Contrario a lo que muchos piensan, el bullying NO es cualquier tipo de agresión que se pueda dar en la escuela como:
– Peleas
– Pandillas
– Juegos violentos
– Robos
– Agresión a maestros
– Daño intencional a la escuela
– Agresiones entre padres-maestros
– Castigos físicos, etc.
Estas agresiones mencionadas arriba, podrían confundirse como bullying, pero la verdad no lo es. Son actos de violencia escolar, pero no es bullying.
Bullying, es cuando la agresión es realizada por alguien que ejerce su poderío sobre sus victimas y por un período de tiempo prolongado. Es decir, cuando el agresor lleva tiempo molestando y lastimando a sus victimas, que pueden ser niños, niñas o inclusive, adolescentes en la secundaria.
Las víctimas de bullying reciben apodos insultantes y ofensivos, como: marranita o enano. Estos niños abusados reciben patadas, jalones de pelo, cachetadas, etc. Es decir, son lastimados tanto física como psicológicamente.
Señales de que su hijo o hija está siendo víctima de bullying en la escuela.
Las señales son muy claras. Lo que si es triste ver como hay padres “que no tienen tiempo” para dedicarse a supervisar la vida escolar de sus hijos. De este modo dejan que sus hijos pasen por este infierno sin ni siquiera darse por enterados.
Su hijo o hija es víctima de bullying si:
- Inventa excusas para no ir a la escuela (por ejemplo siempre se siente enfermo/a).
- Llegan con arañazos, moretones o despeinados a la casa; y les dicen a usted que se tropezaron o que se cayeron.
- Si le dice que no le gusta la escuela y quiere que lo cambien (mostrando insistencia y desesperación en la propuesta).
- Si su hijo o hija responde con el silencio cada vez que Ud. pregunte cómo le está llendo en la escuela o qué está pasando.
El bullying puede incluso ocasionar trastornos severos de la personalidad. Visite de vez en cuando el colegio de sus hijos, hágase amigo de sus maestros y, de ser necesario, hágase amigo incluso de la persona que limpia en la escuela para que le mantenga informado de lo que le pasa o le hacen a tu hijo.
La vida es hermosa, no es justo vivirla con miedo. Preste atención a sus hijos, no deje que por no ponerle la debida atención que merecen- niños crueles, también faltos de atención-, conviertan la vida de su hijo en un verdadero infierno en la escuela.
Recuerde que:
«La herencia de Yahveh son los hijos, recompensa el fruto de las entrañas….Dichoso el hombre que ha llenado de ellas su aljaba; no quedará confuso cuando tenga pleito con sus enemigos en la puerta»
(Sal 127:3-5).