Por P.A. David Nesher
Vayedaber Elohim el-Moshe vayomer elav ani YHVH.
Va’era el-Avraham el-Yitschak ve’el-Ya’akov be’El Shaday ushmi Adonay lo nodati lahem.
«Yahvéh se dirigió a Moshé y le dijo: “Yo soy Yahvéh”. Yo me manifesté a Abraham, a Itzjak y a Yaacov como El Shaday, pero con Mi Nombre [esencial יְהוָָ֔ה ] Y-H-V-H-, no me di a conocer a ellos.»
(Shemot/Éxodo 6:2-3)
Moshé se encontraba desanimado por que él creía que el Eterno estaba corto en actuar y en ayudar. Su desánimo se debía a que él estaba muy impresionado por el Faraón y no tan impresionado por Dios.
La respuesta de Elokim muestra que Él quería que Moshé supiera que el Señor esta en control de todo.
«En Mi Nombre YHVH no me di a conocer»
(בְאֵֵ֣ל שַדֶָׁ֑י וּשְמִֵ֣י יְהוָָ֔ה לֵּ֥אֹ נוֹדִַ֖עְתִי לָהֶָֽם )
¿Qué clase de respuesta es ésta al planteo de Moshé?
Yahvéh intenta transmitirle a Moshé que el objetivo del exilio y la esclavitud en Mitzrayim (Egipto) es preparar al pueblo para una revelación superlativa a través de la entrega de la Torah, donde entonces les revelaría Su Nombre esencial, revelación que ni siquiera los patriarcas experimentaron. Y el sufrimiento que ahora estaban soportando los israelitas era a efectos de despertar su anhelo de liberación.
Esto no quiere decir que los patriarcas no sabían cuál era el nombre personal de Dios (YHVH es usada unas 160 veces en Génesis) .
Desde Génesis cap. 2 vers. 4 había sido conocido su Nombre YHVH y los patriarcas habían recibido la tradición oral desde Adam (cf. Génesis 4:1; 24:31).
Además encontramos que en Génesis cap. 4 vers. 26 los hombres empezaron a invocar el nombre de YHVH.
En el capítulo 15 vers. 2 de Génesis vemos que Avraham está mencionando el nombre YHVH en su oración. Luego está escrito que Avraham creyó a YHVH y le fue contado por justicia (Génesis 15:6). En el capítulo 17 de Bereshit leemos:
“Cuando Avram tenía noventa y nueve años, YHWH se le apareció, y le dijo: Yo soy El Shadai; anda delante de mí, y sé perfecto.”
(Génesis 17:1)
Todo este testimonio escritural nos deja bien en claro que los patriarcas conocían el Nombre de YHVH (cf. Génesis 26:21-25; 28:10-16). Entonces ¿Cómo vamos a entender esta expresión que el Eterno le da como respuesta a Moshé?
Consideremos lo que el intérprete Rashí dice:
“Aquí no está escrito “no les di a conocer”, sino “no ME di a conocer”. Yo no era conocido por ellos con mi cualidad de veracidad, por la cual mi Nombre es llamado YHVH, Fiel para hacer que mi palabra se verifique. Así pues, les había hecho una promesa, pero no la he cumplido.”
La Torah asigna una gran importancia a la definición de los diversos Nombres de Dios, como se deduce de este pasaje y de otros más. Estos nombres, en efecto, hacen conocer al Ser Supremo bajo diferentes atributos: unos lo califican como Creador, Amo de los Destinos, Señor de los Ejércitos, Ser Absoluto, y los otros lo designan en su calidad de Dios de Amor, Juez Supremo, Fuente de Bendiciones y de la Santidad, de la Providencia y de la Omnipotencia.
Según Rashí, el texto quiere decir que las manifestaciones Divinas a los Patriarcas, anunciándoles promesas en el futuro, estaban sostenidas en el Nombre del “Dios Shaday”; (por ejemplo, Génesis 18: 1; 28:3 y 35:11). Pero el nombre YHVH no les era nada conocido, es decir, demostrado en su realidad. Ese Nombre es atributo de verdad, Él cumple Su Palabra y expresa que tiene el poder de cumplimiento. Aunque ese poder no fue jamás manifestado a los atriarcas, ninguno de ellos había expresado la menor duda sobre Su Omnipotencia. Su fe en las promesas Divinas era total.
Tenemos que entender que la revelación de uno de los nombres del Eterno implica, no solamente el conocimiento de la pronunciación o escritura del nombre, sino la revelación de una acción por medio de la cual el Infinito se relaciona con el mundo. El Eterno se revela mediante sus diferentes nombres. Cada nombre revela una acción que está de acuerdo al significado del nombre. De esta manera hay que entender este versículo. Hay una acción implicada en la revelación del nombre YHVH y esa acción todavía no había sido revelada en su totalidad a los Patriarcas. Pero sí les fue revelada la acción que está implícita en el nombre El Shaday.
El nombre El Shaday puede entenderse principalmente de dos maneras, como el Dios Todopoderoso y el Dios Todosuficiente. Los Patriarcas habían conocido al Infinito con ese nombre, que corresponde a esa manera específica de actuar hacia ellos y el resto del mundo.
Habían conocido la mano protectora de El Shaday cuando pasaban por peligros. Habían conocido sus milagros sobrenaturales en la creación. Habían experimentado que El Shaday les había dado todo lo que necesitaban para estar satisfechos. Está escrito que Avraham murió satisfecho (Génesis 25:8). Pero el Eterno no se había dado a conocer a ellos como YHVH.
¿Qué carácter y acción están implícitos en ese Nombre?
Ya hemos citado a Rashí que destaca en ese nombre la fidelidad para cumplir sus promesas. Hasta cierto punto Avraham había conocido esa acción del Eterno, al recibir a Yitzjak como hijo de una manera milagrosa por medio de una promesa, como está escrito en :
“Entonces YHVH visitó a Saráh como había dicho, e hizo YHVH por Sará como había prometido.”
(Génesis 21:1 )
Sin embargo, existían varias promesas que el Eterno no cumplió en la vida de los patriarcas, por ejemplo la promesa de tener una descendencia como las estrellas del cielo, el polvo de la tierra y la arena del mar; la promesa de recibir la tierra de Kenáan en posesión perpetua. Esas promesas no fueron cumplidas en la vida de los patriarcas. Además ellos estaban esperando que viniera una ciudad celestial a la tierra de Kenáan:
“Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios…
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia. Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver. Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad…
Y todos éstos, habiendo obtenido aprobación por su fe, no recibieron la promesa, porque Dios había provisto algo mejor para nosotros, a fin de que ellos no fueran hechos perfectos sin nosotros.”
(Hebreos 11:9-10, 13-16, 39-40 )
Así que el Eterno no se dio a conocer a los patriarcas con el nombre de YHVH en el sentido de cumplir todas las promesas. Los patriarcas solamente tenían las promesas, no las cosas prometidas.
De esta manera podemos sacar la conclusión de que los patriarcas no habían conocido el carácter y la manifestación de la misericordia del Eterno como ahora los hijos de Israel lo iban a experimentar.
Para nosotros, el Eterno quiere ser más que Dios Omnipotente (El Shaday). Él quiere que nosotros lo conozcamos personalmente, como al Dios que hace promesas y las cumple, en el cual podemos confiar para cualquier cosa.
La suprema necesidad en cada hora de dificultad y depresión es una visión de Dios. El verle a Él es el ver cualquier otra cosa en una proporción y perspectiva apropiada.
Los creyentes se debieran de preguntar a sí mismos si en realidad conocen a Dios por dichos nombres.
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