por Slovie Jungreis-Wolff
La reina Ester pidió que el rollo que relata su historia, la Meguilat Ester, fuera escrita y compartida con las futuras generaciones. Ella quería que cada hombre, mujer y niño, en todas las tierras, escucharan su mensaje eterno. El legado de la reina Ester también es válido para nosotros en la actualidad.
Aquí hay seis lecciones de vida de la reina Ester:
1. Dominar el silencio
La clave para que Ester permaneciera en el palacio de Ajashverosh fue el hecho de que mantuviera un secreto. Mordejai le dijo a Ester que no revelara su origen, que no supieran que ella era judía. El momento no era adecuado; Ester tenía que dominar el arte del silencio.
En la vida, a veces debemos proteger nuestra privacidad o una confidencia que alguien compartió. ¿Cuántas relaciones se vieron dañadas y cuántas amistades se rompieron por no poder mantenernos callados? Nos dieron para guardar un tesoro y no pudimos contenernos. O compartimos en demasía y exponemos detalles íntimos de nuestra vida. En nuestro mundo de medios sociales, tenemos acceso a muchas fotos y conversaciones que deberían mantenerse ocultas. El recato no se trata sólo de la ropa. Se trata de vivir con dignidad y sensibilidad, saber qué y cuándo compartir, y qué o cuándo mantenerlo privado.
2. Tienes una misión única en la vida
Mordejai le dijo a Ester que debía hablar con el rey y suplicar por su pueblo. Ella le respondió: Eso es imposible. Todo el mundo conoce la regla del reino: si entras a las recámaras del rey sin haber sido llamado te matarán, a menos que él extienda su cetro de oro. «¡No me han llamado durante 30 días!, le dijo Ester a Mordejai.
La respuesta de Mordejai le dio dirección a Ester: «No puedes mantenerte en silencio. ¿Quién sabe? Puede ser que hayas sido elegida reina precisamente para este momento».
Cada encuentro, talento y fuerza que nos han dado tiene un propósito. Cada uno tiene sus propias huellas digitales espirituales que debe dejar en el mundo. Dios nos coloca exactamente donde necesitamos estar para lograr nuestra misión. Ester nos pide que descubramos el significado de nuestra existencia.
3. Vive con coraje y compasión
Después de aceptar su misión, Ester dijo: «Iré al rey. Y si muero, moriré».
Lo he dado todo. Debo tener el coraje de hacer lo mejor que puedo.
A medida que pasan las estaciones de la vida, muchas personas se quedan con sus arrepentimientos: Si tan sólo… Pero el momento ya se perdió.
Ester nos dice que tengamos valor, que demos un paso al frente y que por lo menos siempre sepamos que tratamos de marcar una diferencia.
En una de sus últimas entrevistas, le preguntaron a mi madre: «¿Qué desea que diga en su tumba?».
«Quiero que diga dos palabras: Me importó», respondió.
4. Buscar la mano oculta de Dios
En todo el rollo de Ester no hay una mención clara de Dios. En hebreo, el nombre «Ester» significa oculto, y «Meguilá» significa revelación. Ester revela una poderosa verdad oculta.
Es muy fácil pensar que la vida es una serie de eventos al azar. La historia de Purim puede parecer una historia natural que tuvo lugar a lo largo de muchos años. De casualidad el rey eligió a una dulce e inocente joven judía. Mordejai de casualidad escuchó que planeaban contra el rey, el rey de casualidad sufrió de insomnio, y eventualmente todas las piezas encajaron.
Ester nos alienta a despertarnos, a ver cada día la mano oculta de Dios. No se trata sólo de los grandes milagros, como la partición del mar. Lo que importan son los momentos pequeños. Dios está en cada amanecer, en cada alma, en cada éxito o fracaso que la vida nos presenta. No siempre entendemos los caminos de Dios, pero Su presencia está allí, incluso ahora, en medio de uno de los momentos más difíciles que enfrenta nuestro mundo.
Ester se negó a perder las esperanzas cuando parecía que la presencia protectora de Dios se había perdido en una niebla espesa. Ella sabía que, en definitiva, incluso cuando parece que la mano de Dios está oculta, Él dirige el mundo y nos cuida. Él nunca nos abandonará.
5. No te prosternes ante Hamán
Mordejai se negó a arrodillarse o prosternarse ante Hamán.
Cada generación tiene su Hamán. Cualquier fuerza que amenace tu capacidad de conectarte con tu alma o que trate de enfriar tu pasión por lo que es verdadero y correcto, es Hamán. Hamán desciende de Amalek, la primera nación que trató de destruir al pueblo judío después de salir de Egipto. Estábamos en un estado elevado, conectados a Dios, inspirados para convertirnos en una bendición en este mundo. Ellos trataron de doblegar nuestro espíritu.
Siempre habrá personas que menospreciarántu deseo de ser mejor y vivir con mayor elevación. Habrá quienes se burlarán de ti por defender la verdad, a tu pueblo y a la Tierra de Israel. No te quiebres. No te prosternes. Nunca pierdas tu pasión por el bien. Mantente fuerte tal como lo hizo Mordejai.
6. La unidad da fuerza
Hamán describió ante el rey al pueblo judío como una nación «dispersa y dividida». Sus palabras estremecen. «Constantemente discuten y pelean entre ellos. No tiene que preocuparse de que se unan y organicen una ofensiva unida. No pueden ponerse de acuerdo en nada. Nadie saldrá en su defensa, porque son odiados. Deshágase de ellos».
Ester tuvo éxito en su misión de salvar a su pueblo al unir a los judíos y lograr que se unieran en plegaria y ayuno. Al dejarnos su deseo para nosotros, sus hijos, Ester pidió que celebremos este día juntos con alegría, fiestas, caridad y enviando porciones de comida los unos a los otros». Ester nos dice que creemos un sentimiento de unidad y paz. El antídoto para todas las discusiones y el odio es acercarse al otro con amistad. La unión trae la fuerza.
Nuestros enemigos nunca preguntaron: «¿Qué clase de judío eres tú?». Nadie se salvó de la cámara de gases por su observancia ni por la forma en que cubría su cabeza.
No tenemos que ser iguales. Sólo debemos saber que somos hermanos y hermanas, una familia.
Deja de juzgar. Comienza a amar.
Que tengas un Purim Saméaj.
Tomado de: AishLatino