaró a su mujer “en rebeldía contra la Corona”, y la condenó a muerte. Años más tarde, la familia fue tomada prisionera durante la Revolución Francia, y una nuera de Honorato fue decapitada en La Bastilla.
Alberto I (1848-1922), hombre de pésimo carácter, tuvo dos matrimonios fracasados. Sus dos esposas (una escocesa y una norteamericana) se aburrieron mortalmente en Mónaco, entonces una pequeña aldea, y se refugiaron en respectivos amantes.
El casamiento de Rainiero III, en 1956, con la actriz Grace Kelly, proporcionaría a la dinastía un par de décadas de inaudita felicidad y prosperidad. Pero todo acabó en 1982, cuando Grace, célebre por su belleza y elegancia, falleció en un accidente automovilístico.
A partir de esta muerte, la imagen pública de la familia real se convirtió en un desastre conocido por todos: los tres maridos de Carolina, las temibles relaciones de Estefanía con guardaespaldas, artistas y cirqueros, y la apabullante soltería de Alberto, que tiene dos hijos ilegítimos. Incluso la tía Antonieta, hermana de Rainiero III, tuvo que sepultar a su segundo marido en plena luna de miel.
Hoy, el príncipe Alberto II se casó por civil y mañana llegará al altar luego de 53 años obstinada soltería. Muchas teorías se tejieron en torno a la negativa del príncipe a contraer matrimonio. Desde quienes le atribuyeron un insaciable “donjuanismo”, hasta los que cuestionaban sus inclinaciones sexuales.
Puede sospecharse, sin embargo, que la razón de Alberto II es más sencilla: le bastó con repasar la desdichada historia conyugal de sus antepasados para conservar una saludable aversión al matrimonio.

