Corea del Sur está consternada por un vídeo emitido por la televisión pública que muestra a seis líderes de la orden budista más importante del país (Jogye) bebiendo, fumando y jugando al poker en un hotel de lujo.
El escándalo ha saltado, además, días antes de la fiesta nacional por el nacimiento de Buda. Esta vez no eran viejecitos jugándose unos céntimos. Según informa «The Guardian», los monjes, ya dimitidos (léase o no en transitivo), jugaron durante 13 horas una cantidad cercana a los 600.000 euros.
La orden Jogye tieen más de 1.200 años de antigüedad y unos 12 millones de seguidores, la quinta parte de la población de Corea del Sur. Entre otras cosas, promueve el ascetismo y condena el robo. El líder de los monjes, Jaseung, pidió el viernes perdón a sus seguidores en un acto público de contrición.
Para mayor escarnio, el juego es ilegal en Corea del Sur fuera de los casinos e hipódromos con licencia y siempre ha sido desaconsejado por los líderes religiosos. Seongho, un veterano líder budista, explicó que habían encontrado el vídeo en una tarjeta de memoria escondida en el hotel.
«Pedimos perdón por el comportamiento de varios monjes de nuestra orden», dijo Jaseung en su declaración pública. «Los monjes están siendo investigados y serán castigados de acuerdo a las normas budistas tan pronto como la verdad salga a la luz».
Se puede ver a Jaseung, líder de la orden Jogye, rezar en el templo Jogye en Seúl, en un periodo ascético de cien días en los que los monjes realizarán 108 reverencias diarias como muestra de arrepentimiento (foto arriba).
Y aquí está el vídeo en el que se puede ver a los angelitos jugando: