Tu B`Av

Probar el «sin límite» de la Era de la Redención

El Rebe de Lubavitch en la parshá Vaetjanan

Las Haftarot (lectura de los profetas posterior a la de la Torah) de los siete Shabatot de consuelo que comienzan luego de Tisha BeAv fueron elegidas e instituidas de acuerdo al contenido del calendario y los sucesos ocurridos. Por lo tanto, contrastan con las Haftarot leídas a lo largo del año que están directamente relacionadas con el contenido de las lecturas de la Torah que se leen cada semana. Sin embargo, incluso en estos Shabatot, hay una conexión con la lectura semanal de la Torah, porque, como explica el «Shela», Rabí Ieshaiahu Horowitz (1555-1630), «las fechas y festividades del año tienen una conexión con las partes de la Torah que caen en esos momentos«. La Haftará de esta semana comienza: «Najamu, Najamu» («Consuelen, consuelen a mi pueblo«) y refleja un doble consuelo para una doble pérdida (la destrucción del Primer y Segundo Beit HaMikdash). Esto vendrá a través de la construcción del Tercer Beit HaMikdash en la Era de la Redención. Aquí radica la conexión con la lectura de la Torah de esta semana que comienza con la oración de Moshé para entrar a la tierra de Israel. Si Moshé hubiera recibido permiso para conducir a los hebreos a la tierra de Israel y construir el Beit HaMikdash, éste hubiera sido eterno y la Era de la Redención definitiva habría comenzado en ese momento.

Hay, sin embargo, una dificultad aparentemente, el énfasis en la Parshá Vaetjanan es que la oración de Moshé no se cumplió y por lo tanto, existe la posibilidad de exilio y destrucción. Si es así, surge la pregunta: ¿Cuál es la conexión entre esta lectura de la Torah y la promesa de consuelo de la Haftará para el pueblo de Israel?

Esta pregunta se puede resolver sobre la base del concepto de que el consuelo ofrecido por Shabat Najamu es doble y el concepto de duplicidad está conectado con la Redención. Así, el Midrash comenta: «Hay cinco letras que se repiten (es decir, tienen dos formas, una que se usa cuando aparecen al comienzo o en el medio de una palabra y otra que se usa al final de una palabra), cada una de ellas es asociada con la Redención. De hecho, el concepto de duplicidad se asocia con las palabras del versículo (Yob 11:6) «Kiflaim LeTushiá», «dobles para salvación«, que también puede explicarse como una alusión a la salvación final, la Redención futura.

La conexión entre la duplicidad y la Redención es, que esta duplicidad no implica simplemente una sola repetición de un concepto sino es una repetición múltiple e incluso ilimitada del mismo. Por lo tanto, sobre la duplicidad de palabras en una mitzvá en la Torah, por ejemplo sobre la tzedaká (caridad) está escrito: «נתון תתן», («naton, titen» que son dos expresiones del verbo dar), nuestros sabios afirman que la repetición no significa que la mitzvá debe cumplirse solo dos veces, sino más bien, «cien veces«. Además, cien tampoco es un límite, sino más bien una alusión a una cantidad ilimitada. Aquí radica la conexión con la Redención, ya que en la Era de la Redención se revelarán las dimensiones infinitas de la Divinidad.

En particular, la repetición de la promesa de Najamu, Najamu (consuelen, consuelen a mi pueblo), tiene una connotación especialmente positiva.

Para explicar: Con respecto a la orden del Eterno a Abraham, «Lej Leja» («Ve para ti«), Rashi explica que la duplicidad de las palabras «Lej» y «Leja» indica que el viaje será «para su beneficio y para su bien«. Además, con respecto a su futuro personal , representan estas palabras una Redención de Ur Kasdim. De manera similar, encontramos dos palabras repetidas en el versículo (Shemot 3:16) «pakod pakadti» (dos conjugaciones de «recordar«), donde Moshé comunica a los israelitas una señal de que serán redimidos del exilio egipcio. Y en las obras de los profetas, las palabras repetidas del versículo (Zacarías 6:12): «Tzemaj» «itzmaj» (dos conjugaciones de florecer) se usan para predecir la Redención futura.