(*) Especial para Perfil.com

Las pautas para el futuro trazadas por la Fundación Rockefeller

Pandemias globales que matan a millones, cuarentenas obligatorias, puestos de control, tarjetas de identificación biométrica, y un mundo controlado por el gobierno de arriba hacia abajo. Estas cosas no se escaparon de la superproducción de ciencia ficción más reciente, son parte de la visión de la Fundación Rockefeller de lo que el mundo podría ser dentro de 15 a 20 años bajo un nuevo orden mundial estrechamente controlado por la élite.
Este es uno de los cuatro escenarios para el futuro del planeta reseñado por el estudio de la Fundación Rockefeller, “Escenarios para el Futuro de la Tecnología y el Desarrollo Internacional“, realizado en asociación con la Global Business Network.
Bajo el título “Lock Step”, el escenario presenta, “Un mundo con un creciente control del gobierno de arriba hacia abajo y un liderazgo más autoritario, con innovación limitada y un cada vez mayor retroceso de los ciudadanos.
Después de que pandemia mundial H1N1 originada en gansos infecta al 20 por ciento de la población mundial y mata a 8 millones de personas, la economía se paraliza y los gobiernos imponen medidas autoritarias para responder a la crisis.
Durante la pandemia, los líderes nacionales de todo el mundo han mostrado su autoridad e impuesto reglas y restricciones herméticas, desde el uso obligatorio de mascarillas hasta controles de temperatura corporal en la entrada de espacios comunes, como estaciones de tren y supermercados”, afirma el estudio.
Es revelador que, incluso después de la pandemia se desvanece, estas medidas draconianas permanecen en su lugar y se intensifican, en tanto los líderes se arraigan “más firme en el poder” y los ciudadanos sacrifican voluntariamente su soberanía e intimidad, lo que conduce a “un mundo más controlado” gobernado por “estados paternalistas” que imponen tarjetas de identificación biométrica para todos los ciudadanos. ”La cooperación forzada” con acuerdos regulatorios globales allana el camino hacia la gobernanza global, incluso cuando después sobreviene una reacción de demostraciones públicas de “nacionalismo virulento”.
El eco-fascismo llega a primer plano en el escenario “lock step”, que discute la manera en que automóviles de “altas emisiones” serán prohibidos y todos los hogares se verán obligados a instalar paneles solares por ley.
La aplicación del autoritarismo de arriba hacia abajo provoca que la actividad empresarial decaiga y tiemble la economía, pero en 2025 la gente empieza a cansarse de “tanto control de arriba hacia abajo tanto y de dejar que los líderes y las autoridades tomen decisiones por ellos” y un “retroceso” organizado contra esta tiranía comienza a cobrar impulso.
Incluso a aquellos que les gustaba la mayor estabilidad y previsibilidad de este mundo empiezan a desarrollar incomodidades y limitaciones por las estrictas normas y el rigor de las fronteras nacionales. La sensación es de que tarde o temprano, algo inevitablemente trastornará el esmerado orden que los gobiernos del mundo han trabajado tan duro para establecer”, concluye el estudio.
Una cosa importante para entender del escenario descrito por el estudio de Rockefeller es que China es alabada como el modelo de cómo los gobiernos a nivel mundial deben responder a las crisis. La mayoría de las políticas draconianas y dictatoriales, incluyendo las cuarentenas obligatorias, son elogiadas en el escenario por haber “salvado millones de vidas, deteniendo la propagación del virus mucho antes que en otros países y permitiendo una más rápida recuperación post pandemia”, mientras que permitir a las personas libertad de movimiento es despreciado por haber empeorado la crisis.
Irónico, por tanto, es que esta misma semana, la Associated Press informase que el gobierno chino ya ha puesto prácticamente bajo controles de cuarentena a sus ciudadanos más pobres, a través de la “sincronización y el bloqueo de algunos de sus barrios de ingresos más bajos durante la noche, con la policía o fuerzas de seguridad revisando documentos de identificación todo el día, en una regresión hacia sistemas de control más antiguos”.
El estudio de Rockefeller no es una advertencia contra la prevención de la clase de tiranía que aparece en este escenario desplegado, se trata de un anteproyecto de cómo los globalistas quieren explotar crisis globales como ataques de bioterrorismo y pandemias con el fin de destruir completamente la sociedad y rehacerla en virtud de un nuevo orden mundial a su imagen.
El escenario Rockefeller posee más de un parecido con un Estudio del Ministerio de Defensa Británico de 2007, que prevé que para el año 2035, la gente tendría chips implantados cerebro, que la clase media se volverá revolucionaria, y que la sociedad estará presa del caos y los disturbios civiles como resultado de la globalización creciente, la inmigración y un estado más autoritario.
Está bastante claro a partir de la lectura del escenario “Lock Step” que la sociedad opresiva retratada en el estudio se presenta no como una advertencia de cómo los gobiernos cínicamente podrían aprovecharse de una pandemia para crear un estado policial y se otorguen más poder a sí mismos como dictadores, es un zumbido respaldando que este enfoque sería el correcto.
Esta es la sociedad post-industrial, exigida por luminarias de Bilderberg como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
Esto es lo que quieren los globalistas – pandemias, guerra, caos y crisis que puedan manipular y explotar para implantar una sociedad dictatorial gobernada por la élite desde sus torres de marfil, mientras los ciudadanos son reducidos a palurdos pobres y revoltosos dependientes de ser controlados con una tecnología sofisticada del Gran Hermano, demasiado preocupados por su próxima comida, como para tener tiempo de derrocar a sus nuevos gobernantes.
Un relato en particular, “Hack Attack”, describe un escenario donde la tecnología es demonizada como un arma criminal prevaleciendo en un mundo donde la civilización se ha desmoronado.
