Alguno de ustedes se ha preguntado cómo Juan Luis Guerra consiguió inspirarse en la letra de la canción que terminaría llamándose «Las Avispas».
Es asombroso pero este canta-autor, redimido en Cristo, logró juntar esas 12 oraciones que componen la canción de diferentes pasajes de las Escrituras Sagradas (Biblia) y fluyendo en el talento que el Eterno le otorgó, logró hacerlas rimar, para desde ellas implantar los paradigmas de salvación que nuestro Abba revela en Su Palabra escrita.
Primeramente, nos tomaremos el tiempo para disfrutar de esta canción mirando y, especialmente, escuchando este video:
Ahora, dejando de lado el ritmo latino que queda vibrando en nuestros sentidos, los invito a analizar la perfección bíblica de esta composición verdaderamente «profética«:
Tengo un Dios admirable en los cielos (Isaias 9:5),
Y el amor de su Espíritu Santo (1 Juan 5:7-8),
Por su gracia yo soy hombre nuevo (Efesios 4:22-24),
Y de gozo se llena mi canto (Proverbios 29:6),
De su imagen yo soy un reflejo (Génesis 1:27),
Que me lleva por siempre en victoria (Corintio 15:57),
Yavheh me ha hecho cabeza y no cola (Deuteronomio 28: 13-14),
En mi Cristo yo todo lo puedo (Filipenses 4: 13),
Jesús me dijo que me riera (Job 5: 21-23)
Si el enemigo me tienta en la carrera (Hebreos 12:1),
Y también me dijo, no te mortifiques (Filipenses 4:6),
Que yo le envío a mis avispas para que lo piquen (Deuteronomio 7:20)
Estoy convencido que a esta altura no queda duda alguna en ustedes para afirmar que esta canción es toda una obra maestra al servicio del Kerigma (Proclamación) del Reinado del Eterno en los hombres.
Lo que hace aún más sorprendente todo esto es que esta canción es la que más ventas tuvo en toda América desde que se ha lanzado.
Está bien claro, Yahvéh en su magnifica misericordia nos ha dotado de talentos, los cuales Él ha tenido a bien ponerlos en nuestra vida para que con ellos honremos su Nombre. Por lo tanto, es responsabilidad de todo creyente el conocer lo que nuestro Abba ha depositado en sus manos, pero más importantes es hacer buen uso de esa cualidad especial o talento para la edificación de todo aquel ser humano que forma parte del mundo de cada discípulo.
Desde el ejemplo de Juan Luis Guerra y la composición de esta canción, seguiré animando e insistiendo a cada uno de ustedes para que acepten que todo aquel que realmente ama a Dios tiene un potencial tremendo para realizar la obra que se nos ha sido encomendada. Por favor, simplemente confía y entrégate a Él en Comunión. Así verás cómo Él te dará los medios para que esos talentos que has desarrollado puedan llevarte a levantar en alto el Nombre de Yeshúa el Mesías, nuestro Dueño.