En estos casos, sin embargo, las palabras repetidas, aunque comparten la misma raíz, no son exactamente las mismas. Por el contrario, las palabras de nuestra Haftará Najamu, Najamu son una repetición exacta. Esta es una verdadera expresión de la conexión entre repetición e infinito. Cuando hay una diferencia entre las palabras repetidas, la intención es obviamente transmitir otro mensaje además del concepto de repetición y para expresar ese concepto, las palabras son ligeramente diferentes. Por el contrario, cuando en el caso que nos ocupa, la repetición es exacta, está claro que el único propósito es expresar la dimensión infinita asociada con la Redención.

Lo especial del mensaje del consuelo transmitido por la profecía Najamu, Najamu es destacado por los sabios, que enseñan que la primera palabra «Najamu» es un consuelo por el Primer Beit HaMikdash y la segunda, un consuelo para el Segundo Beit HaMikdash. Cada una de estas dos estructuras poseía una virtud que carecía la otra. Por lo tanto, el tercer Beit HaMikdash representará un consuelo total por la pérdida de ambos. Por lo tanto, será una estructura triple, que posee sus propias cualidades especiales y las cualidades positivas de cada uno de los dos anteriores Batei HaMikdash (Grandes templos de Jerusalem).

El Primer Beit HaMikdash se caracterizó por una dimensión especial de revelación de Divinidad desde las alturas celestiales, en un grado muy superior a la revelación de Divinidad que se manifestó en el Segundo Beit HaMikdash. Esto se refleja en el hecho, de que cinco elementos de santidad, incluido el Arca del Pacto (que contenía las tablas de la ley), estuvieron presentes en el Primer Beit HaMikdash y no estuvieron presentes en el Segundo.

Por otro lado, el Segundo Beit HaMikdash poseía una ventaja sobre el Primero. Era más grande en tamaño y duró un tiempo más largo; es decir, en tiempo y en espacio, las cualidades que caracterizan nuestro mundo material, superó al Primer Beit HaMikdash. El Tercer Beit HaMikdash poseerá ambas ventajas comparativas, además de una dimensión única reflejada en la fusión de estos dos.

En base a lo anterior, podemos explicar la conexión entre la Haftará, «Najamu, Najamu» y la Parshá Vaetjanan. Uno de los aspectos fundamentales de la Parshá Vaetjanan es la repetición de los Diez Mandamientos, a pesar de que los Diez Mandamientos son mencionados en la Parashá Yitró, de todas formas, se repiten junto con todos sus detalles en la Parshá Vaetjanan.

La naturaleza del contexto en el que se mencionan los Diez Mandamientos en la Parashá Vaetjanan difiere, sin embargo, a los Diez mandamientos de la de Parshá Yitró. En la parshá Yitro, los israelitas estaban en un nivel de «tzadikim» (justos) y así, el relato de los versículos refleja la dimensión de revelación de Divinidad desde las alturas celestiales. Por el contrario, la narración de la Parshá Vaetjanan, es parte de la reprimenda de Moisés al pueblo judío y por lo tanto, está asociada con los «baalei teshuvá» (retornantes a Di-s) y el servicio espiritual de elevar el plano mundano y terrenal.

Más allá de este contraste entre las parshiot Yitró y Vaetjanan, sin embargo, el solo hecho de que los Diez Mandamientos se repitan apunta, al igual que todas las duplicaciones que se mencionaron anteriormente, al concepto de infinito. Y esto representa una alusión al aspecto infinito de la Torah que se revelará en la Era de la Redención, «las nuevas [dimensiones de] la Torah que saldrán de Mí«. (Yeshaiahu 51:4 y Vayikra Rabá Cap.13:3)

Más particularmente, estos dos movimientos de impulso: la revelación desde Arriba, representada por el servicio espiritual de los tzadikim y la elevación del plano mundano, que es el servicio espiritual de los «baalei teshuvá» – serán incluidos en esta revelación de la Era Mesiánica. Porque «las nuevas [dimensiones] de la Torá saldrán«, es decir, saldrán del reino de la Divinidad y entrarán en el ámbito de la comprensión humana y se relacionarán con la elevación del plano mundano. Simultáneamente, vendrá «de Mí», es decir, será una revelación desde las alturas celestiales. Además, estos dos movimientos de impulso se fusionarán juntos como un solo movimiento.