Golpes devastadores como el 11 de septiembre, el tsunami del Sudeste Asiático de 2004, y el terremoto de 2010 en Haití han preparado sin duda al mundo para desastres repentinos. Pero nadie estaba preparado para un mundo en el que las catástrofes a gran escala se producen con una frecuencia tan impresionante.”, señala el informe.
Los años 2010 a 2020 fueron denominados la “década de la perdición” por una buena razón: el atentado en los Juegos Olímpicos de 2012, que mató a 13.000 personas, fue seguido de cerca por un terremoto en Indonesia matando 40.000, un tsunami que casi acabó con Nicaragua, y el inicio de la Hambruna de China Occidental, originada por una sequía única en el milenio relacionada con el cambio climático.” continúa.
El estudio contempla que los estados-nación en todo el mundo, literalmente, pierden el control de sus finanzas públicas y la capacidad de mantener el orden y la estabilidad con “violencia y delincuencia rampantes”. También prevé que la coordinación e interrelaciones globales entre las naciones se quiebren completamente para ser reemplazadas por guerras subsidiarias y conflictos de bajo nivel.
“En 2030, la distinción entre naciones “desarrolladas” y “en desarrollo” ya no parecerá particularmente descriptiva o de referencia” afirma el informe.
Los únicos capaces de prosperar en este entorno son (sorpresa sorpresa) la élite global y los súper ricos:
La brecha de crecimiento global es más amplia que nunca. Los muy ricos todavía poseen los medios financieros para protegerse a sí mismos; comunidades cerradas surgen de Nueva York a Lagos, proporcionando refugios seguros rodeados por barriadas. En 2025, de rigor no es construir una casa, sino que una fortaleza de paredes altas vigilada por personal armado”, señala el informe.
Como telón de fondo de este caos, el estudio ataca a la tecnología avanzada, en particular a Internet, representándola como una herramienta para criminales y terroristas:
La tecnología hacker trabaja muy duro. Estafas por Internet y ventas piramidales inundan las bandejas de entrada. Mientras tanto, los hackers más sofisticados intentan tomar los sistemas de empresas, de gobierno, y los bancos a través de estafas de phishing y robos de base de datos de información, y sus muchos éxitos generan miles de millones de dólares en pérdidas”, profetiza el estudio.
Internet está lleno de spam y amenazas a la seguridad y se asocia fuertemente con actividad ilícita – especialmente en las “webs oscuras”, donde ningún gobierno puede controlar, identificar, o restringir las actividades.” afirma el informe en otra parte.
Por supuesto, la solución prevista para luchar contra esos males es implementar un sistema de vigilancia de seguridad altamente sofisticado:
Las tecnologías de verificación de identidad son un elemento esencial de la vida cotidiana, con algunos obstáculos – una base de datos de retina robada por hackers en el año 2017 se utiliza para crear numerosas identidades falsas “a gran escala” todavía a mediados de la década de 2020.
Los efectos positivos de las revoluciones móvil y de internet se vieron empañados por su creciente fragilidad a medida que proliferan los virus y las estafas, obstaculizando que estas redes alcancen la confiabilidad requerida para convertirse en la columna vertebral de las economías en desarrollo – o una fuente de información confiable para nadie.” bosqueja el estudio.
El mensaje aquí es claro, Internet revolucionó la comunicación global y mejoró la difusión del conocimiento, sin embargo, es incontrolable en su forma actual, y como tal constituye un gran peligro para los únicos que pueden seguir prosperando en este nuevo orden mundial de pesadilla; la élite global.
Si bien la tecnología de comunicación es satanizada, otros así llamados avances, como los cultivos modificados genéticamente son elogiados como progresistas, a pesar de estar envueltos por polémicas en el mundo actual. El estudio contempla que las clases más pobres ahora diezmadas realmente se beneficiarían con “actividades en el patio y el garaje”, incluyendo la producción masiva de alimentos transgénicos.
Sin embargo, el informe señala sobre avances tecnológicos en esta línea en lo que respecta a la producción de medicamentos y vacunas más baratos, que podrían ser mortales si se permite su producción en masa fuera del control de la élite.
Este estudio no es una obra de ficción distópica. No se ha escrito con el objetivo de entretener. Esto es lo que la Fundación Rockefeller y la élite del Global Business Network contemplan ver desarrollándose en el nuevo orden mundial. Este estudio es muy serio, y los que participan en su financiación y publicación no están jugando.
Por otra parte, los objetivos señalados en el informe no están desarrollándose simplemente de forma natural, son implementados activamente. El colapso económico y el control social autoritario se fomentan en frente de nuestros ojos por diseño.
El mercado libre que se auto-regulaba ha sido estrangulado y sofocado por una combinación de intervención del gobierno y saqueo de las riquezas del planeta por los banksters internacionales. Mientras esta situación continúa empeorando, sin una corrección significativa, no es difícil imaginar el descontento social del que ya somos testigos, volviéndose cada vez más global en alcance.
El informe elogia estas condiciones con propaganda y difundiendo miedo por el cambio climático y los desastres naturales, así como mega-ataques terroristas.
Lleva la agenda prioritaria de la élite y los ingenieros sociales situándola en un futuro no muy lejano como una forma de normalizar las perspectivas que se esbozan. Como el informe señala en su introducción, los escenarios reseñados “nos permiten imaginar, y luego ensayar diferentes estrategias de cómo estar más preparados para el futuro – o más ambicioso aún, la forma de ayudar a moldear el futuro nosotros mismos.”
Si quieren leer el informe completo hagan click aquí
Los invito a mirar con mucha atención y discernimiento este video:

