Día del Padre

¡Papá, recuerda que te estoy viendo!

Papá, no te olvides que yo estoy viendo todo lo que haces y que tu ejemplo así como el de mamá marcará la persona que yo seré en el futuro:

Si veo que eres un hombre trabajador yo no creeré que quedándome sentando esperando que las cosas me caigan del cielo es como las cosas suceden.

Si veo que tratas bien a mi mamá y me enseñas que tanto hombres y mujeres merecemos respeto y cuidados yo seré un hombre que sabrá tratar a las mujeres y hombres como a mí me gustaría ser tratado.

Si veo que eres honesto y que no mientes yo seré un hombre de bien que no usará la trampa para aventajarme.

Si veo que cuidas a mis abuelos yo sabré cómo cuidarte cuando seas viejo y me necesites.

Papá no te olvides que el amor no se compra con regalos.

Yo no necesito miles de juguetes, ni aparatos costosos. Necesito tu tiempo, que me regales tu compañía, que por un rato apagues la tele y tu celular, dejes todo lo demás y te pongas a jugar conmigo.

Necesito sentirte a mi lado cuando me enfermo o cuando tengo un día difícil.

Necesito ver cómo te preocupas por mis cosas y que te interesas por lo que te cuento.

Papá, no olvides que tú también sabes hacerme feliz.

Tan sólo con ver que me amas.

Que estás orgulloso de que soy tu hijo.

Me encanta cuando me cargas en tus hombros.

Tu presencia me da seguridad; o cuando me enseñas cosas nuevas.

Me encanta ver cuando abrazas a mamá y le dices que la amas.

Papá, no olvides que eres muy importante para mí.

(Fuente: Encontrado en la Web, sin referencia de autor)

La Ética de un Padre y la Corrupción de una Nación

Un padre decidió llevar a sus hijos al cine. Al llegar a la taquilla, le pregunta al empleado:
_ “Hola, ¿cuánto cuesta la entrada?

El vendedor responde:
_ “Treinta euros para los adultos, veinte para los niños de 7 a 14 años. Los niños hasta 6 años no pagan. ¿Cuántos años tienen?

Y el padre responde:
_ “El menor tiene 3 años y el mayor 7 años

Con una sonrisa, el joven de la taquilla le dice:

_ “Señor, si usted hubiese dicho que el mayor tiene 6 años, yo no me hubiese dado cuenta, y usted se ahorraría veinte euros”.

Entonces el padre respondió:

_ «Es verdad, puede que usted no se hubiese dado cuenta, pero mis hijos sabrían que mentí para obtener una ventaja y el recuerdo de esta tarde no sería especial, en realidad sería terrible para su aprendizaje e insertaría en sus mentes el error de que hay que mentir y robar para tener la abundancia que ya tenemos.» Y entonces finaliza su discurso agregando:

_ «La verdad no tiene precio. Hoy dejo de ahorrar veinte euros, que no me pertenecían por derecho, pero he ganado mucho más: gano la gracia de que mis hijos sepan la importancia de decir la verdad, pues yo soy su ejemplo a cada instante

El empleado de la boletería permaneció mudo. También él tendría una tarde especial para recordar.

  • Las palabras convencen, pero el ejemplo enseña. El ejemplo lo es todo.
  • La corrupción comienza en los pequeños gestos de una familia

Si queremos un cambio en el mundo que vemos y en nuestras vidas, debemos comenzar en casa con el ejemplo y guiar a nuestros hijos con la Instrucción de la Luz Infinita.

Autor Anónimo

Los Hijos Deletrean Amor como T-I-E-M-P-O

Hay pequeños ojos que te observan, y lo hacen día y noche;
Hay pequeños oídos que pronto reciben cada palabra que expresas;
Hay pequeñas manos que anhelan ansiosamente hacer todo lo que haces.
Y un pequeño niño que sueña con el día cuando llegue a ser como tú.
Tú eres el ídolo del pequeño, eres el más sabio entre los sabios.
Y de ti nunca se levantan sospechas en su pequeña mente.
Devotamente cree en ti, y cree todo lo que dices y haces.
Y cuando crezca como tú, dirá y hará las cosas igual que tú.
Hay un pequeñín de ojos atentos que siempre cree que tienes la razón.
Y sus oídos están siempre atentos, y día y noche te observa.
Y en todo lo que cada día haces, dejas el ejemplo.
Al pequeño niño que espera un día crecer, y ser igual que tú.
Los hijos creen en sus padres y desean ser igual a ellos, son las personas más importantes en sus vidas. Por el resto de sus vidas recordarán el ejemplo que les hayan dado. Disfruten el tiempo que pasan junto a sus hijos y nietos. Es uno de los más grandes regalos que puedan obsequiarles.

«Bendígate Yahvéh… todos los días de tu vida… y veas a los hijos de tus hijos».
(Salmo 128: 5-6)