Con base en lo anterior, también podemos apreciar otra conexión con la lectura de la Torah de esta semana, la respuesta de Dios a Moshé de que será Yehoshúa quien liderará la reconquista de la tierra de Israel. Si Moisés hubiera llevado al pueblo a la tierra de Israel, su ingreso a ella habría estado en un nivel espiritual más alto, sin embargo, también hay una ventaja para el pueblo siendo guiados por Yehoshúa, ya que esto representaba una elevación del plano terrenal. Esto se refleja en el hecho de que la instalación del pueblo en Eretz Israel se prolongó, tardando siete años en conquistar la tierra y siete años en dividirla. Dado que elevar el plano material dentro del contexto de su propia perspectiva requiere un esfuerzo sostenido, esta cantidad de tiempo fue necesaria.

Como se mencionó, si Moshe hubiera liderado la entrada a Eretz Israel, nunca más habría sucedido un exilio. El potencial para el exilio, sin embargo, e incluso el exilio mismo, también deben verse bajo una luz positiva. Es el exilio, lo que permite la elevación del mundo en general dentro de su propio contexto. A cada tierra a la que se ha dispersado el pueblo judío, se ha elevado la sustancia material de la tierra y refinado las chispas de Divinidad encerradas en ella. Así, a través de este servicio espiritual, el mundo mismo se ha elevado y preparado para la Redención final.

Por lo tanto, la entrada a Eretz Israel descripta en Parashá Vaetjanan debe verse dentro de un contexto de mayor alcance. Dado que se prepara al mundo para la Redención futura, debe considerarse al estudiarla que contiene el potencial para llegar a la plenitud total que se alcanzará en esa época.

Nuestros Sabios declararon: «Quien trabaje en la preparación de Shabat en la víspera de Shabat (el viernes), comerá en Shabat«.

La singularidad del 15 de Menajem Av se refleja en que es un día de luna llena. La luna llena simboliza plenitud y a su vez la plenitud del pueblo judío que «fija su calendario de acuerdo con la luna, se asemeja a la luna y finalmente se renovará a la misma media que la luna».

Cada mes, la plenitud de la luna refleja un estado de perfección en el servicio espiritual específico conectado con ese mes. En lo que respecta al presente mes, su mismo nombre Menajem Av, apunta a una conexión con el Mashiaj, que es llamado Menajem, “consuelo”. Asimismo, nuestros Sabios enseñan que Tishá BeAv es el día que nació el Mashíaj, es decir, el día en que su fuente espiritual está dotada de poder adicional, pues el día de nacimiento «el mazal de la persona prevalece«. Así, el día 15 de Av es el tiempo que el potencial de Redención alcanza un estado de perfección.

De manera similar, fue en el día de su creación que Adam (el primer hombre) convocó a todos los seres creados: «Vengan, prosternémonos e inclinémonos, arrodillémonos antes Dios nuestro hacedor», es decir, llevó al mundo entero a la aceptación del Reino de Dios. Y es en la Era de la Redención, cuando el reinado de Dios será revelado de una forma completa y manifiesta.

Nuestros Sabios asociaron a Tu Be Av (el día 15 de Av) con un aumento en el estudio de la Torah:

«Desde el decimoquinto día de Av en adelante, quien agregue las noches a los días con estudio de la Torah tendrá años agregados a su vida«.

Dado que la Torah indica que «se puede suponer que todos los judíos se comportan de manera apropiada«, podemos suponer que han fijado tiempos para el estudio de la Torah y por lo tanto, el aumento deseado no es meramente limitado en naturaleza, sino más bien un aumento que va más allá de los límites ordinarios de la persona.Y es mediante el aprovechamiento del potencial infinito del alma de un judío, cada uno de acuerdo con su naturaleza, puede revelar el infinito de Dios. Esto se reflejará en la revelación de «las nuevas [dimensiones de] la Torá que saldrán de Mí» en la Era de la Redención, ya que esta será una dimensión infinita de la Torá. De manera similar, está conectado con un verdadero «aumento en la vida», la vida eterna del segundo período de la Era de la Redención.

Tu BeAv: La Fiesta del Amor Unificador.

Por P.A. David Nesher

«Y dijeron: He aquí, cada año hay una fiesta del Eterno en Silo, que está al norte de Betel, al lado oriental del camino que sube de Betel a Siquem, y al sur de Lebona.«

(Jueces/Shoftim 21:19).

Hemos estudiado que después de su salida liberador de Mitzrayim (Egipto) y acercándose ya a la tierra de Canaán, bajo el liderazgo de Moshe, los israelitas optaron por mandar espías a la tierra con el objetivo de organizar mejor el plan de conquista.