Los Rothschild: Una familia generación de víboras

LA FAMILIA ROTHSCHILD ES LA SINAGOGA DE SATANÁS QUE DIRIGE LA ECONOMÍA DE EUROPA DESDE EL SIGLO XVIII.

 

La familia Rothschild es una dinastía de banqueros europeos de origen judío-alemán, que ha ejercido una gran influencia económica y política desde finales del siglo XVIII. Ellos han conformado una de las casas reptilianas más leales al anti-diseño que HaSatán ha colocado en la vida de los hombres alejados del Eterno. Ellos han conservado activos durante más de cuatro generaciones los protocolos que Caín y sus hijas conocieran inspirados por la serpiente.

Su nombre proviene del escudo rojo (rot Schild) que adornaba la casa en la que vivían sus ancestros en el ghetto de Frankfurt.

El fundador de esta poderosa dinastía al servicio de la serpiente antigua fue Mayer Amschel Rothschild (1743-1812) quien creó una casa de banca en Frankfurt, especializada en el tipo de negocio que haría rica y poderosa a la familia, el crédito a las casas reales; aunque también hicieron fortuna con otros negocios, como el comercio a gran escala (bienes de lujo, suministros militares), el contrabando, la especulación monetaria, el giro internacional y el descuento de letras.

Vale la pena aquí aportar que al iniciarse la industrialización europea los Rothschild se introdujeron también con éxito en la financiación de sectores en alza como el ferrocarril, la minería y la metalurgia.

Mayer Amschel imprimió al negocio familiar sus rasgos distintivos, como el de no buscar márgenes de ganancia demasiado elevados, o el de generar una prole numerosa a la que confiar la extensión y continuidad de la casa.

Empezó siendo el banquero del elector de Hesse-Kassel; pero la época de las guerras de la Revolución francesa y del Imperio napoleónico (1792-1815) le permitió extender su negocio a gran escala por toda Europa, estableciendo sucursales dirigidas por sus cinco hijos varones (tuvo, además, cinco hijas); el mayor de ellos, Amschel (1773-1855), se quedó en la casa central de Frankfurt ayudando a su padre y sucediéndole cuando murió. Esta sede central fue dirigida más tarde por sus sobrinos (hijos de Karl), Mayer (1820-86) y Wilhelm (1828-1901); pero fue clausurada a la muerte de este último.

El segundo hijo del fundador, Salomon Amschel (1774-1855), estableció en los años 1820 la sucursal de Viena, que permaneció abierta hasta que los nazis anexionaron Austria y tuvieron que «huir» de la persecución antisemita (1934).

Los servicios prestados por los Rothschild a la casa imperial de Habsburgo llevó a ésta a nombrar barones a los cinco hijos de Mayer Amschel.

