Notimex – Buenos Aires.- La soledad del poder se resiente en Sudámerica, donde los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Cristina Fernández (Argentina), Fernando Lugo (Paraguay), Dilma Rousseff (Brasil) y Evo Morales (Bolivia) transitan sus mandatos sin una pareja oficial al lado.
El soltero empedernido en la región es el mandatario boliviano Evo Morales, quien a sus 51 años puede presumir de no haberse casado nunca, ni siquiera cuando su estado civil fue sujeto a debate en la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia.
Por eso es que, desde que el primer mandatario de origen indígena de Bolivia llegó al poder en enero de 2006, su hermana Esther se hizo cargo de las funciones de primera dama, aunque después fue asumiendo puestos en el gobernante partido Movimiento al Socialismo (MAS).
Aún sin casarse, Morales sí reconoció a su hija Evaliz y a su hijo Álvaro, a quienes tuvo con dos mujeres diferentes, lo que ha provocado bromas en Bolivia sobre la capacidad de seducción de un mandatario al que hasta sus funcionarios insisten en buscarle novia.
Un presidente al que nadie le busca pareja por sus antecedentes religiosos, pero que ha enfrentado escándalos por paternidades no reconocidas es Fernando Lugo, el ex obispo católico que comenzó a gobernar Paraguay en 2008.
Apenas llegó al poder, la historia de Lugo fue sacudida por una serie de juicios de paternidad que probaron la activa vida amorosa que tuvo siendo obispo, y aunque los rumores afirman que podría ser padre de nueve niños, hasta ahora sólo ha reconocido a uno.
El presidente venezolano Hugo Chávez protagoniza un caso diferente, ya que a sus 57 años arrastra sus divorcios de Nancy Colmenares (con quien tuvo a sus hijos Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael) y de Marisabel Rodríguez, madre de su hija Rosinés.
Desde que en 2002 se separó de Rodríguez, al líder de la Revolución Bolivariana se le han adjudicado varios romances nunca confirmados por él mismo con mujeres venezolanas e incluso con la ex embajadora argentina en Caracas, Alicia Castro.
Las presidentas sudamericanas tampoco están exentas de la soledad, pero por diferentes motivos, ya que la ex mandataria chilena Michelle Bachellet gobernó de 2006 a 2010 en condición de divorciada y madre de tres hijos.
Un caso parecido es el de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien a sus 62 años asumió el gobierno en noviembre de 2010 sin un “primer caballero” al lado, ya que se ha divorciado en dos ocasiones y sólo tiene a una hija.
La otra mujer presidenta de la región, la argentina Cristina Fernández, también está sola y de la manera más inesperada, ya que en octubre del año pasado murió de manera inesperada su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
Los Kirchner estuvieron casados durante 35 años y tuvieron dos hijos, razón más que suficiente para que la mandataria argentina aún siga vestida de luto y asuma la nueva soltería que comparte con otros colegas, con los que suele reunirse en las cumbres sudamericanas.