Así es como los doce espías regresaron de su misión el día 9 de Av (quinto mes) con un reporte adverso y el pueblo, en contra de la garantía Divina de conquista fácil, creyeron en dicho informe negativo, y desistieron de entrar en la Tierra Prometida. Aquel día, ellos lloraron sin motivo, fijando así proféticamente a dicha jornada como día de llanto eterno y de negatividad. Así nación Tishá BeAv.

De este modo, los varones adultos de dicha generación, imposibilitados de librarse de su mentalidad de esclavos, fueron condenados a morir en el desierto. Cuentan los relatos históricos del Midrash que todos los 9 de av, cavaba cada uno su tumba y se acostaba a dormir en ella, los que no se levantaban eran cubiertos a la mañana siguiente. Por eso, en cada Tishá B’Av (9 del mes de Av) de esos 40 años, aquellos que habían llegado a la edad de 60 ese año iban muriendo (15.000 cada Tishá B’Av).

En dichos relatos también se cuenta que al llegar el año número 40 de su permanencia en el desierto, los pocos sobrevivientes realizaron el tétrico ritual esperando no levantarse al día siguiente. Pero, al salir el sol, todos estaban vivos. Supusieron un error de cálculo y lo volvieron a hacer la noche siguiente y las sucesivas. Nada pasaba.

El día 15 del mes de Av (en hebreo Tu BeAv), al ver la luna llena, los israelitas descartaron la opción de error de cálculo y entendieron que fueron perdonados por Dios. ¡La plaga había terminado finalmente en Tu BeAv!

Por esta anécdota de las misericordias Divinas, comenzó a forjarse este día de unión, reconciliación y alegría.

Por ello, la Mishná dice que:

Ningún día fue tan festivo para Israel como el 15 de Av y Yom Kipur” (Taanit 30b-31a).

Ahora bien, ¿qué es Tu B’Av, y en qué forma es equivalente a Yom Kipur?

Los sabios de la codificación hebrea de la Torah responden este planteo, explicándolo así:

Yom Kipur simboliza al Eterno perdonando a Israel por Jat Eguel (el pecado del Becerro de Oro) en el desierto, porque aseguran que en ese día Elohim aceptó finalmente la súplica de Moshé de perdonar a la nación, y en ese mismo día Moisés bajó de la montaña con un nuevo par de tablas.

Así mismo, ellos aseguran que tanto como Yom Kipur simboliza expiación por el pecado del Becerro de Oro, Tu B’Av simboliza expiación por el pecado de los espías.

A eso se referían los sabios cuando dijeron: Ningún día fue tan festivo para Israel como el 15 de Av y Iom Kipur, porque no existe alegría más grande que el hecho de que se perdonen los pecados, en Yom Kipur el pecado del Becerro de Oro y en Tu BeAv el pecado de los espías. Esta es la razón por la que en el libro de Shoftim (Jueces), la fecha de Tu BeAv es aludida como una festividad

«Y dijeron: He aquí, cada año hay una fiesta del Eterno en Silo, que está al norte de Betel, al lado oriental del camino que sube de Betel a Siquem, y al sur de Lebona.»
(Jueces/Shoftim 21:19).

Pero, además de este evento digno de mencionar, otros cinco sucesos históricos que ocurrieron en Tu BeAv que los invito a considerar a continuación:

EVENTOS 2 y 3 Después del caso de las hijas de Tzelofajad (ver Números/Bamidbar, capítulo 36), las hijas que heredaban tierras de su padre cuando no había hijos varones, tenían prohibido casarse con hombres de otras tribus, para que la tierra no pasase de una tribu a otra. Generaciones más tarde, después de la historia de la “Concubina de Givá” (por favor leer Jueces/Shoftim, capítulos 19-21), los Benei (Hijos) de Israel juraron prohibirles a sus hijas casarse con hombres de la tribu de Binyamin. Esto representaba una amenaza de aniquilación para dicha tribu.

Cada una de estas prohibiciones fue levantada en Tu BeAv. El pueblo se dio cuenta que si ellos cumplían su prohibición, una de las 12 tribus podría desaparecer por completo. En cuanto al juramento que se había realizado, ellos destacaron que solamente afectaba a la generación que había hecho el juramento y no a las generaciones posteriores. Lo mismo fue aplicado a herederas casándose fuera de su propia tribu: esta regla fue aplicada solamente a la generación que había conquistado y dividido la tierra bajo el mando de Yehoshúa (Josué), pero no a generaciones posteriores. Esta fue la primera expresión de unión de todas las tribus y fue una causa de regocijo. Por eso es que en el libro de Shoftim (Jueces) es referido como “una festividad para Dios”.

