En países como Bolivia, Jamaica, México, Myanmar, Tailandia, Trinidad y Zambia, el porcentaje de homosexuales contagiados de VIH sobrepasa el 20 %, y en algunos casos alcanza incluso el 40 %, según se recoge en el informe de la OMS, presentado hoy en Ginebra.
En el caso de los transexuales, las tasas de contagio varían entre un 8 y un 68 %, dependiendo del país, aunque en muchos casos los datos no son fiables porque este colectivo no está reconocido legalmente.
La OMS recuerda que en muchos países estos colectivos están estigmatizados, lo que determina que estas personas no acudan a los servicios de atención médica a recibir tratamiento por miedo a ser humillados o acosados y que se rompa la confidencialidad médico-paciente.
Más de 75 países criminalizan en la actualidad a los homosexuales y transexuales, privándoles de derechos fundamentales, como la atención médica.
Según los datos por regiones, la prevalencia de infecciones de VIH entre homosexuales en el África Subsahariana oscila entre el 6 y el 31 %, mientras que en Asia los homosexuales presentan dieciocho veces más probabilidades de contraer el VIH que la población en general.
En Latinoamérica, alrededor de la mitad de los contagios de VIH se producen entre homosexuales.
Las recomendaciones recogidas en el informe van dirigidas a los políticos, al personal sanitario para asegurar la correcta atención médica a los contagiados y al colectivo homosexual y transexual para fomentar la prevención, usando siempre preservativo.
Además del impulso de políticas educativas y de integración, la OMS pide al personal sanitario de todos los países que ofrezcan pruebas y orientación sobre la infección y faciliten tratamiento a los pacientes con menos de 350 linfocitos CD4.
«No podemos reducir la propagación de la infección por VIH en el mundo a menos que se atiendan las necesidades particulares de estos grupos de población clave al respecto«, declaró el director del departamento de VIH/Sida de la OMS, Gottfried Hirnschall.
Las nuevas directrices de la OMS se prepararon durante el año pasado mediante consultas mundiales en las que intervinieron funcionarios de salud pública, científicos y representantes de organizaciones donantes, de la sociedad civil y de los proveedores de servicios de salud.