Rabino David Charlop
«Recuerda lo que Dios le hizo a Miriam cuando salías de Egipto»
(Deuteronomio 24: 9)
Los Seis Zejirot
Seis veces la Torah nos ordena recordar ciertos eventos. Los seis zejirot (recuerdos) se enumeran después de los rezos de la mañana:
- El éxodo de Egipto.
- La revelación de la Torah en el Sinaí.
- El ataque de Amalek y la orden de destruirlo.
- Los actos de rebelión de los israelitas en el desierto.
- El día de descanso – el Shabat.
- El castigo de Miriam por difamar a Moisés.
Los primeros cinco son obviamente muy importantes, ya que son eventos primordiales o principios fundamentales de la fe. Sin embargo, el último, el castigo de Miriam por difamar a Moisés, no parece encajar con el resto de la lista. ¿Acaso se puede comparar el error de juicio de Miriam con hitos históricos como el Éxodo de Egipto o la revelación de la Torah?
Para poder entender la lección del castigo de Miriam, debemos comprender la esencia de su error.
El nivel profético de Moisés
La Torah cuenta (ver Números 12:1-15) que Miriam habló contra su hermano menor Moisés por descuidar este a su esposa. Miriam sintió que el hecho de que Moisés fuera un profeta no era excusa para su comportamiento. «¿Es sólo a Moisés a quien Dios habla? ¿No nos habla también a nosotros?» Aunque nosotros, Miriam y Aarón, también somos profetas, seguimos manteniendo relaciones familiares normales.
Dios respondió a esta acusación apareciendo repentinamente ante Miriam y Aarón:
«Escuchen atentamente Mis palabras. Si alguno de ustedes experimenta la profecía Divina, entonces Yo me doy a conocer a él en una visión; le hablo en un sueño. Pero no ocurre lo mismo con Mi siervo Moisés … Con él hablo cara a cara«.
Y peor aún que el pecado de la calumnia, Miriam se equivocó al evaluar la naturaleza de la profecía de Moisés. Si Moisés hubiera sido solo un profeta “común y corriente”, Miriam habría tenido razón en criticarlo. Pero, de hecho, la visión profética de Moisés estaba a un nivel más alto. La visión de Moisés no estaba distorsionada ni era turbia, sino que era clara como el cristal: lo que se llama en hebreo “aspaklaria meirá”. Como resultado, los Cinco Libros de Moisés están situados a un nivel espiritual más alto que los demás libros de la Biblia. Ningún profeta puede desafiar o contradecir las profecías de Moisés.
Es por esta razón que se nos advierte que recordemos el castigo de Miriam al hablar en contra de Moisés. Al recordar su error, se nos está recordando que debemos saber valorar el increíble nivel de la visión profética de Moisés.