Uno de los encargados aseguró que «se detuvo la salida de hidrocarburos» tras aplicar un método que utiliza lodo y cemento para tapar el pozo submarino.
Tras varias semanas de un derrame incontrolable que libera miles de barriles de petróleo diarios en el Golfo de México, afirman que las autoridades de la empresa British Petroleum (BP) consiguió frenar el flujo de crudo tras aplicar la operación bautizada Top Kill, con la que intenta sellar el conducto con lodo y cemento.
«Se estabilizó el flujo y están bombeando barro adentro. Se detuvo la salida de hidrocarburos», aseguró el almirante Thad Allen, que encabeza las labores de protección y limpieza.
Luego de consultar a científicos contratados por el gobierno federal, la Guardia Costera norteamericana le dio luz verde a los trabajos de BP, que intentará bombear miles de kilos de fluidos pesados, lodo y cemento por debajo del caño de 50 centímetros de diámetro que escupe unos 5000 barriles de crudo por día -según las estimaciones más conservadoras- a 1500 metros de la superficie.
El gigante petrolero británico cuenta con esa técnica como una última solución, después de dos intentos fallidos de controlar el derrame de petróleo, el peor en la historia norteamericana.
En el primer intento, cuatro vehículos robotizados submarinos no lograron activar una válvula de sellado automático que no funcionó cuando la plataforma Deepwater Horizon explotó el 20 de abril, para luego consumirse y hundirse tras un dantesco incendio en alta mar.
Luego, la empresa fracasó al tratar de controlar el derrame mediante la colocación sobre el pozo de una campana de más de 70 toneladas desde donde se bombearía el crudo contenido hacia un supertanquero en la superficie.
Las consecuencias del resultado de esta nueva operación podrían ser cruciales para BP. El éxito del encapsulado de la fuga levantaría en parte la imagen de la empresa luego de semanas de esfuerzos infructuosos, y mitigaría el daño al medio ambiente, próximo a convertirse en una catástrofe.
FUENTE: lanacion.com
El Señor me permitió discernir que esta noticia es una mentira más que pretende calmar a la Humanidad presa del sistema babilónico.
He podido ver cómo desde la semana próxima comienzan manifestaciones naturales que llevarán esta situación a poner en riesgo cientos de miles de vidas.
Los espíritus de los cuatro vientos abrirán sus puertas y he visto como huracanas nunca antes visto se apropian de las aguas del Atlántico y devoran todo a su paso causando grandes pérdidas.
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¡Clamemos día a día! ¡El Señor está cerca!