Fue así que, a lo largo de las generaciones, este día fue descrito en el tratado de Taanit como un día «dedicado a compromisos matrimoniales«, para que surgieran nuevas familias israelitas.

El Talmud cuenta que en Tu BeAv, los solteros y las solteras de Yerushalaim (Jerusalén), salían a los viñedos de los alrededores con ropas blancas y prestadas y se armaban parejas.

4º EVENTO: Después de que Jeroboam separó el reino de Israel al norte (con sus diez tribus) del reino de Judá, el puso guardias a lo largo de los caminos que llevaban a Jerusalén, para prevenir que su gente fuera a la Ciudad Santa para las festividades de peregrinación. Jeroboam temía que esos peregrinajes podría socavar su autoridad. Como “substituto” él puso lugares de culto, que eran totalmente idolatras, en Dan y Bet-El. Entonces la división en dos reinos se hizo un hecho consumado y duró por generaciones.

Pero, el último rey del reino de Israel, Hoshea ben Elah, quiso salvar la brecha, y quito los guardias de los caminos que llevaban a Jerusalem, permitiendo que el pueblo realizara la peregrinación nuevamente. Esto ocurrió en Tu BeAv.

EVENTO: Al comienzo del periodo del Segundo Templo, la Tierra de Israel estaba casi totalmente baldía y la madera necesaria para ofrecer los sacrificios y para la llama eterna que tenía que arder en el altar era casi imposible de conseguir. Cada año una cierta cantidad de personas valientes se ofrecían para traer la madera necesaria desde lejos, un viaje que era extremadamente peligroso.

Ahora, no podía traerse cualquier madera. Madera que estaba agusanada no estaba permitida. Y humedad y frío son condiciones ideales para el cultivo de gusanos en la madera. Como resultado, toda la madera necesaria hasta el verano siguiente tenía que ser recolectada antes de que comenzara el frío invierno. El último día en que se traía madera para ser almacenada durante los meses de invierno era Tu BeAv, y era una ocasión festiva cada año cuando la cuota necesaria era alcanzada ese día.

EVENTO: Mucho después del evento, los romanos finalmente permitieron que los cuerpos de aquellos que habían sido asesinados en la revuelta de Betar (en la revolución de Bar Kojva) fueran enterrados. Este fue un milagro doble, en que, primero los romanos finalmente dieron autorización para el entierro, y segundo, a pesar del largo periodo de tiempo que había pasado, los cuerpos no se habían descompuesto. El permiso fue otorgado en Tu BeAv.

¿Por qué Tu BeAv está relacionada con el concepto de «Alma Gemela» y la formación de Parejas para el Matrimonio?

Interesante es que en algunos textos muy antiguos a esta Festividad se la denomina como “Jag HaBetulot” (“Fiesta de las Doncellas” o la «Fiesta de las Vírgenes«).

Las fuentes literarias no nos explican la esencia de la festividad, pero sí nos ofrecen su descripción. Así, dice Rabán Shimón ben Gamliel:

No tuvo Israel festividades comparables a la de Jamishá Asar Beav (el día 15 del mes de Av) y la de Yom HaKipurim (después del ayuno); en las cuales las jóvenes de Jerusalem salían vestidas de blanco con ropas prestadas, para no avergonzar a las que no las tenían mejores; y salían las jóvenes de Jerusalem a danzar en las viñas”.
(“Mishná”, “Taanit” IV, 7).

La fecha del “Tu BeAv” en el hemisferio boreal coincide con el final de la vendimia y del verano. Por ello, se supone que los agricultores la destacaron especialmente.

A su vez, muchos investigadores suponen que esta festividad fue la transformación de una vieja fiesta cananea vinculada a la naturaleza, que esos pueblos celebraban en las viñas como parte del culto a la tierra y a los vegetales.

A esta celebración, el Pueblo de Israel al conquistar el territorio, le agregó nuevos matices sujetándolo a su historia y espiritualidad. Así al afincarse, vieron esta fiesta como la oportunidad para fortalecer los lazos entre las distintas tribus, y a las relaciones fraternales entre los diferentes estratos de la sociedad. De esa manera lograban la supresión de las barreras socioeconómicas entre sus miembros tal como la Torah lo enseñaba. En tal sentido, el tratado talmúdico de “Taanit” refiere que a los jóvenes arribaban para elegir esposa, mientras que las danzarinas les decían: “¡Joven, eleva la mirada para ver bien lo que eliges!” “¡No te dejes llevar solamente por la hermosura!”.