El tercero de éstos, Nathan (1777-1836), se encargó de la primera sucursal abierta en el extranjero, que fue la de Inglaterra (1804), situada primero en Manchester y más tarde en Londres, donde ha continuado hasta la actualidad. La rama británica de los Rothschild, integrada en la vida nacional, asumió el liderazgo (hereditario) de los judíos ingleses, a los cuales proporcionó su primer representante en el Parlamento y su primer par de Inglaterra. Su hermano Karl (1778-1855) dirigió otra sucursal en Nápoles, cerrada a comienzos del siglo XX.

El menor de los hermanos, James (o Jakob) (1792-1868), se ocupó de la importante sucursal de París, creada en tiempos de Napoleón (1811).
 
James y Nathan fueron los banqueros más cualificados de la familia en esta generación y, además de dirigir las dos sucursales principales, ejercieron un liderazgo sobre el consorcio familiar, llevándolo a su cenit como principal grupo bancario mundial hacia mediados del siglo XIX. La casa parisina de los Rothschild ha seguido activa hasta nuestros días, dirigida por los sucesores de James: Alphonse (1827-1905), Édouard (18681949), Guy (1909 -), Alain (1910-1982) y Elie (1917 -).
Desde la segunda generación de banqueros, los Rothschild combinaron hábilmente la fidelidad a los intereses familiares con la inserción en las sociedades de acogida, en cuyos círculos empresariales y políticos llegaron a ocupar posiciones de auténtico liderazgo. Para mantener la cohesión de la extensa red familiar practicaron frecuentemente la endogamia y, en todo caso, procuraron casarse dentro de la comunidad judía. No obstante, su posición hegemónica en las finanzas europeas empezó a declinar desde finales del siglo XIX frente a la competencia de otros grupos europeos y norteamericanos.

Los Rothschild simpatizaron con la causa sionista y fueron los mayores protectores de los pioneros judíos que emigraron a Palestina para establecerse como colonos; destaca a ese respecto la labor de uno de los hijos de James, Edmond (1845-1934), que financió la creación de la segunda colonia judía de Israel, formada por emigrantes de Rusia, cuando Palestina estaba todavía bajo dominio turco: Rishon le-Ziyyon (1882).

Un nieto de Nathan, Lionel (1868-1937), fue un destacado zoólogo, fundador del Museo Rothschild de Historia Natural de Londres (al mismo tiempo que se ocupaba del negocio bancario). Fue miembro de la Cámara de los Comunes y uno de los grandes defensores del sionismo. Era a él a quien se dirigía la carta de Lord Balfour en la que el gobierno británico se declaraba dispuesto a crear un «hogar nacional» para los judíos en Palestina (la Declaración Balfour de 1917, fundamento del posterior Estado de Israel).

He aquí el árbol genealógico de esta casa del dragón

Por el solo hecho de saber concentrar entre sus manos inmensos capitales, de los que pueden disponer en todo momento en París, Londres, Viena, Berlín, Ámsterdam, Hamburgo, Roma, Nápoles, etc., todo el sistema bancario de Europa está dirigido por la familia Rothschild. En todas estas naciones europeas y Norteamérica siempre son estos judíos masones los amos y señores del sistema financiero. Por disponer de miles de billones sin contar con que en cada nación de segundo y tercer orden, ellos son los que manejan siempre  el dinero en circulación. Ninguna operación financiera, ningún trabajo importante podría hacerse sin el permiso de estos banqueros masones judíos integrantes de la cúpula de los Illuminatis y el Club Bilderberg.

Hoy, todos gobernantes están esclavos de deudas millonarias contraídas con el sistema de cosas actual controlado por esta élite masónica – illuminati. En otras palabras, para poder sobrevivir y para poder sostener grandes ejércitos permanentes y así sostenerse en el poder, todos los líderes del mundo quedan atados por medio de las deudas que contraen con esta «sinagoga del dragón».