Por P.A. David Nesher
«Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.»
(Bereshit/Génesis 37:3)
José (hebreo Yosef) era el primogénito de Raquel (hebreo Rajel) la esposa favorita de Yaakov devenido ahora en Israel.
Es evidente que Israel reconoció, por medio de sus dones proféticos, las cualidades de liderazgo escondidas en Yosef. Por eso, lo puso a cargo de la supervisión del pastoreo del numeroso rebaño familiar, a pesar de que era más joven que todos los hermanos a excepción de Benjamín. Todo esto, seguramente ocurrió ya que los eventos en Siquem habían sacudido mucho a Israel y ahora nos damos cuenta.
Algunos intérpretes comentan que Israel fue probablemente imprudente en favorecer a Yosef. Pero, en verdad, él tuvo buenas razones para creer que Yosef era en quien mejor podía confiar para tener tal autoridad entre los hermanos. En pocas palabras; Israel vio espiritualmente cualidades en Yosef que no discernía en sus otros hijos. Fue debido a esto, que hizo a José una túnica de diversos colores.
Esta prenda no era la que llevaba un hombre de trabajo, más bien, era una prenda de vestir para los privilegiados y los que tenían un mayor estatus social. Por eso, los hermanos de Yosef entendieron los códigos del mensaje que su padre les estaba dando con esta acción. La misma otorgaba a Yosef el derecho de la primogenitura a pesar de que él era el undécimo hijo. Israel estaba reemplazando a Rubén como heredero de la primogenitura a causa de su pecado con Bilha (35:22). La túnica de colores era una señal de que Israel lo había marcado para el liderazgo. Cabe aquí recordar, que tiempo más tarde, de hecho, Yosef recibirá una doble porción a través de sus hijos, Manasés y Efraín (48:1-20).
Sus hermanos, al ver que su padre lo prefería entre todos ellos, lo aborrecían y no le podían hablar pacíficamente (37:4). El amor de Israel por Yosef era tan ofensivo para ellos como el regalo de la túnica de colores, el talit de oración de esos días. Entendamos este asunto: cuando Israel miró a sus hijos y los comparó con Yosef, vio en él cualidades que sus otros hijos no tenían. Aunque Yosef fuera impulsivo y, probablemente un poco engreído en su juventud, sus normas morales y los intereses espirituales que el poseía eran claramente superiores a los de sus hermanos. De hecho, una vez más Yahvéh había elegido al más joven para gobernar sobre el mayor. Los hermanos de Jacob odiaban a Yosef debido a su amor por su padre. Hasta ahora todo lo que Yosef había hecho (37:2b) y recibido (37:3), sólo sirvió para alejar a sus hermanos, pero cuando él compartió sus sueños con ellos, sólo empeoró las cosas.
Pero mi intención en este estudio no es hablar sobre meros hechos que reflejan actitudes o pensamientos que dividieron a una familia. Intentaré aquí estudiar sobre la raíz del asunto. El motivo que provocó los acontecimientos posteriores. Leamos de nuevo nuestro pasuk (versículo) en cuestión:
«… Israel amaba a Yosef más que a todos sus hermanos, pues hijo de ancianidad él era para él, y le hizo a él una ketonet pasim«
(37:3)
Antes de entrar de lleno en el tema conceptual de esta expresión analicemos el aspecto lingüístico del mismo. Por eso, los invito ahora a decodificar la verdadera idea detrás de la antigua frase hebreo para “túnica de diversos colores”.
Dice la Torah que Yaakov le hizo a Yosef una «ketonet pasim«. La palabra ketonet significa túnica en hebreo y aparece en varias oportunidades en el Tanak (Antiguo Testamento). Sin embargo, es bastante dificultoso precisar lo que significa el término pas del cual proviene la palabra pasim (plural de pas), y de hecho los comentaristas de la Torah están divididos respecto de la connotación de esta palabra. Citaremos algunas de las opiniones:
El Targum (versión en arameo) de Yonatán Ben Uziel y el Targum Yerushalmi traducen: túnica «con dibujos«. Rashí, basado en el Talmud, dice que significa: «de lana pura«. El Rashbam dice que es una prenda que se usa por encima de las demás. Rabí Abraham Ibn Ezra dice: «bordada con arte de telar«. El Radak explica que la túnica era rayada con rayas de distintos colores (pas: raya) semejantes a los del kashet (arco) del pacto (profanamente llamado arcoiris).