La Mística de la Introspección que conduce a la Teshuváh.

Con Tu BeAv, comenzamos a prepararnos espiritualmente para el mes de Elul, el preámbulo de las Altas Fiestas que ya se acercan. Por eso, en las esferas místicas se asocia el día de Tu BeAv con el comienzo de la evaluación personal (en hebreo jeshbón nefesh), el balance y el perfeccionamiento de conducta con vistas al próximo período de Juicio Divino en las Altas Fiestas del Séptimo Mes (Yom Teruáh, Yom Kippur, Sukot).

En la tierra de Israel, los días comienzan a hacerse más cortos, las noches se hacen más largas. El clima también ayuda a hacer un balance espiritual: los ajetreados días de cosecha se acaban para el granjero y el ritmo de vida disminuye considerablemente. Incluso en un nivel físico, el arduo calor del verano en Israel hace que sea difícil detenerse a pensar, pero ahora los días y las noches se hacen más frescas, y es más fácil examinar las acciones de uno.

Para comprender mejor estos secretos, les comparto que el Rabbi Haim Vital, en su libro, Pri Ets Haim, explicó que en este día hay un acoplamiento espiritual perfecto, entre los mundos superiores inferiores, entre el mundo que experimentamos con nuestros cinco sentidos y el mundo que está más allá de ellos, porque tanto el sol como la Luna alcanzan su pico de máximo potencial de unión del año. Es por eso que los sabios de Israel discernieron que este es el día del perfecto amor que hecha fuera todo temor (1 Juan 4:18). Lo que nos falta entender qué es lo que el amor significa. Rabbi Akiva dijo : «Amar a tu prójimo como a ti mismo, es la esencia de la Torah«. Entonces, Rav Ashlag explicó que Ravi Akiva quiso decir, que la única manera de amar a tu prójimo es cambiar y mejorarnos a nosotros mismo buscando parecernos al Creador y por ello el amor es comparado con la Torah, que al provenir del Creador guarda su esencia en cada una de sus letras, y desde ellas se inocula al corazón y la mente de aquella alma humana que la estudia y medita.

Entonces el amor se perfecciona en el alma humana tornándola compasiva, comprometida con el otro en el compartir y ser así una mejor ser humano amante de la vida cada día. Sólo cuando aprendemos a amar a las personas como son (amor incondicional), entonces y sólo entonces, podemos aprender a amar y conectarnos con el Creador, porque entonces vamos a tener una verdadera afinidad con Él. 

En tiempos antiguos, era costumbre desde Tu BeAv utilizar como saludo “Que tu inscripción y tu sello sean para bien” (en hebreo: ktivá vejatimá tová), la misma bendición que hoy se utiliza en Yom Teruá. Aquellos que saben guematría encontraron que esa bendición suma 928, y lo mismo suman las palabras de “15 de Av”.

Por todo lo explicado, en el Israel de nuestros días, la celebración que nos ocupa ha recibido un nuevo nombre: la “Fiesta del Amor”. Ésta se caracteriza por la gran cantidad de bodas que se celebran en este día tan especial.

Es, asimismo, el día en que se presentan espectáculos para jóvenes al aire libre y a la luz de la luna, las parejas son agasajadas y reciben obsequios, al tiempo que se acostumbra a bailar. Sobre este último punto, es interesante concluir esta bitácora citándoles una frase que leí:

Muy meritoria es la danza, pues al bailar, el ser humano se eleva un palmo por encima de lo terrenal y se aproxima a Dios”.
(Rabí Aharón de Karlin)

Todos estos motivos se juntan para crear un día alegre, basado en la hermandad, la unión, el arrepentimiento y la superación. 

Todos motivos para alcanzar la simjáh (alegría interior) que permite shelemut (plenitud) en el entorno social, para así afectar a todo el mundo y repararlo eficazmente.

Es así como por fin logramos entender por qué el Talmud afirma que no hay días tan felices para Israel como Tu BeAv y Yom Kipur.

Jag Ahava Sameaj! (¡Feliz Fiesta del Amor!)


Bibliografía:

Judaísmo Práctico(“Practical Judaism”) publicado por Feldheim Publishers.
«Pri Ets Haim«_ Autor: Rabbi Haim Vital