El flamante trabajo de la Asociación Americana de Psiquiatría de los Estados Unidos (APA) considera la timidez, la tristeza y la rebeldía como “trastornos”. Especialistas dicen que esto alienta el consumo indiscriminado de medicamentos. Sospechan que la Industria Farmacéutica está detrás de esta nueva categorización.
La aparición de un nuevo manual de la Asociación Americana de Psiquiatría de los Estados Unidos (APA) despertó la polémica entre especialistas. Es que el nuevo trabajo de la entidad, que agrupa a 36 mil profesionales en su país, define a la tristeza, la timidez y hasta la rebeldía como “trastornos mentales”, una idea que despierta más rechazos que adeptos. Es que muchos ven la mano de la Industria Farmacéutica detrás de esta nueva tendencia, ya que esta nueva categorización implica un aumento en la prescripción de medicamentos. Rechazo a la “medicalización” propuesta por el manual.
El flamante manual del APA amplió en su última versión los desórdenes mentales, lo que disparó la polémica en el mundo de la psiquiatría. Así, la timidez, la tristeza por duelos y hasta la rebeldía de los adolescentes que mantienen discusiones con los adultos pueden ser considerados un “trastorno”, y quienes la padecen ser considerados “pacientes mentales”. Esto, advierten varios especialistas, es una maniobra para recetar más medicamentos, e identifican a los laboratorios productores detrás de este nuevo paso de la “medicalización” de la vida cotidiana.
Para entender la importancia de este cambio, basta recordar que el manual de la APA es el libro rector de la de la psiquiatría, el cual usan generalmente las obras sociales, las prepagas, los médicos (especialmente los más jóvenes), los peritos judiciales y las autoridades sanitarias para tomar decisiones que tienen que ver con la inclusión de las personas bajo el rótulo de “paciente mental”. De mantenerse estos rótulos, millones de personas se vuelven potenciales “consumidores” de medicamentos, que pueden controlar o frenar los síntomas.
“El nuevo manual de APA está hecho en colaboración con los laboratorios que necesitan multiplicar sus ventas”, disparó el psicoanalista Gustavo Dupuy, quien rechazó que la timidez, la tristeza y la rebeldía sean “trastornos mentales”. En declaraciones a Radio Provincia (Buenos Aires), Dupuy (miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina) explicó que “quienes son tímidos podrán seguir siéndolo como rasgos de su carácter; la tristeza ante la pérdida de un ser querido se transformaría en síntoma si no existiera y; la rebeldía es parte del aprendizaje en un chico ya que un chico que no se cuestiona o no cuestiona difícilmente pueda aprender porque nadie aprende sólo acatando lo que se le dice”.
Asimismo, indicó que “la tristeza solamente es una enfermedad si persiste con el paso del tiempo, creando inhibición en el trabajo, en la posibilidad de estudiar y crear”. En ese marco, consideró que “más que la elaboración de un duelo estamos ante un cuadro de depresión o melancolía”.
El psicoanalista denunció que “este manual ha producido la ‘medicalización’ de la vida cotidiana” debido a que “se medica por horror al malestar y al síntoma” cuando el síntoma “es un lenguaje y si no tuviéramos dolores no sabríamos que algo anda mal”. En ese marco, resaltó que “no siempre hay que evitarlo, hay que reconocerlo junto al paciente”.
Como Dupuy, otros especialistas rechazan esta idea de medicar cualquier síntoma extraño de la conducta. Así, Gustavo Amido, jefe del servicio de psiquiatría del hospital Británico de Buenos Aires, opinó que “los psiquiatras debemos ser cautelosos.
No podemos apurarnos a medicar cuando hay síntomas. Evaluar bien cada caso. A veces, es mejor esperar y ver qué encubren, a presión y con pastillas, no todo se soluciona. Por ejemplo, si alguien es muy tímido, puede hacer terapia grupal sin la necesidad de que se lo etiquete como paciente mental que consuma fármacos”.
En tanto, para Marcelo Cetkovich -Bakmas, jefe de psiquiatría del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, “el nuevo manual es un gran avance porque incorporó los descubrimientos de estos últimos diez años de investigaciones psiquiátricas y en neurociencias”. El especialista agregó: “será una herramienta para establecer hipótesis de trabajo con los pacientes. No se los intenta rotular. Por el contrario, se busca su bienestar. Por ejemplo, la timidez produce mucho sufrimiento en algunas personas y las relega social y laboralmente. Es válido que reciban tratamiento”.
En el mundo, los especialistas rechazan este nuevo manual, e incluso lanzaron una protesta para detener su puesta en marcha. La misma incluye la firma de 11 mil profesionales de todo el mundo de un documento en el que le piden a la asociación de Estados Unidos que no ponga en marcha el manual.
Fuente: Consultor de Salud