La raíz que conforma la palabra «pasim« sólo aparece en otras dos oportunidades en todo el Tanaj. La primera, en el segundo libro del profeta Shemuel (2Samuel 13:18 y 19); y en una segunda oportunidad, en el libro del profeta Daniel (5:5 y 24). De allí se puede entender que pas significa palma (de la mano). Basados en este dato podríamos decir tal vez, que «ketonet pasim« significa «túnica de manga larga rayada a colores» (que llega hasta las palmas de las manos).
Este dato nos puede enseñar que Yaacov Avinu mediante este regalo quiso distinguirlo a Yosef. Tal vez, las mangas de las ropas de los líderes o de las personas importantes que no trabajaban, eran un poco más largas que las del resto de las personas que, por tener la necesidad de trabajar, se acortaban un poco las mangas (que eran amplias en sus extremos) a través de cintas que las ajustaban un poco más arriba, para que no les molesten en su quehacer diario. Evidentemente, nuestro padre Yaakov vislumbró en Yosef al futuro líder y conductor del pueblo de Israel. Por esa razón, sintió designarlo como tal, antes de partir de este mundo.
Ahora bien, la clave en la túnica de Yosef es la palabra “RAYADA” o “A RAYAS”, y es aquí donde se encuentra u acróstico que reflejaba los detalles del destino profético de Yosef.
Por eso debemos aceptar que ningún detalle descripto en la Torah es por pura coincidencia o casualidad.
La palabra Rayas en hebreo es PASIM. La misma es un acróstico profético que contiene los códigos que detallan las personas que tendrían que ver con el destino de Yosef.
PASIM
P. –Potifar (oficial de Faraón).
S. –Sojarim (comerciantes, refiriendo a los midyanim-madianitas-medanim)
I. –Ishmeelim (ismaelitas)
M. –Mitzrayim (Egipto).
Con esto en nuestra mente, leamos los siguientes pasukim (versículos) que muestran el cumplimiento de lo anunciado en la tunica que Israel confeccionó para Yosef:
«Entonces dijo Yahuda a sus ajim (hermanos):
¿Qué ganaremos si mataremos a nuestro aji y taparemos su sangre?
Vamos, lo venderemos a los ishmeelim, pero nuestra mano no éste sobre él. Y lo oyeron sus ajim.
Pasaron unos hombres midyanim (madianitas) COMERCIANTES (Sojarim), lo asieron, lo subieron a Yosef del pozo, y vendieron a Yosef a los ISMEELIM (ismaelitas), por veinte monedas de plata; y trajeron a Yosef a MITZRAYIM (Egipto)…
Mientras, los MEDANIM (madianitas) vendieron a Yosef en MITZRAYIM (Egipto), a POTIFAR, oficial del Faraón, jefe de los matarifes.«
(Bereshit 37:26-28, 36)
Por eso, cuando Yaacob se entera de la supuesta “tragedia” de Yosef, actuó de la siguiente manera:
“Entonces rasgó Yaacob su manto, colocó cilicio en su n cintura, y estuvo de duelo por su hijo muchos días.
Se levatarón todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo, pero se negó a consolarse, y dijo: *Porque he de bajar en duelo por mi hijo a la tumba*.
Y LLORÓ POR ÉL SU PADRE ITZJAC.»
Bereshit 37:34-35
El libro (no canónico) de Jaser narra que Itzjak todavía vivía en ese tiempo, y lo que narra el texto de Bereshit sobre porque lloraba Itzjac era por el sufrimiento de su hijo Yaakov. Es decir, que que Itzjac no entró en duelo junto a Yaakov porque sabía (mediante profecía) que Yosef vivía, pero no podía revelarlo por orden divina.
En la Torah se revela el gran secreto: ¡En la vida de un escogido nada es por coincidencia o casualidad, todo es para el propósito eterno de Dios!
Nota:
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¡Desde ya muchas gracias y que el Eterno recompense esta consciencia de Terumáh!